"La banca debe obedecer al Gobierno"
Entrevista con Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre d¨ªas antes de su fallecimiento
Sempiterno procurador en las Cortes de Franco, dicharachero impenitente, con una memoria de elefante pese al paso de los a?os, Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre Gonzalo ha sido uno de los ¨²ltimos banqueros del viejo estilo. Un hombre que mand¨® mucho, pero que siempre tuvo clara la fragilidad del poder financiero, por lo que defendi¨® el accidentalista lema seg¨²n el cual "la Banca, como servicio p¨²blico prestado a trav¨¦s de empresas privadas, debe obedecer siempre al Gobierno". Poco antes de morir, concedi¨® una entrevista a este diario, en la que repas¨® aspectos de su vida empresarial y en la que dej¨® la impronta caracter¨ªstica de un modo de hacer que ya es historia.
XAVIER VIDAL-FOLCH Pregunta. Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre, antes que presidente de Banesto fue siempre el hombre fuerte del Guipuzcoano.Respuesta. Yo fui designado consejero del Banco Guipuzcoano en diciembre del 41. Tom¨¦ posesi¨®n el a?o 42. Cuando tom¨¦ posesi¨®n ya exist¨ªa, ya estaban negociando un acuerdo el Banco Guipuzcoano con el Banco Espa?ol de Cr¨¦dito. Ya estaba bastante avanzado. Un convenio ?de qu¨¦? De mutua cooperaci¨®n y asistencia mutua, que consist¨ªa en un intercambio de acciones a la par y un intercambio de consejeros.
P. Su experiencia empresarial anterior, ?cu¨¢l era?
R. Construcci¨®n. Mi vida ha sido siempre la construcci¨®n. Yo he sido, casi cinco a?os, ingeniero del Metropolitano de Madrid, al que ingres¨¦ simplemente en un puesto ¨ªnfimo y fui escalando puestos en la secci¨®n de construcci¨®n. Yo me cas¨¦ un d¨ªa de noviembre de 1925 y el d¨ªa que volv¨ª de viaje de novios, que era el 22, me parece, de diciembre, me dijeron que el 31 de diciembre estaba en paro. Me hab¨ªan dicho lo contrario, si no me hubiera casado, no estoy loco. Me hab¨ªan dicho que se desped¨ªa a todos menos a tres, uno de los cuales era yo. Pero en fin, me despidieron; y entonces, como ya llevaba mucho en la cabeza el ser empresario me instal¨¦. Cog¨ª al jefe m¨ªo que era San Rom¨¢n, hicimos una cosa que se llamaba San Rom¨¢n y Aguirre Ingenieros, y luego Agrom¨¢n.
P. En seguida vinieron los a?os treinta y la guerra.
R. La guerra me cogi¨®, por trabajo, en la zona de San Sebasti¨¢n. San Sebasti¨¢n fue zona roja durante 50 d¨ªas, fue zona nacional despu¨¦s y all¨ª ten¨ªamos trabajo en zona nacional y seguimos trabajando en Agrom¨¢n todo el tiempo de la guerra.
P. Entra de consejero en Banesto en el 42, con Pablo Garnica Echevarr¨ªa de presidente
R. Un hombre extraordinario. Estuvo activo hasta 20 d¨ªas antes de morirse. El hab¨ªa sido ministro de Justicia de la Monarqu¨ªa. No fue ministro m¨¢s que cinco semanas. Lo dej¨® porque dej¨® que all¨ª no se pod¨ªa hacer nada y que ¨¦l en la vida quer¨ªa hacer algo. Sin embargo ¨¦l sigui¨® siendo pol¨ªtico y cuidaba su distrito de Cabu¨¦rniga (Santander), que ¨¦l apoyaba y donde la gente le iba a pedir apoyo.
La posguerra
P. Usted est¨¢ ya de consejero, ?C¨®mo vive el Consejo la posguerra?
R. Hay que distinguir dos cosas. Una el consejo, y otra la Comisi¨®n delegada del Consejo, que es, la que verdaderamente lleva la gesti¨®n del banco. El consejo lleva la iniciativa y el control, lo que yo) llamo la vida de la empresa: si hay que hacer fusiones, aumentar o disminuir sucursales, si hay que buscar otro presidente, etc¨¦tera. Y la comisi¨®n delegada, vamos, en realidad el consejero delegado, m¨¢s o menos ayudado por el presidente, es el que lleva la gesti¨®n.
P. Ha asistido a ese cen¨¢culo desde el 42 hasta el 83...
R. Hasta noviembre..., hasta diciembre del 83. He asistido siempre.
P. ?C¨®mo era don Pablo corno presidente?
R. Colosal. Es la ¨²nica persona en el mundo que he tratado a la que admiro. El ¨²nico hombre cabal. Cuando le presentaban un asunto, ¨¦l respond¨ªa autom¨¢ticamente: la clave est¨¢ aqu¨ª, y d¨¦jese usted de todo lo que tra¨ªa.
