Comienzan en Londres las conversaciones cuatripartitas sobre los conflictos de Angola y Namibia
Representantes de Angola, Cuba, Sur¨¢frica y Estados Unidos inician hoy en Londres dos d¨ªas de conversaciones para encontrar una salida a la guerra que enfrenta a angole?os y surafricanos en territorio de los primeros y en la que junto al conflicto civil angole?o se lucha por el destino de Namibia. El estancamiento en que ha entrado el conflicto tras el ¨²ltimo esfuerzo b¨¦lico surafricano ha llevado a todas las partes implicadas a aceptar un encuentro cuatripartito sin precedentes, en el que la Uni¨®n Sovi¨¦tica act¨²a como observadora.
La conferencia va a ser presidida por el secretario de Estado adjunto norteamericano para Asuntos Africanos, Chester Crocker, quien lleva ocho a?os mediando en el conflicto y al que se atribuye la autor¨ªa de un plan de paz que prev¨¦ la retirada de las fuerzas cubanas que apoyan al Gobierno marxista angole?o, el establecimiento de un acuerdo entre ¨¦ste y sus rivales prooccidentales de la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), la retirada de las fuerzas surafricanas de Namibia y la formaci¨®n en Namibia de un Gobierno que suscriba un acuerdo de no agresi¨®n con Pretoria.El plan es muy complejo y sobre ¨¦l pesa el interrogante de la voluntad surafricana de conceder la independencia a Namibia a cambio de la retirada cubana de Angola. La ausencia en las discusiones de representantes de la Organizaci¨®n del Pueblo de ?frica del Suroeste (SWAPO) hace pensar que el ¨¦nfasis se pondr¨¢ en la resoluci¨®n al conflicto angole?o, con la independencia de Namibia ocupando un segundo plano.
Las conversaciones se van a celebrar rodeadas del m¨¢ximo secreto. El Gobierno brit¨¢nico se ha negado a revelar el lugar que acoger¨¢ a la conferencia, en la que los angole?os estar¨¢n representados por su ministro de Exteriores, Afonso van Dunem; los surafricanos por Neil van Heerden, un director general, y los cubanos por Jorge Risquet, miembro del Politbur¨®. El ministro cubano de Exteriores, Ra¨²l Roa, lleg¨® el domingo a Londres, pero no quiso hacer comentarios sobre su hipot¨¦tico papel en las negociaciones.
El conflicto angole?o se libra desde que el pa¨ªs logr¨® su independencia de Portugal, en 1975. Las fuerzas marxistas ganaron la subsiguiente guerra civil, con apoyo econ¨®mico sovi¨¦tico y militar cubano, pero no consiguieron eliminar a la UNITA, que cuenta con el soporte de Pretoria y Washington. Los surafricanos entraron en la guerra con el prop¨®sito de combatir a la guerrilla de la SWAPO, que lucha desde sus bases en Angola contra la ilegal presencia surafricana en Namibia.
Lo que en un principio eran s¨®lo espor¨¢dicas incursiones de las fuerzas surafricanas en Angola, en persecuci¨®n de los guerrilleros de la SWAPO que atacaban a los soldados de Pretoria destacados en Namibia, se ha convertido en una guerra convencional en la que Sur¨¢frica tiene empe?ados a 3.000 hombres y ha comenzado a sufrir sensibles p¨¦rdidas. El punto culminante de este conflicto ha sido la campa?a empezada en octubre contra la estrat¨¦gica localidad sure?a de Cuito Cuanavale. Los surafricanos han sido incapaces de ganar la posici¨®n para sus aliados de UNITA y han perdido carros de combate y aviones -en teor¨ªa imposibles de reemplazar por el boicoteo que pesa sobre el r¨¦gimen racista- y varias decenas de hombres, lo que eleva a unos 50 el n¨²mero total de soldados blancos muertos en Angola, circunstancia que ha convertido la guerra en impopular en Sur¨¢frica.
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