Las ONG, escuelas de ciudadan¨ªa en America Latina
Incluso los ovni necesitaron de una sigla para existir. Algo parecido les ha ocurrido a los n¨²cleos de iniciativa social que las necesidades terminol¨®gicas han identificado como organizaciones no gubernamentales (ONG). En Am¨¦rica Latina los tejidos nacionales de las ONG han tenido papeles de protagonistas en el acompa?amiento de los procesos de sobrevivencia material y simb¨®lica de extensos sectores golpeados por la exclusi¨®n social y la violaci¨®n masiva de sus derechos b¨¢sicos.Las ONG han sido escuelas de ciudadan¨ªa en que los pueblos han perservado su esencial derecho a la responsabilidad; es decir, a hacerse cargo de sus propios problemas. Toda una corriente de pensamiento democr¨¢tico que valora la participaci¨®n social, la descentralizaci¨®n administrativa, el equilibrio de funciones entre Estado y sociedad civil, ha tenido como arraigo social la pr¨¢ctica y la experiencia de dichos organismos sociales.
En efecto, las ONG forman ostensiblemente parte del paisaje social latinoamericano. La visibilidad de su presencia es manifiesta, al menos desde comienzos de los a?os setenta. En cuanto n¨²cleos de iniciativa social las ONG han configurado buena parte de las pr¨¢cticas sociales m¨¢s significativas del ¨²ltimo tiempo. Por ello las ONG proporcionan un sugerente punto de vista sobre los procesos de participaci¨®n social y sus modalidades de representaci¨®n institucional.
Si bien las ONG emergen en Am¨¦rica Latina desde comienzos de los a?os cincuenta -fundamentalmente como modalidades de acci¨®n social de la Iglesia cat¨®lica- en su auge a partir de la segunda mitad de los a?os setenta, lo que contribuye a definir los principales rasgos del perfil con que se ven a s¨ª mismas y son socialmente percibidas. El clima de dicha ¨¦poca est¨¢ marcado por el predominio de reg¨ªmenes dictatoriales, que cierran todos los espacios democr¨¢ticos en que actores sociales y fuerzas pol¨ªticas encuentran posibilidades de acci¨®n. En tales condiciones, las diversas variantes de ONG emergen para cumplir funciones subsidiarias, supletorias incluso, respecto de actores y pr¨¢cticas debilitados o impedidos de ser. En sui g¨¦nesis misma -por sus promotores y objetivos las ONG est¨¢n marcadas por la conciencia de su transitoriedad. Ellas no ser¨ªan sino modalidades de un hacer social en condiciones de vulnerabilidad m¨¢xima. De ah¨ª el ¨¦nfasis en los aspectos defensivos y de sobrevivencia material o simb¨®lica que impiden a los actores verdaderos hacer normalmente pol¨ªtica.
Todas estas percepciones sufren un cambio radical con la apertura de los procesos de recuperaci¨®n democr¨¢tica que vive principalmente Am¨¦rica del Sur. Ellos act¨²an como reveladores de nuevos campos de posibilidades en relaci¨®n a los cuales -y no s¨®lo en referencia al pasado puede ser reevaluada la realidad del tejido de las ONG existente en la regi¨®n. Los procesos de recuperaci¨®n democr¨¢tica han invalidado la hip¨®tesis impl¨ªcita acerca del car¨¢cter simplemente supletorio de las ONG. En democracia las ONG no s¨®lo permanecen, sino que acrecientan su significaci¨®n nacional.
Capacidad de escucha
En efecto, las ONG han sido durante los a?os recientes ¨¢mbitos privilegiados de aprendizaje social. De la diversidad de sus pr¨¢cticas y su ampl¨ªa capacidad de escucha ha resultado un potencial de innovaci¨®n tanto en el plano de las ideas como de la experimentaci¨®n social, que ha enriquecido considerablemente la cultura democr¨¢tica del continente.
Nuevas posibilidades de acci¨®n se abren en democracia para las ONG. Dichas posibilidades son ante todo el aprovechamiento efectivo de su capacidad de reducir la brecha existente entre el arriba institucional (capital, poder, conocimiento) y el abajo de la exclusi¨®n social. Brecha por la que se desangran las energ¨ªas de las j¨®venes democracias latinoamericanas.
Construir democracia en el doble ¨¢mbito de lo institucional y de lo societal aparece como el objetivo insoslayable de la acci¨®n de las ONG latinoamericanas. Ello implica -seg¨²n hemos argumentado m¨¢s arriba- superar la quiebra actual entre un arriba principalmente institucional y un abajo de la exclusi¨®n social b¨¢sicamente centrado en la sobrevivencia. Asumir ambas dimensiones requiere dar cuenta de dos matrices de la acci¨®n democr¨¢tica. Una, b¨¢sicamente referida al arriba, pone el acento en la acci¨®n a nivel institucional -Estado sistema pol¨ªtico-, y sus agentes principales son los partidos.
Otra, referida al abajo, enfatiza la acci¨®n social participativa, las relaciones primarias del ¨¢mbito comunitario. Quebrar la separaci¨®n entre el arriba y el abajo supone, en consecuencia, articular ambas matrices de la acci¨®n democr¨¢tica. Contribuir a la superaci¨®n de dicha quiebra deber¨ªa constituir en la actualidad el eje de lals preocupaciones de las ONG latinoamericanas y de quienes cooperan con ellas en el nivel internacional.
La importancia internacional adquirida por diferentes actores sociales y pol¨ªticos reagrupados en diversas modalidades de ONG ha llevado incluso a hablar del importante -aunque no siempre visible- papel de una activa diplomacia informal que potencia las relaciones de pueblo a pueblo. Esta nueva diplomacia puede ser llamada informal por sus m¨¦todos, pero no por sus objetivos, que son los de la comprensi¨®n, amistad y cooperaci¨®n entre los pueblos en el marco de un orden internacional multilateral de paz y de desarrollo.
Desde Europa, la acci¨®n de las ONG de cooperaci¨®n al desarrollo ha cumplido un importante papel no s¨®lo en la transferencia de recursos hacia Am¨¦rica Latina sino tambi¨¦n en la creaci¨®n de efectivas condiciones de di¨¢logo entre actores sociales y fuerzas pol¨ªticas de ambos continentes. Es a menudo a trav¨¦s de canipaflas informativas de estas ONG europeas como las opiniones p¨²blicas -la Europa de los ciudadanos- forman su imagen de Am¨¦rica Latina y act¨²an en relaci¨®n a ella. Con su ingreso en la Comunidad Europea, Espa?a se incorpora naturalmente a este ¨¢mbito de acci¨®n. Numerosas ONG nacen durante los ¨²ltimos a?os y concretan acciones tanto con sus contrapartes en Am¨¦rica Latina como en otras ONG europeas de mayor experiencia y envergadura. De cara al doble desaflio de 1992 (Mercado ?nico Europeo, V Centenario) las ONG espa?olas est¨¢n llamadas a desempa?ar un papel protagonista en este redescubrimiento mutuo de ambos continentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.