Incidentes en el Palacio de Justicia

M¨²ltiples incidentes han jalonado la vista oral del juicio por la desaparici¨®n de Santiago Corella, que, por ejemplo, hubo de ser suspendido en cuatro ocasiones despu¨¦s de que se recibiesen otras tantas amenazas de bomba. Desde el 16 de junio, los abogados defensores Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez y Manuel Tuero han contado con escolta policial, tras denunciar que se preparaba un atentado contra ellos. Este temor fue considerado por la acusaci¨®n como una maniobra dilatoria para provocar la suspensi¨®n del juicio. En todo caso, el vest¨ªbulo de la sala se vio inundado desde entonces de polic¨ªas de escolta y de guardias civiles.Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, por activa o por pasiva, se ha visto relacionado con la mayor¨ªa de esos incidentes. Sus discrepancias con el presidente de la sala, el magistrado Salvador Dom¨ªnguez, han sido numerosas y vehementes, llegando a costarle al letrado una multa de 30.000 pesetas por desacato al tribunal. El defensor del comisario Francisco Javier Fern¨¢ndez ?lvarez ha mantenido tambi¨¦n un constante enfrentamiento, muchas veces m¨¢s all¨¢ de lo procesal, con el abogado de la acusaci¨®n Jaime Sanz de Bremond.

Este enfrentamiento se ha traducido en diversas protestas entrecruzadas sobre la actuaci¨®n del otro y que, en ocasiones, ha llegado hasta los pasillos. El acusador tildaba al defensor de ser "el rey del bluff", a lo que el segundo le respond¨ªa que Sanz de Bremond actuaba como "un or¨¢culo". A todo ello, s¨²mense las descalificaciones de incapacidad jur¨ªdica de los contrarios.

Armas en la sala

Otro abogado, Manuel Tuero, defensor de dos los agentes procesados, denunci¨® ante la sala haber sido objeto de escuchas telef¨®nicas en su despacho profesional. Pese a que sus sospechas se centran en la brigada anticorrupci¨®n de la Polic¨ªa como autora de esta actividad, Tuero se confes¨® "buen ciudadano espa?ol, por lo que acus¨® a los sovi¨¦ticos de este incidente".

La brigada anticorrupc¨ª¨®n protagoniz¨® otro altercado, al ser descubiertos dos de sus agentes, portando armas y grabando el desarrollo del juicio. Este hecho motiv¨® una en¨¦rgica actuaci¨®n de Salvador Dom¨ªnguez, quien orden¨® a la Guardia Civil que Impidiese la entrada en la sala de toda persona armada, sin estar autorizada para ello.

La presencia de testigos entre el p¨²blico escuchando otras declaraciones tambi¨¦n produjo nuevas interrupciones de la vista y requirimientos del tribunal para que abandonaran la sala.

Por ¨²ltimo, diversos testimonios provocaron nuevas investigaciones -rastreos en pantanos, por ejemplo- que han retardado el final del juicio.