El Gobierno argentino declara "prescindibles" a 30.000 funcionarios

El equipo econ¨®mico del Gobierno argentino decidi¨® declarar "prescindibles" a 30.000 empleados de la Administraci¨®n, suspender la financiaci¨®n de las principales obras p¨²blicas, reducir la provisi¨®n al programa de construcci¨®n de viviendas del Banco Hipotecario y no cubrir con reservas del Tesoro las p¨¦rdidas de las empresas del Estado, como parte del "esfuerzo" al que se comprometi¨® para reducir el elevado d¨¦ficit fiscal.

Las medidas fueron anunciadas por el ministro de Econom¨ªa, Juan Sourrouille, en una conferencia de prensa. La moneda argentina, el austral, desde que el 14 de junio de 1985 se aplicara el plan del mismo nombre, fue devaluada un 12% y los bancos y las agencias de cambios atendieron al p¨²blico ayer en un horario ampliado -de ocho de la ma?ana a seis de la tarde- despu¨¦s de tres d¨ªas de cierre obligado por el Banco Central de la Rep¨²blica Argentina (BCRA, emisor).El escepticismo de la poblaci¨®n -que las encuestas miden con s¨®lo un 4% de confianza en las nuevas medidas- se percibi¨® tambi¨¦n en la iron¨ªa con que el ministro Sorrouille fue recibido por la Prensa cuando el mi¨¦rcoles, cerca de la medianoche, se present¨® en el auditorio del Ministerio de Econom¨ªa. La conferencia llevaba ya una hora y media de retraso y los periodistas aplaudieron al ministro cuando se ubic¨® en el estrado junto con todo su equipo. El programa antiinflacionista anunciado gira alrededor del acuerdo que el Gobierno alcanz¨® en la madrugada del mi¨¦rcoles con los dirigentes de la Uni¨®n Industrial Argentina (UIA). El presidente Ra¨²l Alfons¨ªn lleg¨® de forma imprevista a la casa del secretario de Hacienda, Mario Brodersohn, donde se discut¨ªan las medidas, y rog¨® a las partes que "comprendieran" la necesidad del Gobierno.

El pacto, que involucra a unas 400 empresas l¨ªderes, prev¨¦ un control de los precios de sus productos -que fueron remarcados en un 20% de promedio en los tres ¨²ltimos d¨ªas- para tratar de situarlos en los niveles que ten¨ªan el pasado 2 de agosto y luego iniciar una "tregua" de 60 d¨ªas en los que se autoriza una subida de s¨®lo el 1,5%. En octubre se iniciar¨ªa una nueva etapa de "indexaci¨®n concertada" en la que se espera que la inflaci¨®n pueda mantenerse por debajo del 10% mensual.

El Gobierno y la UIA crearon un comit¨¦ de seguimiento y control del acuerdo, encargado de informar peri¨®dicamente sobre la marcha de los precios.

El Ministerio de Econom¨ªa autoriz¨® el aumento, en un porcentaje similar a la inflaci¨®n del mes de julio -el 25%-, sobre los salarios de la Administraci¨®n p¨²blica, pero dej¨® librado a la discusi¨®n entre sindicatos y empresas el reajuste en el sector privado. La Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) reclam¨® una respuesta inmediata al pedido de audiencia con el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn que present¨® "hace m¨¢s de 100 d¨ªas". Tras una tensa reuni¨®n que mantuvo con el ministro de Trabajo, el secretario general, Sa¨²l Ubaldini, adelant¨® que la semana pr¨®xima se reunir¨¢ el comit¨¦ central de la CGT para discutir un "plan de lucha" y la declaraci¨®n de una huelga general.

Liberalizaci¨®n de cambios

Por su parte, las organizaciones que representan al sector de productores agropecuarios resolvieron finalmente aguardar la evoluci¨®n del plan econ¨®mico.El presidente Alfons¨ªn les prometi¨® que en abril del a?o pr¨®ximo se liberar¨ªa el tipo de cambio, actualmente dividido entre "comercial" y "financiero".

Los industriales podr¨¢n liquidar sus exportaciones por el "financiero", pero las ventas de divisas por exportaciones agropecuarias se deber¨¢n efectuar a un tipo de cambio promedio entre ambos. De ese modo, el Banco Central compra divisas a un precio menor y las vende al valor m¨¢s alto del mercado.

El "juicio pol¨ªtico" al equipo econ¨®mico, exigido por la oposici¨®n peronista en la C¨¢mara de los Diputados, acab¨® en un esc¨¢ndalo ante la resistencia del radicalismo a conceder los votos necesarios para alcanzar los dos tercios que contempla la ley. El bloque peronista se retir¨® en masa de la sesi¨®n ante los gritos de los diputados radicales, que les acusaban de hacer "electoralismo".

El mismo cargo, de "aplicar un plan de emergencia con el ¨²nico objetivo de llegar a las elecciones", le han hecho todos los dirigentes pol¨ªticos de la oposici¨®n al Gobierno.