Una 'apisonadora' para salvar Atenas
El alcalde, Miltiades Evert, lucha por una ciudad nueva que pueda albergar los Juegos Ol¨ªmpicos de 1996
El nefos, en tr¨¢gica combinaci¨®n con la ola de calor, mat¨® el verano pasado a 1.000 personas en el ¨¢rea de Atenas, donde se concentra cerca del 40% de la poblaci¨®n total de Grecia. Para desgracia de la ministra de Cultura, la ex actriz Melina Mercuri, los m¨¢rmoles del Parten¨®n, que tan insistentemente reclama al Reino Unido, se encuentran mejor protegidos en el Museo Brit¨¢nico de Londres que en la colina de la Acr¨®polis. Las cari¨¢tides del Erecteion hace tiempo que tuvieron que refugiarse bajo techado para evitar una destrucci¨®n que el paso de muchos siglos apenas hab¨ªa iniciado. Atenas est¨¢ enferma. De sus coches, de sus industrias, de su sistema de calefacci¨®n... Y es un obeso hombre de 48 a?os, Miltiades Evert, elegido alcalde en octubre de 1986 y conocido como la apisonadora, quien est¨¢ decidido a curarla con el horizonte de la eventual celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1996.
Evert no cree que la situaci¨®n de Atenas sea cr¨ªtica. "No es peor que la de Londres en los a?os sesenta", afirma. "Tiene unas causas muy concretas. Tras la II Guerra Mundial y la civil, la poblaci¨®n era de unas 600.000 personas; ahora casi llega a los cuatro millones. Entre el 45% y el 50% de toda la industria del pa¨ªs se concentra aqu¨ª. Y tenemos la misma situaci¨®n geogr¨¢fica que Los ?ngeles, junto al mar y rodeados de monta?as". El alcalde tiene muy clara cu¨¢l debe ser la receta para curar al enfermo: "Hay que convertir Atenas en una ciudad de servicios, un centro internacional bancario, de seguros, cultural, y el puerto de El Pireo debe servir a las necesidades de toda la zona del Mediterr¨¢neo oriental. Simult¨¢neamente, hay que evitar la implantaci¨®n de nuevas industrias e intentar que parte de las ya existentes se trasladen a otros lugares del pa¨ªs".
Caos circulatorio
El horizonte temporal para esta transformaci¨®n es 1996, el a?o en el que Atenas quiere acoger los Juegos Ol¨ªmpicos. Pero, antes de que, dentro de un a?o, se presente la petici¨®n oficial al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Evert espera que el Gobierno socialista muestre claramente su voluntad de cooperar y de emprender obras de infraestructura que pueden cambiar por completo la faz de la ciudad.
El alcalde no elige la v¨ªa de la confrontaci¨®n, sino la del di¨¢logo, y no tiene reparo en reconocer que la normativa sobre horario continuado de los comercios que entr¨® en vigor a comienzos de febrero es positiva.
Hasta hace unas semanas, se produc¨ªan cuatro grandes migraciones diarias. Las tiendas pon¨ªan el cartel de cerrado a mediod¨ªa y todo el mundo se iba a casa, com¨ªa, se echaba la siesta y volv¨ªa al trabajo. Resultado: cuatro embotellamientos que convert¨ªan la ciudad en intransitable. Incluso ahora, Atenas sigue siendo una ciudad congestionada (menos que Madrid, dicho sea de paso), pero est¨¢ un poquito m¨¢s lejos del caos.
Los comerciantes se declararon inmediatamente en huelga, pero las aguas no tardaron en volver a su cauce. Tambi¨¦n los taxistas protestaron cuando el Gobierno les retir¨® el privilegio de poder circular todos los d¨ªas por el centro de la ciudad. Ahora sufren las mismas restricciones que el resto de los veh¨ªculos. Si la matr¨ªcula termina en una cifra par, pueden circular los martes, jueves y s¨¢bados. Si finaliza en impar, s¨®lo los lunes, mi¨¦rcoles y viernes. El domingo est¨¢ abierto para todos.
El Gobierno de Papandreu se toma el asunto muy en serio, hasta el punto de que la regulaci¨®n del tr¨¢fico en la ciudad ha sido punto esencial del programa de su partido, el Movimiento Socialista Panhel¨¦nico (PASOK), en las ¨²ltimas campa?as electorales.
Como pasan los a?os y la situaci¨®n no se resuelve, el primer ministro ha decidido encargar la soluci¨®n del problema a uno de los pesos fuertes de su Gabinete, el titular de Justicia, Agamen¨®n Kutsogiorgas, al que ha puesto al frente de un comit¨¦ interministerial.
Numerosas zonas de la ciudad han sido cerradas al estacionamiento de veh¨ªculos privados, los autom¨®viles tendr¨¢n que pasar revisiones peri¨®dicas y las multas de 4.100 dracmas (unas 3.500 pesetas) florecen por doquier, impuestas por polic¨ªas municipales, que tienen aqu¨ª una de sus muy escasas atribuciones. Claro que en Atenas, como en Madrid, las multas no se pagan.
Un d¨ªa s¨ª, otro no
Evert opina que las medidas de un d¨ªa s¨ª, otro no fueron positivas en su momento. "Pero val¨ªan para un a?o o dos, no para ocho, o para siempre", a?ade. "Lo que hace falta es que se emprendan obras de infraestructura. Planeamos construir 88.000 plazas de aparcamiento subterr¨¢neo, nuevos pasos elevados y una ampliaci¨®n de la red del metro. Ahora s¨®lo tiene una l¨ªnea, hasta El Pireo, y se completar¨¢ con otras dos, 25 kil¨®metros m¨¢s en total".
El precio de la construcci¨®n del nuevo metro ser¨¢ de 190.000 millones de dracmas en los pr¨®ximos seis a?os. Junto a todo ello, Miltiades Evert conflia en una renovaci¨®n del parque automovil¨ªstico ("la mayor¨ªa de los veh¨ªculos tiene entre 10 y 15 a?os", dice) y en la implantaci¨®n obligatoria, seg¨²n las normas de la Comunidad Europea, de dispositivos especiales para mejorar la combusti¨®n de la gasolina y reducir la contaminaci¨®n.
"Pero todo esto no es s¨®lo cuesti¨®n del Ayuntamiento", dice el alcalde. "Tambi¨¦n lo es del Gobierno, sin que deba importar que quienes est¨¦n al frente de ambas instituciones pertenezca a diferentes partidos. Es necesaria una pol¨ªtica a largo plazo, independientemente de qui¨¦n tenga el poder".
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