El acuerdo entre Nicaragua y la 'contra', m¨¢s cerca que nunca en siete a?os de guerra
El Gobierno sandinista y las fuerzas rebeldes se hallan por primera vez desde el inicio, hace siete a?os, de la guerra en Nicaragua a las puertas de un acuerdo que haga posible el regreso de la paz en el pa¨ªs centroamericano. El optimismo era la t¨®nica que se respiraba ayer, pocas horas antes de que terminara el ¨²ltimo de los tres d¨ªas de la primera serie de conversaciones directas, sin mediadores, que se han venido celebrando en la localidad de Sapo¨¢, a s¨®lo cuatro kil¨®metros de la frontera con Costa Rica y a 145 kil¨®metros al sur de Managua.
El pesimismo que se respiraba en la v¨ªspera de esta ronda negociadora, despu¨¦s de la supuesta invasi¨®n de soldados nicarag¨¹enses a Honduras para atacar bases de la contra y el temor de que ¨¦sta no se presentara en Sapo¨¢ se transform¨®, no obstante, desde el primer d¨ªa, en esperanza de paz. Ni siquiera la emboscada que efectivos de la contra realizaron contra un cami¨®n militar sandinista en el norte de Nicaragua, seg¨²n la emisora oficial La Voz de Nicaragua, matando a dos soldados y rompiendo aparentemente la tregua acordada por ambos bandos mientras duraran las negociaciones, interrumpi¨® el clima de flexibilidad presente en las conversaciones.Tanto el jefe de la delegaci¨®n oficial sandinista, el ministro de Defensa, Humberto Ortega como Adolfo Calero, el principal responsable de Resistencia Nicarag¨¹ense (RN), la alianza que agrupa a las fuerzas insurgentes, se declaraban ayer optimistas y satisfechos sobre la marcha de estas negociaciones, que por primera vez se celebran al m¨¢s alto nivel y sin la mediaci¨®n del cardenal arzobispo de Managua, Miguel Obando y Bravo. Este, sin embargo, participa en calidad de observador, junto al secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), el brasile?o Jo¨¢o Clemente Baena Soares.
El Gobierno de Managua present¨® ayer, al comienzo de la ¨²ltima jornada de conversaciones una propuesta de s¨ªntesis de los planteamientos que cada parte present¨® calificada por Humberto Ortega como "lo suficientemente flexible para poder ser aceptada por la delegaci¨®n rebelde".
Ayer, las conversaciones se iniciaron poco despu¨¦s de las nueve de la ma?ana (cuatro de la tarde, hora peninsular) debido a un retraso de la delegaci¨®n contra. Med¨ªa hora despu¨¦s de que explicara Humberto Ortega la ¨²ltima propuesta de Managua, la delegaci¨®n rebelde se levant¨® de la mesa y pidi¨® un descanso para poder estudiar con detalle el plan, que el Gobierno sandinista no quiso entregar a la Prensa.
Propuestas iniciales
La propuesta original de Managua incluye un alto el fuego de 90 d¨ªas, el establecimiento de un calendario para la reinserci¨®n social de los rebeldes y una relaci¨®n de lugares en los que se llevar¨¢ a cabo. Asimismo, prev¨¦ garant¨ªas en las cuestiones de libertades y derechos, supervisadas por una comisi¨®n internacional que estar¨ªa integrada por representantes de las Naciones Unidas y la OEA, as¨ª como de los Gobiernos de Espa?a, Italia, Noruega, Rep¨²blica Federal de Alemania, Suecia, Canad¨¢ y Finlandia. Managua ofrece tambi¨¦n una amnist¨ªa general una vez que se alcance el alto el fuego.Precisamente el alto el fuego es el punto en el que las discrepancias eran en la tarde de ayer todav¨ªa m¨¢s fuertes entre los dos bandos y las interpretaciones eran diversas. El Gobierno sandinista no se opone a la excarcelaci¨®n de los guardias somocistas, pero se niega a que se puedan quedar en Nicaragua. La contra, por su parte, quiere que la amnist¨ªa sea inmediata y no gradual, tan pronto como sea firmado el cese de las hostilidades, y solicita que los sandinistas consideren la amnist¨ªa como un perd¨®n y un olvido a todos los posibles delitos que las fuerzas rebeldes hayan podido cometer durante este tiempo.
La propuesta de la contra ofrece, por otro lado, un alto el fuego de 45 d¨ªas que comenzar¨ªa a las cero horas del pr¨®ximo Viernes Santo, 1 de abril, as¨ª como libertad de expresi¨®n para Prensa y televisi¨®n y la suspensi¨®n del reclutamiento obligatorio para el servicio militar.
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