Matrimonio destrozado

Mi mujer y yo nos llev¨¢bamos muy bien y no discut¨ªamos casi nunca. Ayer, sin embargo, se desarroll¨® el siguiente drama-ficci¨®n:Yo. Ma?ana hay que presentar la declaraci¨®n de la renta, que ya tengo lista, as¨ª que tenemos que firmarla y decidir la respuesta a la pregunta sobre la asignaci¨®n para la Iglesia (hace tiempo que venimos discutiendo esta cuesti¨®n).

Mi mujer. Ya sabes cu¨¢l es mi postura en este punto, as¨ª que marca la casilla correspondiente.

Yo. Lo siento mucho, pero no quiero marcar esa casilla. En realidad, lo que quiero es que no figure la pregunta y lo que voy a hacer es tacharla entera, como si no estuviera en el impreso.

Mi mujer. ?De ninguna manera! Para m¨ª es una cuesti¨®n de convicci¨®n y de creencias; si no quieres marcar la misma casilla que yo, hacemos la declaraci¨®n por separado.

Yo. Me temo que para eso tendr¨ªamos que divorciarnos antes. De todas maneras, voy a consultarlo a Hacienda a ver si nos dan alguna soluci¨®n.

Descuelgo el tel¨¦fono, marco el n¨²mero de la Delegaci¨®n de Hacienda y me contesta una se?orita a la que explico el caso: que a mi mujer y a m¨ª nos obligan a hacer una declaraci¨®n conjunta, que en esa declaraci¨®n conjunta se hace una pregunta de car¨¢cter personal e individual, que no podemos ponemos de acuerdo en la respuesta..., y que qu¨¦ podemos hacer. La se?orita me explica amablemente que no hay soluci¨®n; que no podemos hacer la declaraci¨®n por separado, que tengo raz¨®n al plantear el problema, que no es el primer caso, que la pregunta es ¨²nica y que con tal car¨¢cter hay que contestarla, y que lo m¨¢s que ella puede hacer es trasladar mi queja a su superior.

Finalmente, decido eliminar la pregunta de los impresos, borrarla completamente con ese l¨ªquido blanquecino y maravilloso que utilizan las mecan¨®grafas, como si nunca hubiera existido. A mi mujer no le queda m¨¢s remedio que aceptar de mala gana la decisi¨®n y me advierte que el a?o pr¨®ximo ella piensa contestar a la pregunta y, por tanto, va a iniciar los tr¨¢mites del divorcio -mejor dicho, de separaci¨®n legal- para poder declarar por separado.

Muchas gracias al Ministerio de Hacienda y a la santa madre Iglesia por haber destrozado mi matrimonio.- .