Obando y la 'contra' suspenden el di¨¢logo de alto el fuego previsto para hoy

La contra y el cardenal Miguel Obando y Bravo se pusieron de acuerdo para suspender las conversaciones de alto el fuego en Nicaragua, que hoy deb¨ªan haberse iniciado en Guatemala. Con ello, queda de nuevo en el aire la posibilidad de detener a corto plazo una guerra que, seg¨²n hab¨ªa denunciado el propio primado de la Iglesia nicarag¨¹ense, causa una media de 20 muertes diarias.

Managua mantuvo hasta el ¨²ltimo momento su voluntad de acudir a la cita en la capital guatemalteca. Mientras el Gobierno de EE UU expres¨® ayer su apoyo a que las negociaciones de paz se reanuden lo m¨¢s r¨¢pido posible.El Gobierno nicarag¨¹ense recibi¨® en la noche del lunes una comunicaci¨®n del obispo auxiliar de Managua, Bosco Vivas, en la que ped¨ªa que "por iniciativa del cardenal Obando", las conversaciones de alto el fuego fueran retrasadas hasta el pr¨®ximo d¨ªa 18, para dar tiempo al arzobispo a regresar de Roma, adonde viaj¨® hace un mes.

Pocas horas antes la Resistencia Nicarag¨¹ense (RN) hab¨ªa anunciado en Miami que, despu¨¦s de consultar con Obando, decidi¨® no enviar su delegaci¨®n a la cita de Guatemala. La direcci¨®n de la contra admite que su decisi¨®n est¨¢ relacionada con la negativa del Congreso norteamericano a concederle nuevos fondos para la guerra. "No podemos sentarnos en la mesa de negociaciones en una posici¨®n de debilidad", declar¨® Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, rmiembro del directorio de RN.

Managua insiste en negociar

Las autoridades sandinistas han sostenido la necesidad de mantener las fechas acordadas anteriormente "para evitar m¨¢s sufrimientos y m¨¢s muertes". El ministro de la Presidencia, Ren¨¦ N¨²?ez, comunic¨® ayer a Bosco Vivas que las conversaciones pod¨ªan comenzar con la mediaci¨®n de ese obispo en sustituci¨®n del cardenal, quien se hubiese sumado al proceso negociador una vez concluido su largo viaje a Europa. Vivas ya hab¨ªa representado a Obando en primer di¨¢logo directo entre la contra y los sandinistas, en enero pasado en Costa Rica.Otra de la razones aducidas por los rebeldes para retrasar unas negociaciones por las que, junto al Gobierno de EE UU, hab¨ªa estado clamando desde hac¨ªa meses, es la de que el Ej¨¦rcito sandinista est¨¢ empe?ado en estos d¨ªas en una ofensiva generalizada, por aire y tierra, contra las fuerzas rebeldes. Este argumento, por otra parte no constatado, se desvanece al recordar que, 24 horas antes de una de las sesiones de las negociaciones indirectas en Santo Domingo, a finales del a?o pasado, la contra realiz¨® una de las operaciones militares m¨¢s importantes de los ¨²ltimos doce meses. Se puede a?adir a esto que las acciones de RN en la semana pasada han costado 36 v¨ªctimas civiles en ataques indiscriminados contra transportes p¨²blicos o concentraciones civiles.

Por lo que respecta a los mediadores, la Iglesia cat¨®lica, cuesta trabajo imaginar que poderosas razones retienen a Obando en Italia hasta el punto de dificultar la posibilidad de una soluci¨®n r¨¢pida del conflicto nicarag¨¹ense.

La oportunidad, despu¨¦s del cese de la ayuda norteamericana a la contra y de los compromisos democratizadores contra¨ªdos por el Gobierno sandinista, era ¨²nica para que la poderosa influencia del cardenal hiciese el resto y forzase a las dos partes a un acuerdo. En estos momentos, los sandinistas podr¨ªan creer moralmente satisfecha su deuda en cuanto a las conversaciones de paz y decidirse por la ofensiva militar. La contra, a su vez, podr¨ªa sentirse obligada a demostrar todav¨ªa, en el campo de batalla, que sigue siendo un interlocutor necesario. Y los derrotados ser¨ªan, una vez m¨¢s, los tres millones de nicarag¨¹enses que viven en una situaci¨®n l¨ªmite por causa de esta guerra.