"Figaro" como "divertimento"

Jos¨¦ Ram¨®n Encinar (Madrid, 1954) dirige esta noche, en la madrile?a sala Olimpia, el estreno de su primera ¨®pera, F¨ªgaro. Autor de la m¨²sica y del libreto, Encinar se atreve a definir la pieza como "una ¨®pera bufa" en la que se sirve del F¨ªgaro de Beaumarchais como pretexto. "No he querido decir nada; se trata de un mero divertimento", dice Encinar, director del madrile?o grupo Koan, difusor de la m¨²sica contempor¨¢nea. Sim¨®n Su¨¢rez se ha encargado de la direcci¨®n esc¨¦nica, el vestuario, las luces y la escenograf¨ªa, que trata de evocar tina "¨®pera en ruinas".

En marzo de 1986 inici¨® Encinar la composici¨®n de F¨ªgaro. Se trata de una coproducci¨®n del Teatro L¨ªrico Nacional de la Zarzuela, el Centro para la Difusi¨®n de la M¨²sica Contempor¨¢nea y del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas. La iniciativa de los tres organismos pretende favorecer la creaci¨®n y el estreno de nuevas ¨®peras. En febrero del a?o pasado se estren¨® en la Sala Olimpia Sin demonio no hay fortuna, con m¨²sica de Jorge Fern¨¢ndez Guerra y libreto de Leopoldo Alas.La propuesta de hacer una ¨®pera a partir del personaje creado por Beaumarchais le vino dado a Encinar por los patrocinadores del estreno. El autor emplea fragmentos de los libretos de Lorenzo da Ponte y Cesare Sterbini para Las bodas de F¨ªgaro, de Mozart, y El barbero de Sevilla, de Rossini, pero el texto m¨¢s utilizado es La madre culpable, tercera de las obras dedicadas por Beaumarchais a F¨ªgaro. Hay tambi¨¦n citas de Arrigo Boito, Rabelais, el Tannhauser wagneriano, Goethe, Shakespeare, Carlo Pepoli, y textos originales.

Lenguaje musical

El lenguaje musical de la pieza lo adscribe su autor al que emplea habitualmente. Reconoce la inspiraci¨®n de la m¨²sica serial y el dodecafonismo. Hay tambi¨¦n muchos gui?os al repertorio oper¨ªstico y algunas citas. Encinar cree que su F¨ªgaro puede disfrutarlo el p¨²blico habitual de ¨®pera, "porque las situaciones son divertidas", pero que est¨¢ especialmente dedicada al buen oyente de ¨®pera y de m¨²sica, el que conoce el libreto y percibe los g¨¦neros y las referencias empleadas por el compositor. Encinar, que dirigi¨® en 1983 el estreno de Kiu, la ¨®pera de Luis de Pablo que representa una especie de emblema para los j¨®venes compositores espa?oles, reconoce influencia de De Pablo en cuanto a la escritura, no en cuanto a Kiu. "La escritura es abierta. No hay un discurso temporal fijado de forma f¨¦rrea. Como director musical, sigo el movimiento esc¨¦nico, la acci¨®n".

Encinar destaca que la obra pretende que el p¨²blico no deje de percibir en ning¨²n momento que se trata de un enga?o continuo. "El autor del F¨ªgaro, Beaumarchais, se incorpora a la acci¨®n, forma parte de los personajes: todos est¨¢n perdidos en un jard¨ªn. Los mismos personajes le critican al autor que ya est¨¢ bien de aventuras, de utilizar sus personajes para salir y entrar en las cortes europeas".

Encinar no comparte la opini¨®n de que F¨ªgaro representa el ascenso de una nueva clase, una apuesta social, y cree que se trat¨® m¨¢s bien de una apuesta coyuntural de Beaumarchais, al que califica de "rastrero".

"No he querido hablar seriamente de nada. Es un absoluto divertimento. Podr¨ªa definirse como una ¨®pera bufa contempor¨¢nea, eso es lo que pretende ser".

Para Sim¨®n Su¨¢rez (Pueblo Nuevo, C¨®rdoba, 1947), responsable de la direcci¨®n esc¨¦nica, la escenograf¨ªa, el vestuario y el dise?o de luces, lo importante es lo que proponen el libreto y el estilo musical. "Si se tratara de una obra de Mozart, lo primero ser¨ªa empaparse del esp¨ªritu del XVIII, de la escritura y del lenguaje de Mozart. Igual con un texto contempor¨¢neo".

El director esc¨¦nico valora en F¨ªgaro las disponibilidades de los cantantes a la hora de actuar como actores, frente a los cantantes tradicionales, que le hac¨ªan tener complejo de guardia de tr¨¢fico, al tener que limitarse a moverlos de un lado a otro. Sim¨®n, que tambi¨¦n se encarg¨® de la direcci¨®n esc¨¦nica, los figarines y las luces de Sin demonio no hay fortuna, de Jorge Fern¨¢ndez Guerra, cree que los divos, tan reacios a dejarse dirigir, no est¨¢n muertos, "se est¨¢n transformando".

Espacio metaf¨®rico

La escenograf¨ªa, que desborda los l¨ªmites del escenario de la Sala Olimpia como una vegetaci¨®n imparable, es "un espacio metaf¨®rico". Su dise?ador odia los espacios realistas. "El escenario es un espacio distinto donde la realidad no tiene sentido. La escenograf¨ªa es una met¨¢fora del trabajo de Jos¨¦ Ram¨®n. Espero que la escenograf¨ªa est¨¦ a la altura de la partitura. Es una recopilaci¨®n de detritus a trav¨¦s de los cuales se establece un lenguaje contempor¨¢neo. Pretende ser un teatro de ¨®pera destruido. Es un teatro de ¨®pera que se nos cae a pedazos por momentos" observa Sim¨®n, que frena sus impulsos como queriendo limitar el alcance de su cr¨ªtica a la situaci¨®n del teatro.

Sim¨®n destaca la importancia de las luces en este y en todos sus espect¨¢culos, y lamenta la escasa importancia que con frecuencia se concede a esta faceta de la creaci¨®n esc¨¦nica. "Podr¨ªa prescindir de la escenograf¨ªa, e incluso del vestuario, pero no de la luz. La luz determina que un trabajo de un actor o cantante llegue a ser m¨¢gico".