Escuelas para todos los gustos

Hace tiempo que la realidad del Estado del Bienestar se impon¨ªa a la teor¨ªa, que trataba de racionalizarlo con mutuos recelos.Los marxistas le consideraban una a?agaza del capitalismo para mantener alta la tasa de beneficio y la explotaci¨®n del trabajo ajeno; los liberales denunciaban el aumento del peso del sector p¨²blico como una trampa del socialismo para reintroducir el totalitarismo y acabar con la democracia occidental.

Lo de menos son los adjetivos de las escuelas de unos y otros; de los primeros, Mar¨ªa Josefa Rubio Lara ha destacado a los instrumentalistas (por resaltar al Estado como instrumento de la clase dominante), estructuralistas (prefieren ver en ¨¦l un campo de lucha de clases), derivacionistas (el Estado no es agente aut¨®nomo, sino siervo de la necesidad de reproducir el capital) y los te¨®ricos del capital monopolista (lo consideran el comit¨¦ de gesti¨®n de los gastos por la burgues¨ªa).

Entre los liberales son m¨¢s conocidos los monetaristas, los te¨®ricos de la econom¨ªa de la oferta y los de la elecci¨®n p¨²blica, todos los cuales han aportado el sustrato ideol¨®gico b¨¢sico a las actuales pol¨ªticas neoconservadoras, y siguen en sus trece para ver en el d¨¦ficit p¨²blico la mayor amenaza de la democracia (es el caso de Buchanan, con sus conocidos estudios sobre la elecci¨®n p¨²blica).