La guerra de los 14 a?os

"Yo he deseado la reducci¨®n del mandato presidencial a cinco a?os. Ahora me pregunto si no se deber¨ªa m¨¢s bien decidir que no haya reelecci¨®n al cabo de siete a?os o que haya una sola reelecci¨®n al cabo de cinco a?os. Si siete a?os es excesivamente largo, 14 lo es todav¨ªa m¨¢s".Estas frases, pronunciadas en 1980, poco antes de la elecci¨®n presidencial de 1981, pertenecen al propio Fran?ois Mitterrand, el presidente de la Rep¨²blica que tuvo la ocasi¨®n ole acortar el mandato o de impedir la reelecci¨®n, que pudo olimitir a los cinco a?os de presidencia al ser derrotado su partido en las elecciones legislativas y que ahora ha decidido presentarse de nuevo para intentar la proeza fant¨¢stica e in¨¦dita en la historia de la V Rep¨²blica de permanecer 14 a?os en el poder.

Paradoja de paradojas, Mitterrand fue el principal opositor de la Constituci¨®n de la V Rep¨²blica y de su inspirador, el general Charles de Gaulle. La huella de sus ideas sobre las reglas constitucionales que han regido su comportamiento presidencial es un viejo libro titulado El golpe de Estado permanente (1964), en el que el golpista permanente es naturalmente el general De Gaulle, y donde puede leerse, respecto a los poderes presidenciales: "El sector reservado viola la Constituci¨®n. Al interpretar abusivamente el art¨ªculo 15, que hace de ¨¦l el jefe de los Ej¨¦rcitos, y el art¨ªculo 52, que le autoriza a negociar y ratificar los tratados, De Gaulle ha hecho pasar bajo su autoridad la defensa nacional y los asuntos extranjeros". La extraordinaria actividad de Mitterrand durante los dos a?os de cohabitaci¨®n con el Gobierno del primer ministro, Jacques Chirac, hasta la ¨²ltima semana, no se explica sin el sector reservado del presidente.

Ultimo florentinismo: hasta ayer mismo ha venido asegurando que es presidente y no candidato. Hace algo m¨¢s de un a?o afirm¨® que se presentar¨ªa de nuevo s¨®lo si se lo exig¨ªan "circunstancias excepcionales". Y en otra entrevista dijo: "Todas las razones subjetivas que podr¨ªa tener me llevar¨ªan a no presentarme de nuevo. Pero puede haber algunas razones objetivas que no preveo".

Una ¨²ltima cita, ¨¦sta de julio de 1987, muestra el gusto de Mitterrand por la contradicci¨®n y la paradoja: "Dos mandatos no ser¨ªa prudente. Es demasiado para un solo hombre. Esto no quiere decir que no vuelva a presentarme. Puedo reconocer la fuerza de las circunstancias".