S¨®lo los turistas se divierten
La mayor¨ªa de los espectadores que asistieron a la novillada eran turistas y s¨®lo ellos se lo pasaron bomba. No hab¨ªa razones de ortodoxia taur¨®maca para semejante alboroto, que no entend¨ªan los reducidos islotes de aficionados espa?oles presentes, pues los toreros actuaron siempre por debajo de la calidad de sus enemigos. Pero cualquier excusa era buena para que la turistada se divirtiera y restallase en ovaciones. De sus cuerdas vocales sal¨ªan expresiones tan taurinas como "ooooh", "uuuuyyy", "yeah", "guao" etc¨¦tera.Esa excusa pod¨ªa ser el despeje de plaza de los sorprendidos alguacilillos, el obligado brindis de los espadas al presidente, las carreras de los monosabios, los marronazos de los varilargueros, la aparici¨®n en el ruedo de lo que ellos juzgaban extra?o toro y que era el cami¨®n de regar. Con todas estas cosas se romp¨ªan las manos a aplaudir y emitir sus sabios comentarios. Adem¨¢s, a los japoneses casi siempre se los llevan a la muerte del segundo o tercer toro. Entonces se levanta el gu¨ªa y les lanza esta perorata: "Ya se han fijado, pues v¨¢monos que el resto es igual". Por tanto deb¨ªan aprovechar para pasarlo bien el escaso tiempo que permanec¨ªan en sus localidades.
Vasconcellos / D
Oliva, Luguillano, ZoritaNovillos de Vasconcellos, bien presentados que dieron buen juego. David Oliva: pinchazos sin soltar y metisaca (silencio); tres pinchazos sin soltar, media ca¨ªda y estocada desprendida (silencio). David Luguillano: media perpendicular trasera (ovaci¨®n); estocada baja, tras la cual pasa a la enfermer¨ªa (vuelta al ruedo de su cuadrilla). Ra¨²l Zorita. estocada ca¨ªda perpendicular (divisi¨®n); seis pinchazos sin soltar y descabello (silencio). Luguillano sufre una cornada en su pierna izquierda, con dos trayectorias de 15 cent¨ªmetros cada una, de pron¨®stico menos grave. Plaza de las Ventas, Madrid, 31 de julio. de 1988.
Del islote correspondiente al tendido 7, que deja en verano una peque?a guardia pretoriana velando por la categor¨ªa de la plaza, salieron en voz alta jugosos y exactos comentarios de lo que ocurr¨ªa en el ruedo. Por ejemplo, cuando espetaron a Zorita: "Se te va a ir el novillo sin torear".
Raz¨®n llevaban en este caso. La hubieran llevado tambi¨¦n en los otros animales, y de seguro que runrunearon entre ellos algo semejante. Los novillos portugueses, de excelente l¨¢mina cortejana, sin ser extraordinarios, alcanzaron un buen nivel y embest¨ªan chochones casi todos. Pero frente a ellos los espadas no mostraron ning¨²n destello especial de clase y s¨ª ratimagos y zaragatas. Es mas grave que esto suceda a un novillero de pr¨®xima alternativa, como Ra¨²l Zorita. Sus enemigos merecieron m¨¢s hondura y ciencia taur¨®maca de la que les aplic¨® el novillero, que en otras ocasiones ha apuntado toreo de sentimiento, en la l¨ªnea paulista. Luguillano tiene una planta agitanada, la tez morena como la endrina, y viste magn¨ªficos trajes de luces. Pero en su primer enemigo se dedic¨® a endilgarle trapacinas y mantazos sin encontrar la distancia. Sufri¨® un achuch¨®n y se lo quit¨® de enmedio todo lo r¨¢pido que pudo.
Salv¨® el compromiso del quinto. Despu¨¦s de unos bellos y eficaces ayudados por bajo que ahormaron su embestida, comenz¨® una labor que iba a m¨¢s, aunque con el defecto de componer demasiado la figura, cuando recibi¨® un puntazo en la pierna, que le dej¨® maltrecho, y casta merced del animal. En un gesto de rabia y casta se volc¨® sobre el morrillo antes de pasar a la enfermer¨ªa, p¨¢lido y demudado.
La planta f¨ªsica de David Oliva, m¨¢s propia de un pivot de baloncesto, no se correspondi¨® ayer con la taurina. Poco placeado y nervioso, tambi¨¦n se dej¨® escapar dos buenos novillos con los que se limit¨® a bullir mucho sin orden ni concierto y remat¨® su mala tarde con p¨¦simos m¨ªtines a espadas.
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