Kitty se pasa al periodismo

F. G. B. La posible pr¨®xima primera dama de EE UU, la expansiva jud¨ªa Kitty Dukakis, se ha pasado al periodismo y desde ayer cuenta sus impresiones de la convenci¨®n en una columna en el diario USA Today. Esta mujer, que puede dejar a Nancy Reagan como una hermanita de la caridad en cuanto a mandona pol¨ªtica, se estrena contando que ha tenido que prestar a sus dos hijas, Kara y Andrea -esta ¨²ltima estudi¨® un verano en Madrid-, sus vestidos para la convenci¨®n.

Kitty, que ya ha dicho que piensa ser muy influyente si su marido llega a presidente, no tiene empacho en revelar que tuvo que coser cuatro botones a Kara. La esposa del gobernador de Massachusetts, una divorciada mel¨®mana a la que interesa mucho la suerte de los refugiados asi¨¢ticos y el desarme nuclear, se ha dado cuenta de que la convenci¨®n es un circo period¨ªstico y que lo mejor es buscarse un hueco en el cuarto poder.

No va a serle f¨¢cil sobrevivir a este happening. Cada uno de los 13.000 periodistas acreditados en este horno de fre¨ªr asfalto (40 grados a la sombra) ha recibido una bolsita de supervivencia: aspirinas, alka seltzer, limpiadores del aliento, hilo, agujas e imperdibles. Todo ello, cortes¨ªa de la cadena de televisi¨®n Cable News Network (CNN).

Una ciudadana de 42 a?os se pasea con un cartel: "Muerte a la basura yuppie". R. Slaymaker, de siete a?os, de Pensilvania, muestra una pancarta: "Polis y Ku Klux Klan son la misma cosa. Partido Mundial de los Trabajadores". Su pap¨¢ dice que el mocoso es socialista. Todo el decr¨¦pito radicalismo norteamericano se ha dado cita en Atlanta.

Aqu¨ª est¨¢ el gotha de la izquierda radical: miembros del Partido Comunista, que, por primera vez en d¨¦cadas, este a?o no presenta candidato a la presidencia; el grupo militante anticapitalista No Business As Usual (NBAU), que se manifiesta con capuchas, copiando la imaginer¨ªa de la insurrecci¨®n palestina; la Joven Brigada Revol¨²cionaria Anticomunista; el Partido Comunista Revolucionario; los Guerreros Proletarios de Rhode Island, que cantan "No guerra, no KKK, no USA fascista".

Y frente a ellos, la ley y el orden opone la Secci¨®n T¨¢ctica de la Polic¨ªa de Atlanta, unos formidables agentes con casco gal¨¢ctico negro, esposas de pl¨¢stico, porras interminables y escudos. Un carrito el¨¦ctrico de golf, con agua fresca, sigue sus desplazamientos a trote medio.

Tambi¨¦n hacen o¨ªr su voz en Atlanta los gay y lesbianas, que exigen respeto y poder pol¨ªtico a Dukakis. "Alguien a quien quieres es gay" y "Sodom¨ªa, lo hacen mis vecinos, mis amigos y mis ¨ªdolos", rezan sus camisetas. Un grupo de decr¨¦pitos supervivientes del movimiento hippy contemplaba el domingo, esc¨¦ptico, el mitin de los homosexuales. Dos barbudos desplegaban su pancarta: "Boicoteo a la coca¨ªna, resucitar la hierba".