El Pe?¨®n de Joe
Bossano, nuevo ministro principal de Gibraltar, quiere ser el due?o de su patria
Joe Bossano, el nuevo ministro principal (le Gibraltar, acaba de formar Gobierno. De los siete compa?eros laboristas que colaborar¨¢n con ¨¦l, s¨®lo uno, Juan Carlos P¨¦rez, tiene apellido espa?ol. El resto se llaman Pilcher, Feetham, Mor y Moss. O Baldachino y Montegriffo. Lo espa?ol, que en Gibraltar es cosa de metros, est¨¢ pr¨®ximo, pero tambi¨¦n distante. Bossano ha lanzado el grito de que quiere ser el due?o de su patria y esto no gusta ni en Madrid ni en Londres. Dicen que su desaf¨ªo se ha escuchado en lo m¨¢s profundo de la oquedad del Pe?¨®n, lo que ha levantado, ya en la fantas¨ªa, la ira del mism¨ªsimo Tarik, caudillo que protagoniz¨® la invasi¨®n musulmana en Espa?a.
ENVIADO ESPECIALGibraltar ha cambiado mucho en los ¨²ltimos seis a?os. La apertura de la verja le ha supuesto un boom econ¨®mico, tur¨ªstico y comercial jam¨¢s so?ado. La Costa del Sol empezaba hace unos a?os en las urbanizaciones de lujo de Sotogrande, en Guadiaro, m¨¢s all¨¢ de La L¨ªnea, y ahora tiene su kil¨®metro cero en La Marina del Pe?¨®n, el Puerto Ban¨²s gibraltare?o, o en los comercios de la calle Real.Cierto es que la balanza de pagos est¨¢ de lado espa?ol. Los llanitos, nombre que reciben los lugare?os de Gibraltar, importaron de Espa?a en 1987 m¨¢s de 15 millones de libras esterlinas, lo que representa una cantidad superior a los 3.000 millones de pesetas. Pero Gibraltar, con seis kil¨®metros cuadrados escasos de superficie, cuenta ahora con 20 sociedades bancarias, 18 m¨¢s que hace diez a?os.
Los taxistas de Gibraltar llevan publicidad espa?ola en sus veh¨ªculos. Son casi todos hombres de Bossano o de su lugarteniente Michael Feetham, el dirigente sindical del gremio que desde el s¨¢bado ¨²ltimo es ministro de Comercio e Industria del Pe?¨®n. En las expendedur¨ªas y estancos se venden productos de Tabacalera; en la televisi¨®n local se anuncia la venta de apartamentos en Marbella o la nueva temporada de primavera-verano de El Corte Ingl¨¦s; Agrom¨¢n, Dragados y Cubiertas se encargan de construir los grandes proyectos inmobiliarios de la apertura, y los bancos de Bilbao, Central e Hispano ya operan en la calle Real.
Todas las tiendas en Gibraltar disponen de doble cajonera en sus m¨¢quinas registradoras. En una se almacena los ingresos de moneda brit¨¢nica y en otra los de moneda espa?ola. Los cajeros de los bancos de la calle Real cuentan con la misma velocidad peniques que pesetas. No se venden peri¨®dicos espa?oles, pero todo el mundo habla en esta lengua. Y en los restaurantes los platos y los vinos del otro lado de la frontera se han buscado ya un sitio junto a la cerveza inglesa; el hot-dog y el pudding de fresa.
Ser pro espa?ol
Salomon Serruya, presidente de la C¨¢mara de Comercio gibraltare?a y ex embajador de Israel en Filipinas, sue?a con introducir a Gibraltar en la Expo 92 de Sevilla, o al menos que esa afluencia de visitantes que se espera en Andaluc¨ªa para ese a?o revierta tambi¨¦n en el Pe?¨®n. Serruya, hebreo de origen sefardita y casado con una navarra, es uno de los hombres m¨¢s influyentes de Gibraltar. No es un pro espa?ol -porque en Gibraltar nadie se atreve a acu?ar este t¨¦rmino- pero tiene simpat¨ªas hacia Espa?a, hasta el punto de que durante a?os aspir¨® a ser el primer embajador de Israel en Madrid.El presidente de la C¨¢mara de Comercio gibraltare?a es uno de los 600 jud¨ªos que viven en Gibraltar y en cuyas manos est¨¢ pr¨¢cticamente la econom¨ªa local y tambi¨¦n la pol¨ªtica, ¨¦sta ¨²ltima al menos hasta la llegada de Bossano al poder. El nuevo ministro principal le arrebat¨® el poder precisamente a otro hebreo, sir Joshua Hassan, que durante 40 a?os ha gobernado el Pe?¨®n.
El periodista Juan Carlos P¨¦rez, ministro laborista encargado del ¨¢rea de servicios municipales, reconoce que entre los seguidores de Bossano tambi¨¦n hay hebreos. Sin embargo, el peso de la colonia est¨¢ en el lado conservador. Grandes proyectos inmobiliarios como Marina Bay, Water Garden, Ald Comander Education Centre, Casemates Car Park o Vingard est¨¢n controlados por hombres con apellidos de origen sefard¨ª o por familias, como es el caso de los Peralta, emparentadas con jud¨ªos.
De las 30.000 personas que poblan Gibraltar, tan solo 20.000 son lugare?os, incluidos los hebreos. El resto lo componen unos 6.000 brit¨¢nicos, familiares de militares o de funcionarios asentados en el Pe?¨®n, y 4.000 extranjeros, un 80% de los cuales son de nacionalidad marroqu¨ª.
La apertura ha generado 1.000 puestos de trabajo para los espa?oles -cuando se cerr¨® la verja, en 1969, hab¨ªa empleados en el Pe?¨®n 4.666 trabajadores del Campo de Gibraltar- que se reparten en diversas ocupaciones, principalmente la hosteler¨ªa. Precisamente a Bossano se le censura desde el otro lado de la frontera de un acusado antiespa?olismo, no en relaci¨®n con la Regada de m¨¢s trabajadores espa?oles a Gibraltar sino por su posici¨®n hacia los 5.000 pensionistas que cobran sus jubilaciones de las arcas del Pe?¨®n.
En su desaf¨ªo a lo brit¨¢nico y a lo espa?ol, que ha marcado su discurso pol¨ªtico en la ¨²ltima campa?a electoral, Bossano ha repetido varias veces que las arcas gibraltare?as no podr¨¢n hacerse cargo en el futuro de estos pagos y ha endosado a Londres la responsabilidad, pese a que existe un acuerdo t¨¢cito entre Espa?a y el Reino Unido para que los pensionistas espa?oles cobren de las arcas del Pe?¨®n.
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