Del barro a la grasa

Hace unos d¨ªas, en estas mismas p¨¢ginas, un ciudadano madrile?o se quejaba del barro que se proyectaba sobre sus calcetines al pisar una baldosa suelta de la Gran V¨ªa. En la periferia de Espa?a tenemos otras cosas. En Avil¨¦s y las m¨¢rgenes de su r¨ªa tenemos grasa. El barro casi se cae solo de la ropa, pero le puedo asegurar que ni el detergente que anuncia Manuel Luque es capaz de quitar la grasa que traen los ni?os que juegan en la zona de S. Balandr¨¢n en la ropa y en el calzado.La grasa sint¨¦tica, en forma de bolas (las hay como avellanas y las hay como balones de reglamento), proviene de Ensidesa, que, ignorando el art¨ªculo 45 de la Constituci¨®n y el 347 bis del C¨®digo Penal, las vierte a la r¨ªa de Avil¨¦s en una cantidad pr¨®xima a las 10 toneladas al mes. Las mareas y el viento se encargan del resto.

Esta grasa es la que no se puede vender, otra la vende y se encargan de recogerla. Es decir, no es que no se gaste una peseta en no contaminar, ?es que quiere cobrar por no contaminar! Tira decenas de camiones de basura al d¨ªa y no puede recoger 10 toneladas al mes, ?curioso!

Algunas autoridades se gastaron millones en un estudio encargado a los ingenieros ingleses del T¨¢mesis, pero ahora dicen que el tema no es de su competencia.

Las que tienen competencia dicen que es dificil probarlo. ?A qui¨¦n hay que recurrir? ?Al juzgado, como en Catalu?a? ?Todo nos lo tiene que solucionar el ocupado Defensor del Pueblo?

Espero que en las pr¨®ximas elecciones alguien les tenga miedo a los grupos verdes, y entonces...-