La falta de acuerdo con las cajas rurales plantea el cambio del presidente del BCA

Los problemas para la renovaci¨®n del acuerdo suscrito hace tres a?os por el Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola (BCA) y un numeroso grupo de cajas rurales est¨¢n provocando que en algunos sectores del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda se empiece a plantear la posibilidad de cambiar al presidente del banco oficial, Luis Garc¨ªa de Blas, como f¨®rmula para tratar de recomponer el di¨¢logo no s¨®lo con las cajas rurales, sino tambi¨¦n con el Banco de Espa?a e incluso para replantearse el futuro del grupo asociado, que podr¨ªa reducirse num¨¦ricamente. La compra de la Caja Rural de Murcia por parte de la Caja de Ahorros de Murcia ha sido el detonante de la nueva situaci¨®n.

El futuro de las cajas rurales como instituciones de cr¨¦dito independientes, vinculadas o no al Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola, depende en estos momentos de que puedan desbloquearse las conversaciones que se mantienen entre representantes del BCA y de las cajas rurales para tratar de adaptar el acuerdo vigente a la nueva situaci¨®n. Las conversaciones est¨¢n paradas, y se ha dado un plazo de tres meses para reconsiderar las posiciones iniciales, aunque se duda de que el plazo pueda llegar a cumplirse.Seg¨²n fuentes del sector, la figura del presidente, Luis Garc¨ªa de Bias, que sustituy¨® hace un a?o a Jos¨¦ Barca, autor del anterior acuerdo, empieza a ser un elemento sustancial a la hora de definir por d¨®nde pueden terminar las conversaciones. Estas fuentes se?alan que Garc¨ªa de Bias fue nombrado en un momento en el que las tensiones entre el BCA y las cajas rurales eran peque?as, aunque se hab¨ªan hecho bastante mayores con el Banco de Espa?a por el inicio de la venta de algunas cajas rurales en dificultades a las grandes cajas de ahorro, que optaron por esta v¨ªa para superar los problemas de expansi¨®n territorial.

La negativa formal del Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola a la venta de cualquier caja rural, aunque en la pr¨¢ctica fuera incapaz de articular propuestas alternativas que garantizaran la viabilidad de las cajas rurales sin que ello supusiera nuevos desembolsos de recursos p¨²blicos, y el clima de enfrentamiento que ello supuso deterioraron a¨²n m¨¢s las entre la banca p¨²blica y el Banco de Espa?a. En otros sectores de la Administraci¨®n se critica que esta postura no ha impedido en ning¨²n caso la venta de las cajas rurales, algunas de las cuales se consideraban irrecuperables dentro del esquema actual, pero que se han dejado perder otras que "nunca debieron salir del ¨¢mbito rural".

El acuerdo de venta de la Caja Rural de Murcia a la caja de ahorros de la regi¨®n ha sido la gota que colma el vaso. La Rural de Murcia, al margen de ser una entidad en dificultades que se vio presionada por el Banco de Espa?a a tomar una decisi¨®n de venta, es una de las cajas rurales de mayor tama?o, y sobre todo una de las m¨¢s representativas en cuanto que Murcia es una regi¨®n eminentemente agr¨ªcola, y, seg¨²n estas fuentes de la Administraci¨®n, "si tiene sentido alguna caja rural, tendr¨ªa que estar en esta regi¨®n".

Sin embargo, la Caja Rural de Murcia ha llegado a un acuerdo con la caja de ahorros de la provincia por la que la primera se integra en la segunda, sin que el BCA pudiera hacer nada por impedirlo.

Crisis del sector

El actual acuerdo entre las cajas rurales y el BCA se realiz¨® en medio de la crisis de buena parte de estas entidades, producto de las malas cosechas, la excesiva concentraci¨®n de riesgos y la escasa profesionalidad de parte de sus ejecutivos, que exigi¨® cuantiosos recursos p¨²blicos para su saneamiento. A la sombra de esta situaci¨®n, el BCA logr¨® un acuerdo de cooperaci¨®n entre esta entidad y casi 80 cajas rurales que representaron un porcentaje significativo de la actividad financiera del cr¨¦dito al sector.El desarrollo del acuerdo, los buenos resultados obtenidos en los ¨²ltimos ejercicios y la desaparici¨®n de una docena de cajas rurales ha provocado que una parte de las que firmaron el acuerdo pidieran su renovaci¨®n sobre otras bases con un mayor grado de autonom¨ªa para las rurales y m¨¢s enfocado a la constituci¨®n de servicios comunes que a una plena integraci¨®n.

Las grandes cajas rurales, que han obtenido elevados beneficios en el pasado ejercicio, son las que m¨¢s est¨¢n presionando para la ruptura del acuerdo, mientras que las peque?as, que tienen un menor grado de autonom¨ªa y necesitan m¨¢s la integraci¨®n en grupos superiores para diversificar el riesgo, son m¨¢s proclives a firmar un nuevo acuerdo.