Los tratamientos de choque provocan efectos secundarios en los pacientes
La lucha contra el c¨¢ncer basado en el empleo de la quimioterapia es una t¨¦cnica destructiva que, aun cuando puede ser eficaz contra los procesos tumorales, da?a excesivamente el organismo del paciente y propicia la aparici¨®n futura de leucemias. Esta es la reflexi¨®n del doctor Germ¨¢n Garc¨ªa Garc¨ªa, espa?ol residente en M¨¦xico desde 1940 y pionero en ese pa¨ªs de la medicina oncol¨®gica, que se encuentra en Madrid para participar en los actos organizados por la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer durante la semana europea contra esta enfermedad.
"La actual terap¨¦utica del c¨¢ncer es brutal y destructiva", dice el doctor Germ¨¢n Garc¨ªa, jefe em¨¦rito del servicio de enfermedades neopl¨¢sicas del Hospital Espa?ol en M¨¦xico. "Nos hemos excedido en el empleo de la quimioterapia, que es favorable combin¨¢ndola con otras armas y evitando su aplicaci¨®n en dosis elevadas".'Los propios efectos secundarios de estos tratamientos originan un gran n¨²mero de complicaciones ajenas, en principio, al tumor que se pretende destruir", comenta. "Las drogas que empleamos son en s¨ª mismas cancer¨ªgenas, por lo que en muchos casos hemos curado el mal inicialmente diagnosticado, pero no podemos impedir la posterior aparici¨®n de linfomas o leucemias".
Para evitar estas situaciones, recomienda la aplicaci¨®n de tratamientos multidisciplinares, basados en la cirug¨ªa, la radioterapia y la quimioterapia, aunque, opina que "debemos replantearnos la lucha contra esta enfermedad, porque, aunque parezca deprimente, no estamos ganando la batalla contra el c¨¢ncer".
La ayuda inmunol¨®gica
El profesor Germ¨¢n Garc¨ªa cree, de hecho, que se ha abierto ya un nuevo camino de investigaci¨®n oncol¨®gica, en el que deposita su esperanza, que consiste en estimular las defensas del propio organismo. Recuerda que en Espa?a se orientan en esta direcci¨®n los trabajos del doctor P¨¦rez Cuadrado, del Instituto Oncol¨®gico de Madrid. "Se trata", dice, "de no usar excesivamente la t¨¦cnica destructiva, que perjudica al organismo, sino fomentar en lo posible que las defensas del enfermo act¨²en por s¨ª solas contra las c¨¦lulas cancer¨ªgenas".
El onc¨®logo espa?ol no comparte el optimismo de 'algunos j¨®venes investigadores americanos" del Instituto Nacional del C¨¢ncer de Bethesda, en Estados Unidos, que pronostican un elevado ¨ªndice de curaciones para el a?o 2000. "Creen que mejorando el medio ambiente vamos a curar el c¨¢ncer, cuando los factores medioambientales influyen, pero no son tan decisivos como dicen en la aparici¨®n de la enfermedad".
Sostiene, como ejemplo, que "el fumador que vive en un ambiente sano del campo tendr¨¢ un c¨¢ncer m¨¢s grave que el no fumador que vive en una ciudad polucionada". Afirma que el tabaco agrava la aparici¨®n de cualquier tipo de tumor, aunque ¨¦ste no est¨¦ relacionado con el aparato respiratorio.
En 1982, Germ¨¢n Garc¨ªa present¨® en Filadelfia, en el congreso de la Academia Norteamericana de Radiolog¨ªa, a la que pertenece, su investigaci¨®n realizada en M¨¦xico para establecer la relaci¨®n entre el consumo de tabaco y el c¨¢ncer de laringe.
"Fuimos estudiando el protocolo de vida de las personas afectadas", dice, "y llegamos a la conclusi¨®n de que el momento en que se adquiere el h¨¢bito de fumar es a¨²n m¨¢s decisivo que la duraci¨®n de ese h¨¢bito", por lo que resalta la importancia de las campa?as de prevenci¨®n en la infancia y la adolescencia, que no deben limitarse, opina, a unas simples recomendaciones, sino que "habr¨ªa que profundizar en cu¨¢les son las motivaciones sociales que hacen que el ni?o empiece a fumar".
Toda la actividad profesional del doctor Germ¨¢n Garc¨ªa se ha desarrollado en M¨¦xico, adonde lleg¨® en enero de 1940 formando parte del exilio republicano espa?ol. Antes de 1936 hab¨ªa realizado su formaci¨®n en universidades alemanas. Se doctor¨® en Madrid y fue auxiliar de la c¨¢tedra de Negr¨ªn.
Conocer por qu¨¦
En 1942 cre¨® el servicio de enfermedades neopl¨¢sicas del Hospital Espa?ol de M¨¦xico, y en 1950 funda la c¨¢tedra de oncolog¨ªa de la Escuela Superior de Medicina, por la que han pasado los m¨¢s destacados investigadores oncol¨®gicos de ese pa¨ªs.
Durante casi 40 a?os se ha dedicado a la oncolog¨ªa cl¨ªnica, que, le ha permitido saber c¨®mo una c¨¦lula sana se convierte en cancerosa, pero no por qu¨¦ ocurre. ?l mismo se pregunta perplejo: "Si trato de igual forma a dos individuos que padecen un mismo tumor, y una procedencia muy similar... ?Por qu¨¦ soy capaz de curar a uno y al otro no?".
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