Banca Catalana, cinco a?os despu¨¦s
El r¨¢pido saneamiento culmina con la salida a bolsa
Banca Catalana obtuvo en 1987 un cash flow (beneficios m¨¢s amortizaciones) de, 18.200 millones de pesetas, frente a los 9.500 millones generados en el a?o anterior. El espectacular crecimiento en los resultados supone, seg¨²n su presidente, Alfredo S¨¢enz, un carpetazo a la crisis y el inicio de una nueva etapa de crecimiento que coincidir¨¢ con el proceso de fusi¨®n entre el Banco de Vizcaya (propietario del 96% del capital de Catalana) y el Banco de Bilbao. Quedan atr¨¢s cinco a?os en los que, bajo la tutela del Vizcaya, Catalana ha dado un gran salto adelante.Alfredo S¨¢enz presentar¨¢ ma?ana, ante la junta de accionistas de Banca Catalana, la operaci¨®n de salida a Bolsa de un 10% de las acciones, que se complementar¨¢ con el canje de las viejas acciones A, B y C por acciones C nuevas. Esta operaci¨®n supondr¨¢, en la pr¨¢ctica, la recuperaci¨®n de su antiguo capital por parte de los accionistas anteriores a la crisis, que vieron c¨®mo las acciones A modificaban su valor nominal de 5.000 a 5 pesetas, y las B y C de 1.000 a 1 peseta con la operaci¨®n acorde¨®n impulsada por el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Ahora se canjear¨¢, si la junta aprueba la amortizaci¨®n, cada acci¨®n A de 5 pesetas por 500 pesetas, y cada B de 1 por 10, pesetas. Ello dar¨¢ derecho a los tenedores de estos t¨ªtulos a cambiar dos acciones A por una acci¨®n C nueva de 1.000 pesetas, y diez acciones B y C viejas por una acci¨®n C nueva de 1.000 pesetas. Adicionalmente se permitir¨¢ la suscripci¨®n de una C nueva por cada C canjeada.
Esta operaci¨®n se completa con la salida a bolsa de las acciones, con una cotizaci¨®n estimada en un 500%. En el mercado, por tanto, se pagar¨¢n 5.000 pesetas por cada acci¨®n comprada a 1.000. Si tomamos como ejemplo a un antiguo accionista que tuviera cien acciones a valor reducido de una peseta, ¨¦ste obtendr¨ªa 10 acciones de 1.000 pesetas v¨ªa canje y otras 10 de 1.000 pagando 10.000 pesetas. Sus 20 nuevas acciones, vendidas despu¨¦s en bolsa, le proporcionar¨ªan un beneficio de 100.000 pesetas antes de impuestos. Todo este mecanismo vendr¨¢ a suponer, aproximadamente, que los antiguos accionistas recuperar¨¢n el patrimonio que pose¨ªan a su valor nominal.Cicatrizar las heridas
Banca Catalana dedicar¨¢ ¨ªntegramente sus actuales reservas (900 millones de pesetas) a financiar esta recuperaci¨®n de capital, con la que se pretende homogeneizar el capital y, sobre todo, cicatrizar definitivamente las heridas abiertas cinco a?os atr¨¢s.
La salida a Bolsa afectar¨¢ inicialmente a s¨®lo el 10% de las acciones, aunque parece probable que el porcentaje en manos del p¨²blico crezca paulatinamente hasta un l¨ªmite del 49% del capital. Seg¨²n Alfredo S¨¢enz, "lo l¨®gico es que el Banco de Vizcaya mantenga, al menos en un futuro a medio plazo, una mayor¨ªa de control, es decir, un 51%". La salida a bolsa, que se graduar¨¢ seg¨²n la demanda del mercado -se desea que la cotizaci¨®n quede estable en torno al citado 500%-, se ver¨¢ acompa?ada por emisiones de bonos convertibles en acciones, cuyo calendario deber¨¢ coordinarse adicionalmente con los pasos de la fusi¨®n Bilbao Viz-caya. Aunque lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa, seg¨²n los observadores, que Catalana absorbiera todas las filiales de los dos bancos vascos en Catalu?a, no hay nada decidido. Seg¨²n S¨¢enz, "no ha habido tiempo para tomar decisiones en este sentido, ni siquiera para estudiar con un poco de calma la cuesti¨®n". La estrategia seguida por el Vizcaya en Catalu?a avala, sin embargo, la idea de que Catalana se convertir¨¢ en el gran buque insignia en Catalu?a del primer grupo bancario espa?ol.Coordinaci¨®n y competencia
En 1986, una vez consumada la integraci¨®n de Catalana en el Vizcaya, ¨¦ste permiti¨® al banco catal¨¢n que eligiera, para absorberlas, las oficinas y activos que m¨¢s le interesaran de las dem¨¢s entidades del grupo: Ahorrobank (ex Bankuni¨®n), Bankisur y Occidental. Como resultado de esta operaci¨®n, Catalana se qued¨® con 17 oficinas que pertenec¨ªan a estos bancos, dej¨¢ndolos pr¨¢cticamente sin operatividad en Catalu?a. Por contra, Catalana cedi¨® al Vizcaya o a las filiales de ¨¦ste 27 de sus oficinas en el resto de Espa?a, lo que complement¨® la reorganizaci¨®n de las propias oficinas de Catalana, con la apertura de 63 nuevas sucursales y el cierre de 43. Tras este proceso, Banca Catalana cuenta con 380 oficinas, de las que 76 est¨¢n en la ciudad de Barcelona, 234 en el resto de Catalu?a, 30 en Baleares y 40 en el resto de Espa?a.
La coordinaci¨®n entre Vizcaya y Catalana en Catalu?a se ha basado, seg¨²n Alfredo S¨¢enz, en la simple competencia entre una y otra entidad". Esta competencia ha sido relativa, de todas formas, por cuanto el Vizcaya parece especializado en la intermediaci¨®n y las grandes cuentas, mientras Catalana aprovecha su gran implantaci¨®n y trabaja cada vez m¨¢s para el p¨²blico y la peque?a y mediana empresa, en un estilo similar, salvando las distancias, a las cajas de ahorros. El crecimiento anual de Banca Catalana entre 1983 y 1987 arroja un promedio del 22,6% en recursos y un 18,1% en inversi¨®n crediticia, muy por encima de la media del sector (9,3% en recursos y 7,2 en cr¨¦ditos), en tomo a la cual se ha movido el Banco de Vizcaya. Seg¨²n S¨¢enz, el crecimiento espectacular de Catalana se debe b¨¢sicamente "a que sal¨ªa de muy abajo, tras una p¨¦rdida de dep¨®sitos por un total de 100.000 millones de los que, por fuerza, se ten¨ªa que recuperar una parte".
S¨¢enz opina que la exenci¨®n de coeficientes heredada de la etapa en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos "ha permitido una mayor libertad en nuestra pol¨ªtica comercial", al liberar unos fondos que de otra forma hubieran quedado cautivos en manos de la autoridad monetaria. Sin embargo, afirma que el impacto de esta exenci¨®n "no es excesivamente significativo", dado que los coeficientes obligatorios para la banca se han ido reduciendo y, al tiempo, se han reducido los tipos de inter¨¦s, lo que ha estrechado el margen entre la rentabilidad que da el Banco de Espa?a a los dem¨¢s bancos por sus fondos cautivos, y la que ha podido obtener Catalana en el mercado.
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