Diego Vijande: "Concluyo la obra de mi padre tan triste como liberado"
El pasado jueves, d¨ªa 7, la mayor parte de los que formaron el entorno art¨ªstico de la galer¨ªa Fernando Vijande pasearon sus copas por el amplio garaje madrile?o que ocup¨® este establecimiento desde finales de los setenta hasta su muerte, ocurrida en junio de 1986. El mayor de sus dos hijos, Diego, de 24 a?os, que desde entonces se hab¨ªa hecho cargo de la galer¨ªa, cerraba as¨ª, triste y liberado, la personal¨ªsima obra jugada por su padre dentro del arte contempor¨¢neo espa?ol como promotor e introductor de vanguardias.
La sala en la que a lo largo de estos a?os ha sido expuesta la obra de aquellos j¨®venes artistas espa?oles por los que Fernando Vijande apost¨® hasta lograr el ¨¦xito de la mayor¨ªa (Luis Gordillo, Zush, Chema Cobo o Dar¨ªo Villalba, entre otros muchos), o exhibir los artistas extranjeros m¨¢s importantes del momento (la exposici¨®n de Andy Warhol fue un aut¨¦ntico acontecimiento), luce ahora unos cuantos cuadros envueltos en pl¨¢stico y cart¨®n que se encuentran en espera de ser trasladados . El conocido garaje de N¨²?ez de Balboa ser¨¢ traspasado y seguramente utilizado para un negocio ajeno al arte.Mientras Diego Vijande termina de ordenar la salida de los cuadros recuerda que la actividad profesional de su padre siempre estuvo ligada al arte. Comenz¨® con la venta de antig¨¹edades. Luego pas¨® a dirigir la galer¨ªa Vandr¨¦s y, posteriormente, abri¨® su propio establecimiento. "?l trabajaba exclusivamente con los artistas que le gustaban, sin mayor ¨¢nimo de ganar dinero con ellos. Lo que de verdad le interesaba era imponer su gusto a la gente".
Como prueba de ese desinter¨¦s econ¨®mico, Diego cuenta que a su padre no le gustaba demasiado vender los cuadros de sus artistas. S¨®lo lo hac¨ªa cuando era imprescindible. Ese mismo desinter¨¦s hizo que, a su muerte, la galer¨ªa no tuviera una situaci¨®n econ¨®mica precisamente boyante. "Todo este tiempo lo he dedicado a cumplir los compromisos pendientes y a sanear la situaci¨®n econ¨®mica".
Misi¨®n cumplida
Una vez cumplida esta misi¨®n, y despu¨¦s de dar carta de libertad a todos los artistas de la galer¨ªa, Diego Vijande anuncia que seguir¨¢ en el mundo del arte, pero prefiere no adelantar en calidad de qu¨¦, porque "quiere tener un tiempo para reflexionar". Lo que s¨ª tiene claro es que quiere dejar de medirse con su padre y empezar a funcionar como Diego, sin que se sigan refiriendo a ¨¦l como "el hijo de Fernando".Su sensaci¨®n tras el cierre de la galer¨ªa es de tristeza y de liberaci¨®n. Tristeza, porque termina ahora el gran trabajo realizado por su padre. Liberaci¨®n, porque a partir de ahora podr¨¢ empezar a actuar bajo su propia filosof¨ªa.
Esa filosof¨ªa de la que habla Diego est¨¢ en, al igual que su padre, seguir trabajando con lo mejor, pero adaptado a lo que debe ser el mundo del arte de finales de los ochenta, "un mundo radicalmente distinto de cuando mi padre abri¨® su galer¨ªa".
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