V¨ªctimas espa?olas en el Golfo

EL BOMBARDEO realizado ayer por la aviaci¨®n iraqu¨ª contra cinco petroleros, y entre ellos, contra el espa?ol Barcelona, ha tenido consecuencias tr¨¢gicas, entre ellas, las humanas; varios marineros espa?oles han desaparecido. Este hecho pone de relieve hasta qu¨¦ punto son precarias las condiciones en que se navega por las aguas del Golfo.La guerra entre Irak e Ir¨¢n no s¨®lo ha causado cientos de miles de muertos de ambos pa¨ªses, sino que es una amenaza creciente, m¨¢s o menos directa, para otros pa¨ªses geogr¨¢ficamente alejados de la zona de las hostilidades.

Los ataques de ayer ponen de relieve lo inadecuado de las diversas medidas tomadas en el plano internacional para reducir los da?os causados por la guerra. La decisi¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU llamando a un cese inmediato de hostilidades no ha surtido efecto, a, pesar de que, aprobada por unanimidad, ten¨ªa el respaldo de todas las grandes potencias. Las gestiones de P¨¦rez de Cu¨¦llar chocaron en particular con la actitud reticente o negativa de Teher¨¢n. Por otra parte, EE UU inici¨® en julio de 1987 una gran operaci¨®n naval en el golfo P¨¦rsico cuyo objetivo era, en principio, asegurar la libertad de navegaci¨®n. Nav¨ªos de diversos pa¨ªses europeos; se incorporaron a esa operaci¨®n. Los ataques (le ayer ponen en cuesti¨®n -y no es la primera vez- su eficacia.

La pol¨ªtica naval de EE UU en el Golfo, centrada en proteger la exportaci¨®n del petr¨®leo kuwait¨ª, ha sido enfilada exclusivamente contra Ir¨¢n. Esa parcialidad proiraqu¨ª, que han asumido otros pa¨ªses occidentales, difumina las responsabilidades de Irak en los ataques a barcos y en otros puntos, como el empleo militar de gases. En realidad, la operaci¨®n naval de EE UU tiende a influir sobre la guerra ejerciendo una presi¨®n sobre Ir¨¢n, mucho m¨¢s que a la seguridad de las aguas del Golfo. Los ataques de ayer confirman algo que ya se hab¨ªa perfilado durante la guerra: el mayor n¨²mero de ataques contra petroleros ha sido realizado por Irak. Ello se explica porque Ir¨¢n es el que m¨¢s se ha beneficiado, econ¨®micamente cuando han prevalecido en el Golfo condiciones m¨¢s o menos seguras para la navegaci¨®n internacional. Por tanto, con operaciones navales antiiran¨ªes no es posible atajar las reales amenazas que existen, y que se materializaron ayer una vez m¨¢s en la tragedia de los barcos atacados.

Ante los peligros para la navegaci¨®n -que vienen por los dos lados-, ser¨ªan sin duda m¨¢s eficaces acciones del conjunto de la comunidad internacional, y no solamente de un pa¨ªs con sus aliados, inclinado adem¨¢s en favor de una de las partes. Por otra parte, es evidente que no basta aprobar en el Consejo de Seguridad una resoluci¨®n en¨¦rgica. La imposici¨®n de sanciones, y en concreto el boicoteo de ventas de armas, podr¨ªa ser eficaz a condici¨®n de que se aplicase a los dos beligerantes, y no s¨®lo a uno. El objetivo debe ser acabar la guerra, no favorecer a una parte. Pero lo que falta es voluntad pol¨ªtica, como lo demuestran las evidentes complicidades de gobiernos europeos en el intenso tr¨¢fico de armas con los pa¨ªses en guerra. Tambi¨¦n tienen culpa por lo que ocurre en el Golfo los que amparan ese tr¨¢fico.