Las el¨¦ctricas aumentaron sus beneficios en 1987, excepto FECSA e Hidru?a

Todas las empresas el¨¦ctricas -con excepci¨®n de FECSA e Hidru?a, que continuaron en p¨¦rdidas- aumentaron apreciablemente sus beneficios en el ejercicio de 1987, que fue un "buen a?o" para el conjunto del sector, seg¨²n anticip¨® ayer el secretario general de la Energ¨ªa, Fernando Maravall. Por vez primera en los ¨²ltimos a?os, el crecimiento de la deuda el¨¦ctrica fue cero, mientras el excedente de caja (beneficios m¨¢s amortizaciones) aument¨® un 150%, porcentaje que es inferior al crecimiento medio (150%-200%) del cash flow previsto para el conjunto del sector hasta 1990.

Maravall hizo ayer, en un seminario sobre el nuevo marco legal y estable organizado por la Asociaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica (APIE), un avance del ejercicio ¨²ltimo, pr¨¢cticamente cerrado por las empresas, y revel¨¦ algunos de los c¨¢lculos econ¨®mico-financieros para el conjunto del sector que el Ministerio de Industria y Energ¨ªa elebora estos d¨ªas con vistas a la pr¨®xima redacci¨®n del nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional, con especial ¨¦nfasis en el volumen de inversiones previstas en nuevos equipos de generaci¨®n. Junto a Maravall intervinieron V¨ªctor P¨¦rez Pita, director general de la Energ¨ªa; Pedro Rivero, director general de Unidad El¨¦ctrica (Unesa) y Luis Ubago, auditor de Arthur Andersen y experto en contabilidad de empresas el¨¦ctricas.P¨¦rez Pita reiter¨® que la decisi¨®n sobre nuevas inversiones en el sector el¨¦ctrico no ser¨¢ necesario adoptarla hasta 1990, como m¨¢s tarde, y Maravall se?al¨® que los estudios realizados se basan en un esquema inicial de inversiones en unos 7.000 megavatios de potencia para entrar en funcionamiento en el horizonte de 1995, con distintas hip¨®tesis sobre el tipo de centrales que ser¨¢ necesario construir. Entre las hip¨®tesis barajadas figuran centrales nucleares y -t¨¦rmicas convencionales de carb¨®n, as¨ª como nuevas hidr¨¢ulicas, sin inclinarse todav¨ªa por ninguna de ellas.

Esta potencia adicional, que se ver¨¢ ampliada hasta el a?o 2.000 con nuevas instalaciones destinadas a cubrir la demanda (3%-4% de aumento acumulativo anua y a sustituir potencia vieja amortizada, exigir¨¢, sin embargo, apenas un 25% del volumen de la inversi¨®n que el sector ha venido soportando en el per¨ªodo 19801986, lo que provocar¨¢ que el monto de la deuda global permanezca siendo el mismo (alrededor de cuatro billones de pesetas), en pesetas constantes de 1987, al final del per¨ªodo.

Sanearse

Maravall indic¨® asimismo que la prioridad del sector el¨¦ctrico ser¨¢, a lo largo de los pr¨®ximos tres a?os, el saneamiento financiero, comenzado ya en los a?os anteriores y que ha provocado que en 1987 la deuda global no haya crecido, por vez primera desde la d¨¦cada de los a?os setenta. El secretario de la Energ¨ªa inst¨® a las empresas a perfeccionar la reducci¨®n de los costes financieros mediante una reducci¨®n del riesgo bancario y la innovaci¨®n de f¨®rmulas distintas, como obligaciones a inter¨¦s variable o indicadas al ¨ªndice de precios al consumo (IPC), de financiaci¨®n".

P¨¦rez Pita, por su parte, explic¨® el nuevo marco tarifario introducido por el Gobierno para el sector, y anticip¨® que Industria prepara una nueva resoluci¨®n explicativa de los criterios en los que ha basado la tasa de retribuci¨®n de los activos de las empresas. Luis Ubago, en su concisa intervenci¨®n, pidi¨® aclaraciones precisamente sobre este punto, y alab¨® el nuevo sistema.

El director general de la Energ¨ªa soprendi¨® al considerar el concepto de costes diferidos como meramente coyuntural, mientras que Pedro Rivero, que hizo una amplia exposi¨®n de la evoluci¨®n hist¨®rica del sector, sugiri¨® que se conceda a las empresas la facultad de amortizar inversiones realizadas en obra en curso, como una alternativa ya existente en otros pa¨ªses comunitarios.