P. ?C¨®mo llevaba ¨¦l el banco?
R. Muy personalmente. Se pasaba la vida en el banco. Llegaba al banco a las diez de la ma?ana, y se iba a las nueve y media de la noche. Tambi¨¦n ten¨ªa unos cuantos consejos: ¨¦l era consejero del F¨¦nix, fue presidente de Telef¨®nica, fue presidente de la Campsa, cargos de los que le destituy¨® Franco. S¨ª, le destituy¨® por firmar un manifiesto mon¨¢rquico en 1945.
P. Pablo Garnica muere en 1959, justo cuando el plan de estabilizaci¨®n, y le sucede Jaime G¨®mez Acebo, marqu¨¦s de Deleitosa.
R. Bueno, en realidad quisieron que le sucediera yo. Pero yo no pod¨ªa sucederle. Yo ten¨ªa una porci¨®n de empresas y compromisos con ellas. Parece absurdo, tal como los peri¨®dicos plantean las cosas, parece que ha de ser una lucha: ?Yo quiero sefl, ?Yo quiero serL El marqu¨¦s, con muy buen sentido, no quer¨ªa ser, por razones de salud. Pero yo tampoco pod¨ªa, ten¨ªa otros consejos que atender.
P. Pero en 1968 ya se hab¨ªa legislado sobre incompatibilidades y usted acept¨® la presidencia en 1970, a la muerte de Deleitosa.
R. Claro, puedo aceptar la oferta, y adem¨¢s Agrom¨¢n ya ten¨ªa a mi hijo.
P. C¨®mo era Deleitosa, ?c¨®mo fue su mandato?
R. Deleitosa era encantador, amen¨ªsimo. Era una gran persona. Ten¨ªa una enfermedad mental que acab¨® con ¨¦l, vamos es por la que yo me tuve que poner de presidente. ?l ten¨ªa miedo de la enfermedad y de que el trabajo, que siempre es intenso de un presidente de un banco grande, le desequilibrase otra vez. Y en diez a?os no pas¨® nada, pero a los diez a?os se desequilibr¨® completamente, y en ese momento es cuando yo acept¨¦ ser presidente.
P. Su antecesor era mon¨¢rquico ?Tuvo roces con el r¨¦gimen como el viejo Garnica?
R. Que yo sepa ninguno. Cero absoluto. Don Pablo s¨ª, los tuvo porque don Pablo segu¨ªa siendo liberal.
P. Su presidencia dur¨® desde 1970 hasta 1983.
R. Bueno, esa etapa del banco fue siempre muy bien. El secreto es que la banca prestaba un servicio p¨²blico a trav¨¦s de empresas privadas, y claro, si hac¨ªa un servicio p¨²blico lo l¨®gico era que ten¨ªa que hacer lo que dijese el Gobierno, eso es completamente tonto que no se hiciese. Y eso ha ido muy bien.
Procurador de Franco
P. Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre tambi¨¦n mantuvo actitudes pol¨ªticas, junto a Franco.R. Nunca he querido ser nada en pol¨ªtica. Y me podr¨¢ decir, bueno, pero usted ha estado en las Cortes de Franco. Yo soy ingeniero de caminos. Mi debilidad absoluta es el cuerpo. En 1961 la Asociaci¨®n de Ingenieros de Caminos me dijo que s¨®lo hab¨ªan dos de ellos en las Cortes, que no les representaban de verdad y me pidieron que lo hiciese yo. Les dije que s¨ª, por una legislatura.
P. Pero sigui¨® hasta el final.
R. Nunca volv¨ª a presentarme. Pero Franco me design¨® a dedo y fui procurador hasta el final, hasta 1976, porque siempre me design¨®. Pero nunca me hizo una indicaci¨®n sobre nada.
P. ?Qu¨¦ recuerdos tiene usted de Franco?
R. Oh, a Franco yo no le conoc¨ª hasta el 1946, m¨¢s o menos. Entonces se inauguraba el salto de Villacampo de Iberduero, y fue Franco a inaugurarlo, lo hab¨ªa hecho Agrom¨¢n y fui yo. Entonces el ministro de Obras P¨²blicas me dijo: al general, no le diga usted que es banquero, d¨ªgale usted que es profesor de la Escuela de Caminos. Bueno, pues no le dije que era banquero. Tambi¨¦n estuve en una cacer¨ªa. Yo no cazo, pero me convidaban a cenar, aunque yo no he sido un amigo ¨ªntimo de Franco. El amigo, era el que iba a ver el cine los domingos en el Pardo. En el Pardo los domingos se daba una sesi¨®n de cine, por la tarde, y los amigos iban a esas sesiones. ?l no ten¨ªa amigo ¨ªntimo ninguno, yo creo, pero, vamos, los m¨¢s de la casa. Y eso hizo que tuvi¨¦ramos relaci¨®n. Me design¨® para ser ministro y dije que no, cosa que en la ¨¦poca produjo sensaci¨®n, claro, y eso le molest¨®, adem¨¢s. El ministro de la Vivienda era Arrese y un d¨ªa, en un consejo se enfad¨® y sali¨® dando un portazo. Y al d¨ªa siguiente Franco dijo que me nombraba a m¨ª, para darle la r¨¦plica a Arrese. Pero yo dije que no, que de ninguna manera, le di mis razones y no acept¨¦.
P. ?Razones pol¨ªticas o personales?
R. No las digo, pero no fui. A Franco le sent¨® mal pero se le pas¨® enseguida.
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