La Pasi¨®n seg¨²n 'sir'John

Los inevitables conciertos sacros deparan este a?o en Bilbao una saludable raci¨®n de m¨²sica religiosa, cuyo p¨®rtico dif¨ªcilmente podr¨ªa haber sido m¨¢s afortunado. John Eliot Gardiner, el reputado maestro oratorista ingl¨¦s, trabaja las exigencias unitarias de la pasi¨®n por antonomasia a partir de un depurado sentido de la continuidad que privilegia a la narraci¨®n evang¨¦lica, eje esencial sobre el que se articula todo el edificio. Podr¨ªa ped¨ªrsele, aun dentro de los planteamientos aut¨¦nticos, una mayor primac¨ªa a la sequedad de la palabra luterana, pero en modo alguno objet¨¢rsele una ausencia de fluidez en el discurso ni una debilidad en su coherencia. Su propuesta es la de un Bach hermoso, "que ha conocido a Haendel" sin perder ninguna de sus esencias.Al servicio de esta concepci¨®n, estuvo junto a Gardiner una nutrida n¨®mina de sus colaboradores habituales, en primer lugar dos agrupaciones punteras en su especialidad: el Coro Monteverdi y los Solistas Barrocos Ingleses, cuya maestr¨ªa y sutil¨ªdad son de sobra conocidas. Del excelente cuadro de solistas vocales hay que destacar el papel de Anthony Rolfe-Johnson, un evangelista sin duda m¨¢s l¨ªrico y contenido que dram¨¢tico, en perfecta conjunci¨®n con la idea rectora.

Brillaron la profundidad estil¨ªstica de todos, la voz de calidades cristalinas de la soprano B¨¢rbara Bonney, el timbre n¨ªtido del contratenor Michael Chance y el tenor Howard Crook, la calidez expresiva de los bajos Olaf B?r y Cornelius Hauptmann.