Abuso presidencial

ENVIADO ESPECIALLa discreccionalidad del presidente, que le otorga el reglamento para conceder la segunda oreja no significa que pueda hacer lo que le de la gana. Ayer le deneg¨®, arbitrariamente, la segunda oreja a El Litri, con claro abuso de poder. Es f¨¢cil que al presidente no le guste como torea El Litri, a m¨ª generalmente tampoco, pero hizo una faena bajo las constantes aclamaciones del p¨²blico y los sones de la m¨²sica. Lo mat¨® de una estocada y el respetable las pidi¨® con fuerza. Como el us¨ªa hizo o¨ªdos sordos le propinaron una de las broncas m¨¢s sonoras que hemos o¨ªdo ¨²ltimamente. Al diestro le obligaron a dar tres vueltas al ruedo.

A m¨ª lo que no me gusta de El Litri, como de tantas figuras de hoy, es que rara vez carga la suerte, y por muy templado que se lleve al toro, generalmente embarcado en el pico, falta un factor fundamental del toreo. Le aplaudo, sin embargo, con fervor los hermosos ayudados por alto con que remat¨® su faena. Ah¨ª s¨ª hubo toreo del bueno, y s¨ª que carg¨® la suerte. Al primero lo tore¨® tambi¨¦n sobre ambas manos, con temple, y con la misma salvedad. Termin¨® en Litri, con manoletinas y desplante de rodillas.

Paco Ojeda tampoco carg¨®, generalmente, la suerte. Sin embargo, no hizo el par¨¢n, y los muletazos tuvieron m¨¢s recorrido siendo mejor rematados los redondos que los naturales. Los de pecho, largos y profundos. El cuarto sali¨® apretando para adentro y Ojeda, con buen criterio, lo sac¨® para afuera capote¨¢ndolo. Al llegar al platillo lo revolc¨® seriamente, e hizo por ¨¦l, afortunadamente sin consecuencias.

Rafi Camino s¨ª que carg¨® ayer la suerte. Al sexto le hizo una buena faena de muleta, con hondura. Tanto con la derecha como con la izquierda hubo toreo de verdad. Lo hizo m¨¢s derecho que otras veces, y debe extremar el cuidado para no volver a incurrir en ese defecto. Con el capote tore¨® primorosamente, tanto a la ver¨®nica como por chicuelinas. El tercero fue el ¨²nico que present¨® dificultades, y Camino intent¨® torearlo sobre ambas manos. Ha sido la vez que mejor hemos visto a Camino.

La corrida de Juan Pedro Domecq fue terciada, salvo el sexto, y tuvo bravura y nobleza, excepto el tercero.