La verg¨¹enza nacional
ENVIADO ESPECIALTermin¨® la feria fallera como ha transcurrido toda ella: con los toros rodando por la arena. Si la fiesta ha de ser as¨ª, m¨¢s vale que la supriman, porque eso no es arte ni cultura, eso es la verg¨¹enza nacional. La lidia cl¨¢sica se orden¨® en funci¨®n de unos toros cuya bravura hab¨ªa que medir y cuya fuerza era necesario atemperar, y en todo el horizonte de posibilidades no se encontr¨® otra que el puyazo administrado desde un caballo. La reacci¨®n del toro ante el castigo calibraba su bravura; la sangr¨ªa suavizaba su violencia. As¨ª deb¨ªa ser la fiesta, nunca por tortura deliberada del animal, como pretenden falazmente sus detractores, sino para lucimiento de todo el espect¨¢culo, basado en el equilibrio l¨®gico entre la encastada agresividad del toro y la t¨¦cnica dominadora del torero.
Bernardos / Manzanares, Ni?o de la Capea, Camino
Cinco toros de Mat¨ªas Bernardos y 2? sobrero de Marcos N¨²?ez: discretos de presencia, varios sospechosos de pitones, aborregados e inv¨¢lidos. Manzanares: estocada corta ladeada y rueda de peones (oreja con escasa petici¨®n); media y rueda de peones (aplausos con algunos pitos y saludos). Ni?o de la Capea: estocada y rueda de peones (oreja con escasa petici¨®n); dos pinchazos y dos descabellos (protestas y algunas palmas). Rafi Camino: cinco pinchazos -aviso con retraso- y ocho descabellos (aplausos y saludos); media (oreja). Plaza de Valencia, 20 de marzo. Novena y ¨²ltima corrida de feria.
Pero si el toro no tiene fuerza ni casta, si el toro es un animal incapaz de tenerse en pie y cuando est¨¢ en pie es un morrongo, como sucedi¨® ayer y ha venido ocurriendo a lo largo de la feria fallera, todo eso del caballo y de las puyas es una agresi¨®n intolerable; todo eso del castigo y la sangre, una carnicer¨ªa repugnante. Y el toreo, una burla.
Mientras tanto, un funcionario de polic¨ªa se aposenta en el palco presidencial, investido de una autoridad que no ejerce porque est¨¢ all¨ª para servir de coartada a cuantas tropel¨ªas cometan los taurinos. Los seis toros de ayer estaban inv¨¢lidos y el funcionario que presid¨ªa se justificaba suprimiendo el primer tercio, con lo cual los dos restantes carec¨ªan de m¨¦rito y de sentido. Pero le daba lo mismo y segu¨ªa actuando a favor del taurinismo militante: si llegaba la hora del aviso, lo demoraba; si unos cientos de espectadores ped¨ªan la oreja, se apresuraba a conceder¨ªa.
Por si fuera poco, cuando sali¨® el sobrero tuvo la osad¨ªa de ordenar que se avisara por los altavoces de que el reglamento taurino no obliga a la empresa a sacar m¨¢s sobreros. Ese presidente debi¨® creer que la afici¨®n es tonta, y no hay tal cosa. Porque la afici¨®n sabe que, en efecto, la empresa s¨®lo est¨¢ obligada a presentar un sobrero en el reconocimiento, pero tambi¨¦n que los toros han de tener trap¨ªo e integridad f¨ªsica y los que no sirvan para la lidia, ser¨¢n sustituidos. Es decir que, reglamento en mano -el que invoc¨® el equivocado funcionario -presidente -los seis toros de ayer debieron ser devueltos al corral, pues unos no ten¨ªan trap¨ªo, otros estaban inv¨¢lidos, otros exhib¨ªan astas sospechosas de manipulaci¨®n fraudulenta y la mayor¨ªa adolec¨ªa de todo eso a la vez.
Con semejante saldo se pusieron a lucir sus habilidades los toreros. Cualquiera dir¨ªa que art¨ªsticas, pero no: Manzanares pegaba derechazos y naturales sin ligaz¨®n alguna -y pretenden que se le llame fino; Ni?o de la Capea banderazos, o zapatillazos para provocar la embestida y componer la postura aprovechando el viaje -y pretenden que se le llame maestro. Y eso en sus primeros toros, porque en sus segundos, Manzanares estuvo aburrid¨ªsimo y Nido de la Capea ali?¨® sin orden ni concierto.
Camino, en cambio, hizo quites, se esforz¨® en prolongar las aborregadas embestidas, y el p¨²blico aplaudi¨® su pundonorosa disposici¨®n. En realidad, el p¨²blico decidi¨® sacar su rentabilidad a la entrada que hab¨ªa pagado y lo aplaud¨ªa todo. Distinto es que vuelva, despu¨¦s del desastre. Mientras los ganaderos sean incapaces de criar animales sanos y la autoridad no corte el fraude, esta fiesta de hoy, que parece surgida del inframundo -nada que ver con la lidia cl¨¢sica- ser¨¢ una verg¨¹enza.
Babelia
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