Carmen Garrido

"Ahora mismo se llevan los volantes al hilo", dice Carmen Garrido, que no est¨¢ hablando de la ¨²ltima moda de Par¨ªs, sino de algo tan aut¨®ctono como son los trajes de flamenca. De 37 a?os, casada con un economista sevillano, lleva 14 acudiendo sin interrupci¨®n al Roc¨ªo, la popular romer¨ªa onubense en cuyo trayecto mujeres y hombres desfilan no por la pasarela, sino a caballo. Garrido, que siempre se ha confeccionado los trajes para la ocasi¨®n, decidi¨® hace dos a?os crear una l¨ªnea de moda flamenca femenina para la venta, trajes exclusivos de corte cl¨¢sico, pero con la imaginaci¨®n puesta en los colores.

Recientemente, Carmen Garrido present¨® su nueva colecci¨®n en un local madrile?o donde gente muy trajeada trasnocha a ritmo de sevillanas. En el escenario, las modelos no eran profesionales, sino j¨®venes de la alta sociedad, que lucieron los vestidos bailando racialmente.A Carmen Garrido esta vocaci¨®n de la costura flamenca le naci¨® en el Roc¨ªo, cuando la gente le preguntaba por el autor de los trajes que llevaba. Como el autor era ella misma, pens¨® que merecer¨ªa la pena desarrollar su imaginaci¨®n en esa l¨ªnea, y de ah¨ª nacieron sus colecciones, la ¨²ltima de ellas compuesta por 15 trajes rocieros, de falda y blusa, y 19 de flamenca.

Se trata de vestidos exclusivos, para que no puedan producirse esas situaciones de comedia psicol¨®gica en las que dos personas se evitan en las ferias por ser portadoras de trajes exactamente iguales.

"Desde mi punto de vista, el traje de flamenca tiene que ser cl¨¢sico", dice Carmen Garrido, y lo que me divierte es meter colores que favorezcan mucho. Ahora gusta el contraste y las mezclas fuertes, en trajes de lunares, y suaves en los de flores".

Para Garrido, lo que se lleva en este estilo son los escotes en pico y los volantes salidos rematados con bolillos o con tira bordada, dentro de una l¨ªnea tradicional que evita los escotes cerrados y apuesta por las mangas de farol. Seg¨²n la dise?adora, la popularidad de lo flamenco no va a decaer por lo menos hasta 1992. "Lo que se dice de que Espa?a est¨¢ de moda es cierto", afirma. "Hace poco estuve en Par¨ªs y en muchos clubes pon¨ªan rumbas y sevillanas. Por otra parte, diferentes modistas internacionales est¨¢n utilizando elementos caracter¨ªsticos de los trajes flamencos. Por ejemplo, los volantes".

Ese inter¨¦s de los dise?adores, Garrido lo atribuye a que la ropa flamenca, que es muy ajustada, "favorece mucho, realza la figura y permite jugar con muchos elementos. No es lo mismo un traje con volantes que otro que tenga una falda recta".

Carmen tiene dos hijos, de nueve y cuatro a?os, ha sido decoradora y azafata, y afirma que se dedica al dise?o de moda como distracci¨®n, sin aspirar a vivir de ello, en un campo en el que, dice, hay ya mucha competencia.

Sobre si este movimiento de moda con aire andaluz tiene un rasgo de elitismo relacionado con una clase social privilegiada, dice que no: "Si alguien va a la Feria de Abril o del Roc¨ªo ver¨¢ a todo el mundo vestido de flamenco; en todas las ferias andaluzas es as¨ª, y no se trata de algo que pueda atribuirse a una clase social determinada".