Pacto electoral de Dukakis y Jackson

Los precandidatos presidenciales Michael Dukakis y Jesse Jackson enterraron ayer el hacha de guerra ideol¨®gica, en aras de la unidad del partido y del triunfo electoral en las elecciones de noviembre pr¨®ximo, siete horas antes del inicio de la convenci¨®n dem¨®crata en Atlanta. Los dos pol¨ªticos -a los que separan raza, ideolog¨ªa, origen y formaci¨®n- se hicieron finalmente la esperada y valiosa foto de familia, que despeja la pesadilla de una convenci¨®n dividida que s¨®lo podr¨ªa jugar en favor de los republicanos.

Las tres tendencias del partido -la progresista de Jackson; la centrista, moderadamente liberal, de Dukakis, y la m¨¢s conservadora, representada por el senador tejano, aspirante a la vicepresidencia, Lloyd Bentsen- aparecieron conjuntamente ante la Prensa. Dukakis, con la aceptaci¨®n de Jackson, pinchaba as¨ª el globo de una batalla ideol¨®gica televisada en directo durante cuatro d¨ªas, cuando lo que los dem¨®cratas necesitan es proyectar la imagen de un partido unido y capaz de ganar el 8 de noviembre.Con un rezo por el arzobispo cat¨®lico negro de Atlanta, Eugene Marino, el himno nacional y el compromiso de fidelidad a Estados Unidos recitado por decenas de ni?os, el Partido Dem¨®crata inici¨® a las 18.24 de ayer (las 12.24 de hoy en Espa?a) su convenci¨®n, que conf¨ªa en convertir en el primer acto de su reconquista de la Casa Blanca.

Un impresionante decorado futurista de inspiraci¨®n babil¨®nica, con un podio elevado a 30 metros y los colores patri¨®ticos de la bandera nacional revistiendo toda la sala del Omni Arena (un palacio de deportes supermoderno, con capacidad para 15.000 personas), es el escenario de la convenci¨®n. Est¨¢ pensado para la televisi¨®n y para proyectar la imagen de modernidad, alta tecnolog¨ªa y futuro que quieren imprimir a su campa?a los dem¨®cratas.

Papel clave para Jackson

A mediod¨ªa, Dukakis reconoci¨® p¨²blicamente el respeto debido al l¨ªder de los derechos civiles, admitiendo su liderazgo y prometiendo para ¨¦l un papel "clave e importante" en la campa?a del oto?o. Pero el cauto gobernador de Massachusetts -que no quiere aparecer ante la clase media, que conf¨ªa en que le aupar¨¢ a la presidencia, cediendo ante el radicalismo de Jackson- no le ha hecho a ¨¦ste promesas concretas.

"No se trata de cargos, t¨ªtulos o salarios, sino de la inclusi¨®n de mis votantes. Quiero participar", explic¨® Jackson, despu¨¦s de una entrevista de tres horas de duraci¨®n en la suite de Dukakis en el hotel Hyatt, que sirvi¨® para hacer las paces. No hay un acuerdo espec¨ªfico, con los detalles por escrito, pero Dukakis asegur¨®: "Quiero que Jesse juegue un importante papel en la campa?a, y sus votantes ser¨¢n una parte esencial de la coalici¨®n que nos llevar¨¢ a la Casa Blanca".

Los principales asesores de Jackson -que ha logrado siete millones de votos en las primarias, ha ampliado el partido y magnetiza a los sectores m¨¢s pobres y abandonados de este pa¨ªs, no s¨®lo de raza negra- ser¨¢n incluidos en la campa?a del oto?o. Dukakis acomodar¨¢ el ala progresista del reverendo negro en la campa?a que ha decidido conducir por el centro del espectro pol¨ªtico.

Jackson prometi¨® ayer que el mi¨¦rcoles, tras la designaci¨®n oficial de Dukakis como candidato de los dem¨®cratas, expresar¨¢ formal y plenamente su apoyo al gobernador de Massachusetts. Y lo que es m¨¢s importante: asegur¨® que el jueves, en contra de lo que hab¨ªa amenazado, no presentar¨¢ su nombre a la votaci¨®n como candidato a la vicepresidencia. La sangre no llegar¨¢ al r¨ªo, aunque el l¨ªder negro precis¨® que ma?ana defender¨¢ algunas de sus tesis, ya derrotadas en el debate previo, en un intento de incluirlas en el programa del partido.

Dukakis, que acept¨® sonriente posar con una gorra de b¨¦isbol con el nombre de Jesse Jackson, calific¨® a su rival de "gran l¨ªder" y asegur¨® que ser¨¢ parte esencial del equipo con el que quiere llegar a la Casa Blanca. Pero ayer, Jackson, que sabe bien hasta d¨®nde pod¨ªa prolongar el pulso, no habl¨® para nada de poder compartido, olvidando la idea peligrosa de copresidencia que hab¨ªa sugerido en los ¨²ltimos d¨ªas. Sus partidarios se?alan que su l¨ªder desear¨ªa un puesto de embajador volante para el Tercer Mundo o de bombero apagafuegos de crisis internacionales en una eventual Administraci¨®n dem¨®crata.

"Estamos en el mismo barco"

Jesse asegur¨® ayer que "estamos en el mismo barco para acabar con ocho a?os de vicioso reaganismo", y dijo que los dem¨®cratas saldr¨¢n de la convenci¨®n de Atlanta con "un nivel de unidad sin precedentes". El partido, que ha perdido cuatro de las ¨²ltimas cinco elecciones presidenciales, no ha estado nunca tan unido como ahora desde que Lyndon Johnson fue elegido presidente, en 1964, seg¨²n declar¨® el aspirante a vicepresidente, Lloyd Bentsen.

Los dem¨®cratas resucitaron anoche, como telonero de lujo en la apertura de la convenci¨®n, al malhadado ex presidente Jimmy Carter, que hizo un canto a la unidad del partido prometiendo el triunfo en noviembre. Fue la rehabilitaci¨®n del ¨²nico presidente dem¨®crata que perdi¨®, en este siglo, la Casa Blanca cuando la ocupaba y que, tras ocho a?os de reaganismo, comienza a ser mejor considerado por la historia. Antes de que el georgiano ex cultivador de cacahuetes arengara a la convenci¨®n, una mujer, Ann Richards, la tesorera del Estado de Tejas, pronunci¨® el key note speech, el discurso que marcar¨¢ el tono de la convenci¨®n y que es considerado como el m¨¢s importante, tras el que har¨¢ Dukakis el jueves, de toda la convenci¨®n.