Arthur Koestler, cinco a?os despu¨¦s
Se publica un testimonio p¨®stumo del autor de 'El cero y el infinito'
Se cumplen ahora cinco a?os del suicidio del escritor brit¨¢nico de origen h¨²ngaro Arthur Koestler, uno de los primeros disidentes de la guerra fr¨ªa, que goz¨® de gran popularidad en los primeros a?os de la posguerra europea. En marzo de 1983, Arthur Koestler y su esposa, Cynthia, pusieron fin voluntariamente a sus vidas en su domicilio londinense de la plaza de Montpelier (Montpelier Square), de donde se ha tomado el t¨ªtulo de una recopilaci¨®n de escritos de ambos, Extra?os en la plaza, que acaba de publicarse en edici¨®n espa?ola en la editorial Ediciones de Nuevo Arte Thor.
En el momento de su suicidio, Arthur Koestler contaba 77 a?os de edad y desde hac¨ªa siete padec¨ªa la enfermedad de Parkinson, agravada con una leucemia. Por el contrario,- su esposa, Cynthia -Jefferies, de soltera-, que era su tercera mujer, con la que hab¨ªa contra¨ªdo matrimonio en 19659 s¨®lo ten¨ªa 55 a?os y gozaba de buena salud. Ambos fueron encontrados en el sal¨®n de su casa; ¨¦l, sentado en un sill¨®n y con una copa de coft¨¢ todav¨ªa en la mano, y ella, en el sof¨¢, con un vaso de whisky al lado: hab¨ªan toTado excesivas dosis de barbit¨²ricos.Arthur Koestler hab¨ªa sido uno de los fundadores y propagandistas de la sociedad internacional Exit, que preconiza el derecho a la muerte voluntaria, bastante extendida en Occidente. Si su decisi¨®n parec¨ªa comprensible, dada su edad y el mal estado de su salud, la de su esposa lo fue menos, sobre todo entre los medios feministas.
?Y si se hubiese tratado simplemente -como recuerda el recopilador y prologuista del volumen, Harold Harris- de una historia de amor? Sin embargo, el propio Harris duda tambi¨¦n de esta hip¨®tesis, ya que se?ala a continuaci¨®n "que no se parece a ninguna historia de amor que se haya escrito. Quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s apropiado llamarla historia de una obsesi¨®n". De todas formas, la lectura de estos textos de Stranger on the Square, compuesto fundamentalmente por Cynthia -pues se le deben nueve de sus cap¨ªtulos-, tampoco aclara el problema, que sin duda ambos suicidas te llevaron a la tumba.
Es muy posible que la vida entera de Koestler sea la mejor de sus obras. Su celebridad le lleg¨® tard¨ªamente, cu¨¢ndo contaba m¨¢s de 35 a?os de edad, al publicar en Gran Breta?a, en diciembre de 1940, en plena guerra mundial, la versi¨®n brit¨¢nica de una obra que hab¨ªa escrito en alem¨¢n, Darkness at noon (Oscuridad al mediod¨ªa), m¨¢s conocida en el mundo entero bajo el t¨ªtulo de la traducci¨®n francesa, El cero y el infinito. En realidad, el libro no tuvo gran ¨¦xito en Gran Breta?a, sino, ya despu¨¦s de la guerra, en Francia y en Estados Unidos, y fue uno de los m¨¢s c¨¦lebres testimonios de la recientemente desencadenada guerra fr¨ªa.
Arthur Koestler hab¨ªa nacido en Budapest en 1905, en el seno de una familia jud¨ªa acomodada. Tras estudiar en Viena, a los 20 a?os march¨® a Israel -que no exist¨ªa como tal todav¨ªa-, pues se hab¨ªa afiliado a un movimiento sionista, ideolog¨ªa de la que, con matices, no se separar¨ªa nunca. "Se dice que somos la sal de la tierra, dijo en cierta ocasi¨®n, "pero toda la sal junta en un plato es incomestible". En realidad viaj¨® numerosas veces a Israel, pero nunca se decidi¨® -aunque lo pens¨®- a residir all¨ª de manera permanente.
Tras su primera experiencia jud¨ªa, se traslad¨® otra vez a Europa, donde se convirti¨® en un periodista especializado en temas cient¨ªficos, y se adhiri¨® al partido comunista, al que perteneci¨® durante siete a?os-, de 1931 a 1938, trabajando en los servicios de propaganda del Komintern. Enviado a Espa?a durante la guerra civil, en tres ocasiones, fue detenido por los franquistas y condenado a muerte, aunque tres meses despu¨¦s ser¨ªa liberado mediante el intercambio con otro prisionero.
La experiencia espa?ola y los procesos de Mosc¨² que Stalin desencaden¨® a finales de los a?os treinta contra algunos de los comunistas m¨¢s destacados de la primera hora le hicieron abandonar el partido y escribir la novela que le dar¨ªa fama: El cero y el infinito.
Su obra completa, sin embargo, -no es s¨®lo la de un novelista. Koestler public¨® tan s¨®lo seis novelas, dentro de un total de 25 libros, entre los que hay que contar tambi¨¦n cuatro vol¨²menes autobiogr¨¢ficos, una obra de teatro y una docena de largos ensayos, que fue su g¨¦nero preferido. Entre sus novelas cabe citar, aparte de la que le dio fama, Los gladiadores (tambi¨¦n traducida como Spartaco), Cruzada sin cruz y Los convocados. Son c¨¦lebres los dos gruesos vol¨²menes autobiogr¨¢ficos Flecha en el azul y La escritura invisible. Y entre sus ensayos, Reflexiones sobre la horca, El testamento espa?ol, El yogui y el comisario, Los son¨¢mbulos, El loto y el robot, El rastro del dinosaurio y Las ra¨ªces del azar
Nueva patria
Durante la II Guerra Mundial pudo escapar a Gran Breta?a, pa¨ªs que al terminar el conflicto eligi¨® como su patria, tras residir temporadas en Francia y Estados Unidos. All¨ª encontr¨® a una joven surafricana a la que contrat¨® como secretaria intermitentemente desde 1949 y con la que terminar¨ªa cas¨¢ndose en 1965. Durante los ¨²ltimos a?os -largos- de su vida, y terminada ya la guerra fr¨ªa, Arthur Koesder se dedic¨® sobre todo a la literatura cient¨ªfica, no muy apreciada por el mundo cient¨ªfico acad¨¦mico, con incursiones en temas pol¨ªticos -el sionismo-, religiosos -el budismo- o ¨¦ticos, como la campa?a contra la pena de muerte, en favor de la eutanasia o del suicidio voluntario. Nunca dej¨® de ser un escritor apreciado, pero sus ¨¦xitos multitudinarios ya no volver¨ªan a repetirse.
En realidad, Arthur Koestler fue un escritor antes que un artista, un testigo m¨¢s que un literato, un representante t¨ªpico de la generaci¨®n de intelectuales europeos de mediados de siglo, comprometidos con las luchas pol¨ªticas de su tiempo, combatiente en muchos frentes distintos, y el primero de los grandes disidentes de la guerra fr¨ªa. Extra?os en la plaza es una especie de continuaci¨®n dispersa y fragmentaria de los dos vol¨²menes citados de su autobiograf¨ªa, y, pese a su lejan¨ªa hist¨®rica, constituye una cr¨®nica conmovedora y emocionante de cuando la emoci¨®n, como todo, dejaba ya de ser lo que hab¨ªa sido.
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