Los jueces y Brecht
La plausible sentencia del Tribunal Constitucional anulando las anteriores de la Audiencia Provincial de Madrid y la Sala Segunda del Supremo y absolviendo al objetor de conciencia Jos¨¦ Luis Navazo Gancedo del supuesto delito cometido cuando afirm¨® que "hay una gran parte de los jueces que son realmente incorruptibles; nada, absolutamente nada, puede obligarles a hacer justicia", ha motivado una secuela de cartas a su peri¨®dico en las que se atribuye el parad¨®jico razonamiento a Bertolt Brecht, cosa que mi recuerdo rechaza, aunque la pereza me impida investigarlo. Si la memoria no me falla, Bertolt Brecht nunca dijo eso, ni habr¨ªa sido coherente con su pensamiento decirlo. Lo que, si no recuerdo mal, dijo -aunque sea incapaz de ubicarlo en una de sus obras- era: "Los jueces..." y no "una gran parte de los jueces". No pod¨ªa hacer la correcci¨®n parcial que se le atribuye, porque Brecht -y ¨¦se era el fondo de su pensamiento- era muy consciente de que administrar justicia no es la funci¨®n encomendada a los jueces, sino aplicar la ley; ley que, por ser emanaci¨®n en cada tiempo y lugar de la clase en el poder, es inidentificable, en un mundo ca¨®tico y desequilibrado, injusto, con la justicia. La ley en Espa?a, y, por no ir m¨¢s lejos, en Marruecos, no es, obviamente, la misma, supongo que en ning¨²n tema; las leyes, en cualquier pa¨ªs, ahora y en el medioevo, han sido, evidentemente, distintas en relaci¨®n con esos temas que pretenden regular. La justicia, por su car¨¢cter natural, ajeno a las coordenadas geogr¨¢ficas e hist¨®ricas, no puede -al menos en la sociedad clasista, anatematizada por Brecht- identificarse con ninguna legislaci¨®n positiva. De ah¨ª el sentido de la expresi¨®n. Hombre riguroso, Bertolt Brecht no hablaba de "una gran parte de los jueces", sino de los jueces.D¨¦mosle, pues, al se?or Navazo lo que es del se?or Navazo y a Brecht lo que es de Brecht, sin modificar por cortes¨ªa corporativa su pensamiento. Celebrar¨ªa, por supuesto, que la memoria me hubiera jugado una mala pasada y fuera yo el equivocado, ya que en tal caso ser¨ªa m¨ªo el razonamiento que comento. Pero es de Brecht.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.