Las inversiones del acuerdo entre Espa?a y Argentina ser¨¢n de 3.000 millones de d¨®lares
En la primera semana de junio, el presidente de la Rep¨²blica argentina, Ra¨²l Alfons¨ªn, y el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, firmar¨¢n en Madrid el acuerdo de cooperacion econ¨®mica entre ambos pa¨ªses. El aporte inicial, de unos 3.000 millones de d¨®lares, se integrar¨¢ con fondos p¨²blicos del Estado espa?ol y capitales privados de empresarios espa?oles que, asociados con argentinos, gozar¨¢n de un r¨¦gimen de beneficios especiales para sus inversiones en Argentina.
La cooperaci¨®n econ¨®mica que Argentina intenta con Espa?a es mucho m¨¢s que el reclamo de ayuda y solidaridad en memoria de atenciones hist¨®ricas, y excede el acuerdo que los presidentes de ambos Gobiernos firmar¨¢n en Madrid los primeros d¨ªas de junio. Los empresarios espa?oles que han invertido en Argentina durante los ¨²ltimos a?os coinciden en los beneficios que este pa¨ªs asegura a medio y largo plazo.El ingeniero Juan Ciminari, secretario de Industria y Comercio Exterior, anuncia que el Gobierno argentino dar¨¢ "todos los pasos que sean necesarios" para atraer a los inversores italianos y espa?oles. Aclara, adem¨¢s, que es una decisi¨®n tomada por innumerables razones de orden pol¨ªtico, econ¨®mico y cultural. C¨¦sar Alba, agregado comercial de Espa?a en Argentina, es tambi¨¦n optimista sobre la posibilidad de que se aumente de forma notable el intercambio comercial, "porque existe la voluntad pol¨ªtica de ambos Gobiernos en este sentido, y Argentina, a pesar de sus dificultades circunstanciales, contin¨²a siendo un pa¨ªs de enorme futuro".
Entre los datos considerados positivos, los empresarios espa?oles que han participado con sus capitales en Argentina se?alan: primero, un mercado real, que existe a pesar de la recesi¨®n que se registra en los ¨²ltimos seis meses; segundo, la estabilidad pol¨ªtica, que se ha consolidado despu¨¦s de los intentos golpistas; los dos grandes partidos, el radicalismo -en el Gobierno- y el peronismo -en la oposici¨®n-, se han comprometido a sostener la transici¨®n a pesar de sus diferencias; tercero, la llamada reforma del Estado que ha emprendido el Gobierno y que ser¨¢ continuada por el peronismo -en caso de que este partido gane las elecciones generales que se celebrar¨¢n en mayo de 1989- permite vislumbrar una lenta reactivaci¨®n econ¨®mica; cuarto, es muy importante la relaci¨®n coste-oportunidad; la peseta es una moneda fuerte en Argentina, que es a su vez un mercado dolarizado y de precios internos bajos en d¨®lares; quinto, las inversiones en activos fijos -tierras y bienes inmuebles- son interesantes y seguras; y sexto, la radicaci¨®n de industrias es alentada por el Gobierno, que libera de impuestos la importaci¨®n de maquinarias y ofrece otros beneficios extras a los empresarios que decidan instalarse en Argentina como base de sus exportaciones a Latinoam¨¦rica y Europa.
Los inconvenientes
En la columna de los negativos se apuntan los t¨®picos de la situaci¨®n del pa¨ªs desde que se restableci¨® la democracia, en 1983: en primer lugar, la inestabilidad econ¨®mica, que obliga al Gobierno a cambiar casi diariamente las condiciones del mercado para atender a las presiones de los diversos factores de poder internos; aunque se tiende ahora a practicar con m¨¢s rigor un modelo encuadrado dentro de la ortodoxia liberal. En segundo lugar, el grado de conflictividad laboral, que, contra lo que aparenta, no es superior al de otros pa¨ªses democr¨¢ticos de Am¨¦rica Latina. Claro que es diferente la relaci¨®n entre obreros y empresarios si se la compara con la acostumbrada en Europa. El salario promedio de un obrero industrial en Argentina es de unos 200 d¨®lares. Y en tercer lugar, la inversi¨®n a corto plazo no da resultado aqu¨ª. ?ste es un pa¨ªs para confiar en ¨¦l como base de apertura a Latinoam¨¦rica.La recomendaci¨®n que hacen los empresarios espa?oles con experiencia en Argentina es, en lo esencial, la de no perder de vista las riquezas potenciales que a¨²n hacen de Argentina un pa¨ªs con posibilidades de crecimiento. Las reservas de gas y petr¨®leo localizadas a comienzos de a?o aseguran el autoabastecimiento hasta fines de siglo.
La participaci¨®n directa del Gobierno espa?ol, que aporta 500 millones de d¨®lares y garantiza la inversi¨®n privada de otros 500, sumada al esfuerzo de los empresarios argentinos, ser¨¢ el impulso inicial. Funcionarios del Gobierno argentino temen m¨¢s a la especulaci¨®n de los empresarios argentinos que a sus pares espa?oles. La historia demuestra que han sido los propios empresarios argentinos los que se han beneficiado con el estatismo y el cierre de los mercados a la competencia externa, aunque ellos sean los que se presentan ahora como principales cr¨ªticos del Estado y del gasto p¨²blico.
El Gobierno argentino ha iniciado ya planes de integraci¨®n econ¨®mica particular con Brasil y ha firmado un acuerdo similar con Italia. Seg¨²n los datos oficiales, el balance de los primeros meses de vigencia de esos acuerdos ha resultado desfavorable para Argentina.
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