La Modelo har¨¢ an¨¢lisis de orina a los presos que vuelvan de permiso para saber si consumen drogas

Los servicios m¨¦dicos de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona realizar¨¢n an¨¢lisis de orina a parte de los internos que regresen al centro despu¨¦s de disfrutar de un permiso penitenciario veraniego. La medida ha sido acordada por la direcci¨®n de la prisi¨®n como medida preventiva para evitar que los reclusos consuman droga cuando salen al exterior.El control se iniciar¨¢, por primera vez, a finales de agosto y septiembre coincidiendo con la vuelta a la prisi¨®n de los reclusos que disponen de permisos. Posteriormente se realizar¨¢n en cada reingreso de internos. La medida puede afectar a una media de 400 reclusos del centro clasificados en segundo y tercer grado y beneficiados con permisos de varios d¨ªas y fines de semana. Las pruebas no se realizar¨¢n a todos los que salgan al exterior, sino a varios de ellos mediante un muestreo.

Los an¨¢lisis se efectuar¨¢n en la enfermer¨ªa del centro, que dispondr¨¢ de los resultados en un plazo de 24 horas. Si se detecta el consumo de drogas en las 72 horas anteriores, una muestra de la orina ser¨¢ enviada a otros centros para que determinen de qu¨¦ tipo de estupefaciente se trata.

El director de la prisi¨®n, Santiago Mart¨ªnez Cadarso, manifest¨® su convencimiento de que entre un 60% y un 70% de los reclusos consumen droga tanto en el interior como en el exterior de la c¨¢rcel. Con los an¨¢lisis de orina se pretende prevenir el consumo de estupefacientes en los internos beneficiados de permisos. La elgislaci¨®n penitenciaria contempla la posibilidad de que los internos de segundo grado dispongan de 36 d¨ªas anuales de permiso, cifra que se eleva a 48 en los reclusos de tercer grado. Estos ¨²ltimos tambi¨¦n pueden salir de la c¨¢rcel todos los fines de semana. Los per¨ªodos de permiso suelen tener una duraci¨®n m¨¢xima de cuatro d¨ªas.

Sanciones

Mart¨ªnez Cadarso precis¨® que este control se ha tomado porque los permisos, seg¨²n la legislaci¨®n penitenciaria, constituyen una preparaci¨®n para la vida en libertad "y no se trata de que el interno use los d¨ªas de permiso para consumir drogas". La direcci¨®n ya ha decidido sancionar con la p¨¦rdida de los permisos a los reclusos a los que se detecte el consumo de drogas en los an¨¢lisis.

La medida no se aplicar¨¢ en el resto de la poblaci¨®n de la c¨¢rcel que permanece siempre en el recinto. Del mismo modo, la Modelo continuar¨¢ distribuyendo lej¨ªa a los internos como m¨¦todo de desinfecci¨®n de jeringuillas, sistema que ya se puso en marcha hace m¨¢s de una a?o en las c¨¢rceles catalanas para la prevenci¨®n del contagio del SIDA.

La incidencia de esta enfermedad en la Modelo est¨¢ experimentando una r¨¢pida evoluci¨®n y actualmente se detecta un caso de enfermedad ya declarada por cada semana, seg¨²n precisaron fuentes penitenciarias. La progresi¨®n del SIDA en la Modelo se observ¨® a partir de los a?os 1985 y 1986, per¨ªodo en el que se registraron tres casos.

Desde 1987 hasta marzo de 1988, el n¨²mero de reclusos afectados ascendi¨® a 35, aunque no todos ellos permanecen ahora en la prisi¨®n dada la alta movilidad de la poblaci¨®n penitenciaria. Asimismo, parte de estos presos han sido puestos en libertad debido a la gravedad de la enfermedad. Pese a las cifras que ofrecen fuentes de la Modelo, la Direcci¨®n General de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, s¨®lo reconoce que en el centro existen 10 afectados por el SIDA.

Sobre el control del tr¨¢fico de drogas dentro de la prisi¨®n, la direcci¨®n precis¨® que se est¨¢ extremando la inspecci¨®n de los paquetes para los internos, despu¨¦s de que funcionarios de la prisi¨®n descubrieran el jueves una bolsa de avellanas en la que parte de los frutos secos hab¨ªan sido manipulados para ocultar droga.

Por otro lado, el director de la Modelo estima que la asistencia sanitaria a los reclusos es deficiente y que parte de esta situaci¨®n obedece a las dificultades para la atenci¨®n de los presos en centros hospitalarios. En este sentido, Mart¨ªnez Cadarso anunci¨® su prop¨®sito de denunciar a los hospitales cada vez que se nieguen a aceptar a los reclusos, problema muy frecuente cuando se trata de la atenci¨®n psiqui¨¢trica. Las salidas de internos con alteraciones psiqui¨¢tricas a centros para su tratamiento son demoradas constantemente, seg¨²n declar¨® el director a Efe.