P¨¢game auque te duela

El reparto de la carga fiscal en Espa?a es desigual. Los trabajadores contin¨²an soportando el mayor peso de los impuestos y son los que mayor n¨²mero de declaraciones presentan. El fraude est¨¢ localizado entre empresarios y profesionales independientes, pero los esfuerzos de Hacienda chocan con la lentitud de la justicia espa?ola para resolver los expedientes sobre delito fiscal.

Alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que hacer justicia con los recaudadores de impuestos. Ser¨¢ dif¨ªcil de admitir, pero una gran parte de la humanidad est¨¢ en deuda con ellos. Gracias a su voracidad recaudadora el pueblo llano evit¨® fastidiosas indigestiones, adquiri¨® un saludable gusto por la austeridad y no cay¨® en la tentaci¨®n del lujo superfluo. Otra peque?a parte de la humanidad viv¨ªa a cuerpo de rey. Pero seguramente fueron al infierno, y adem¨¢s sufrieron la ansiedad de la codicia y la enfermedad de la gota.Hoy el sistema de vida se ha sofisticado. Existen, aunque cada vez menos, algunas escapatorias frente a estos nuevos inquisidores. Aunque no para todos igual. Los que cobran una n¨®mina est¨¢n condenados a pagar. Para los que viven de un negocio o de las rentas, el sistema fiscal espa?ol muestra numerosas lagunas. Y para navegar por ellas hay barcas de remos y potentes yates de lujo.

La tarta fiscal en t¨¦rminos de base imponible, es decir, de rentas declaradas, se reparte en Espa?a de manera poco equitativa. Las trabajadores se llevan la tres cuartas partes del pastel, mientras los empresarios se sit¨²an en el 8,63%; de los que obtienen rentas del capital mobiliario declaran el 5,90%; los profesionales, el 3,38%; los perceptores de rentas del capital inmobiliario, el 2,09%; los agricultores, el 1,74% , y otras rentas, el 2,14%. La evoluci¨®n de los ¨²ltimos a?os muestra que, aunque lentamente, los trabajadores pierden peso seg¨²n este baremo, mientras que los empresarios ganan algo de terreno.

Fraude

En total, los espa?oles declararon haber ganado en 1986 11,8 billones de pesetas, frente a los 9,8 billones del pasado a?o. De ellos, el mayor incremento corresponde a las rentas inmobiliarias (54,62%), seguido de los agricultores (53,28%) y empresarios (40,66%). La explicaci¨®n, seg¨²n Hacienda, no es que estos sectores hayan duplicado sus ingresos por t¨¦rmino medio, sino que se han descubierto bolsas de fraude.De los 11,8 billones declarados de renta, 2,2 billones fueron a parar a los bolsillos de Hacienda, es decir, una de cada cinco pesetas que declararon ganar los espa?oles. Pero no todos aportaron igual. En t¨¦rminos de cuota l¨ªquida (cuota ¨ªntegra menos deducciones), el 52,12% de la recaudaci¨®n se obtuvo de rentas de hasta tres millones de pesetas. Estas rentas eran el 91,73% de las declaraciones presentadas que consignaron ingresos que suponen el 71,74% del total. Con ganancias entre 25 millones y 30 millones de pesetas s¨®lo hubo en Espa?a 1.402 contribuyentes, el 0,02 del total, y que aportaron a la recaudaci¨®n el 0,87%.

El arma de Hacienda para cambiar la tortilla es la inspecci¨®n fiscal, pero cuando se descubren fraudes importantes (m¨¢s de cinco millones de pesetas) la Administraci¨®n topa con la lentitud de la justicia espa?ola para resolver los expedientes. Si hasta abril de este a?o se han enviado a los tribunales 84 expedientes por delito fiscal, s¨®lo hay una sentencia firme -contra el empresario riojano Marcos Eguiz¨¢bal-, tres han sido sobrese¨ªdos y uno absuelto, pendientes estos ¨²ltimos de los recursos interpuestos.

Visto el ¨¦xito obtenido, Hacienda est¨¢ dispuesta a librar una batalla en el terreno de la informaci¨®n. El acuerdo suscrito con los bancos sobre el embargo de cuentas corrientes, el levantamiento del secreto bancario y la implantaci¨®n del IVA permitir¨¢n que haya menos escapatorias.