Los pa¨ªses de la Comunidad Europea abren la v¨ªa al reconocimiento mutuo de sus t¨ªtulos universitarios

ENVIADO ESPECIAL La Comunidad Europea (CE) acord¨® ayer que los t¨ªtulos universitarios expedidos en cada uno de sus 12 pa¨ªses miembros ser¨¢n reconocidos sin m¨¢s requisitos en los dem¨¢s. El acuerdo establece reservas y excepciones, pero aun as¨ª supone un gran impulso para la creaci¨®n, dentro de algo, m¨¢s de cuatro a?os, del mercado interior ¨²nico, en el que las personas, bienes y capitales circular¨¢n sin barreras. A partir de 1990, los doce reconocer¨¢n todos los diplomas de ense?anza superior que se expidan en los Estados miembros tras una formaci¨®n m¨ªnima de tres a?os.

El compromiso logrado ayer constituye un nuevo ¨¦xito de la actual presidencia de la CE por parte de la Rep¨²blica Federal de Alemania, que ha conseguido forzar este mes varios acuerdos de gran alcance, como los de liberalizaci¨®n de movimientos de capitales y del transporte por carretera, que son requisitos indispensables para la puesta en pr¨¢ctica del mercado interior europeo. Las delegaciones se reunieron justamente en el marco de un Consejo de Mercado Interior, bajo la presidencia del ministro alem¨¢n de Econom¨ªa, Martin Bangemann.Aunque recalc¨® que la incidencia de la directiva "ser¨¢ reducida a medio plazo", especialmente para los espa?oles, que no gozar¨¢n de la libre circulaci¨®n en la CE hasta 1993, el secretario de Estado espa?ol Pedro Solbes afirm¨® que "a largo plazo es de gran inter¨¦s, porque nos va a llevar a una armonizaci¨®n de los sistemas educativos en los doce".

El acuerdo afecta sobre todo a las profesiones jur¨ªdicas y liberales (abogados, procuradores, agentes de la propiedad industrial, asesores fiscales, etc¨¦tera) y econ¨®micas y comerciales, pero no a los sanitarios ni a los arquitectos, cuya libre circulaci¨®n est¨¢ regulada en directivas comunitarias aprobadas con anterioridad. A los ingenieros se les aplicar¨¢ tambi¨¦n la directiva adoptada hasta que exista una espec¨ªfica para su profesi¨®n.

Otro de los ¨²ltimos problemas en resolver fue el suscitado por Grecia -y en menor medida Luxemburgo-, que deseaba ampliar todo lo posible el reconocimiento de los t¨ªtulos expedidos en pa¨ªses terceros porque muchos j¨®venes griegos cursan estudios en pa¨ªses socialistas, mientras el gran ducado carece de universidad y cuenta con un n¨²mero nada despreciable de estudiantes matriculados en Suiza. Los ministros dieron s¨®lo parcialmente satisfacci¨®n a su reivindicaci¨®n, porque para conseguir el reconocimiento de su diploma aquellos profesionales que hayan estudiado en pa¨ªses terceros deber¨¢n ejercer su profesi¨®n durante tres a?os en el Estado miembro del que proceden.

El Consejo de Ministros no logr¨®, en cambio, ponerse de acuerdo sobre el derecho al libre establecimiento de los inactivos (estudiantes y jubilados) que el Tratado de Roma otorga a los trabajadores, porque Dinamarca y, en menor medida, otros pa¨ªses como Francia siguen mostr¨¢ndose reacios. El primer problema radica en la fijaci¨®n de un nivel de recursos m¨ªnimos para el joven no becado que pretenda cursar estudios en un Estado comunitario del que no es originario, y el segundo afecta a la carga que podr¨ªa suponer para la Seguridad Social de algunos pa¨ªses meridionales el tener que hacerse cargo de numerosos pensionistas del norte de Europa que se asentar¨ªan en la costa mediterr¨¢nea.

Francia es el pa¨ªs que m¨¢s teme este ¨¦xodo de ancianos, mientras Espa?a no parece tener la misma preocupaci¨®n porque, seg¨²n Solbes, "los acuerdos bilaterales sobre prestaciones de Seguridad Social son suficientes para obviar este problema". "De hecho", a?adi¨® el secretario de Estado, "hay ya muchos jubilados n¨®rdicos asentados en nuestro pa¨ªs sin que el fen¨®meno haya causado perturbaci¨®n alguna".