Canillejas, un barrio abandonado
"Nos hemos dado cuenta que no podemos seguir as¨ª, tratando cada caso particular aisladamente, sin una estructura de funcionamiento que permita una organizaci¨®n". L. G., en coordinaci¨®n con Eloy, ha trabajado en un proyecto integral que no s¨®lo contempla la curaci¨®n y rehabilitaci¨®n del toxic¨®mano particular, sino tambi¨¦n la modificaci¨®n de su entorno, de su barrio, "porque si curas a un chaval y luego, sin trabajo, lo env¨ªas de nuevo a un barrio donde no hay fuerzas sociales que le apoyen, el chaval se vuelve a enganchar".En teor¨ªa, los proyectos de los colectivos de barrio y los de la administraci¨®n coinciden en sus l¨ªneas generales y, fundamentalmente, en la exigencia de contar con la colaboraci¨®n vecinal.
En un informe del ¨¢rea de servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid se dice: "Es necesario comenzar a abordar el problema desde un enfoque de compromiso social (barrio-municipio-comunidad aut¨®noma), donde, con un reconocimiento de la labor de los colectivos ciudadanos y un proyecto coherente y cont¨ªnuo de orientaci¨®n y apoyo de sus actividades en la red asistencial-preventiva, se mentalice y adjudique una posic¨ª¨®n activa a los colectivos ciudadarios".
La realidad, vista por los vecinos, es bastante diferente. En el pre¨¢mbulo del proyecto redactado por el grupo de base de Canillejas se dice: "Es cierto que la familia est¨¢ en crisis y el paro juvenil en el barrio es asfixiante. Pero no lo es menos la falta de instituciones eficaces y la apat¨ªa o desentendimiento con que los entes p¨²blicos se comportan en este barrio".
El proyecto incluye la creaci¨®n de un centro de d¨ªa de desintoxicaci¨®n, apoyado por profesionales de la medicina, psicolog¨ªa y asistentes sociales, pero tambi¨¦n por los propios vecinos del barrio, que llevar¨ªan las actividades de aprendijaze y talleres ocupacionales. Los vecinos, voluntarios, se encargar¨ªan de apoyar al toxic¨®mano en sus relaciones con el barrio y su propia familia, hacerle sentir que no est¨¢ solo.
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