T¨ªtulos y familias
Alabo a usted el gusto de no publicar, seg¨²n ¨¦l mismo afirma, las anteriores cartas del marques de Balbueno, as¨ª como el sentido del humor que usted demuestra incluyendo en EL PA?S del 3 de agosto la m¨ªsiva, que esperemos no sea la ¨²ltima, de ese buen se?or. Arremete en ella contra el ciclista segoviano Delgado y apostrofa a ¨¦l y a todos los que nos hemos regocijado con su triunfo en Fraricia nada menos que de trarriposos. El marques ingres¨® en la carrera diplom¨¢tica hacia el a?o 1942, en una de las famosas oposiciones patri¨®ticas. No est¨¢ en posesi¨®n, seguro que por m¨¦ritos prolpios, de la Medalla de la Campa?a9 No digo que aquellas oposiciones fuesen una trampa, pero me parece un poco fuerte quien ha vivido, con provecho, la Espa?a imperial venga ahora a darnos lecciones de trivial honestidad curope¨ªsta.Embajador en Puerto Pr¨ªncipe desde 1964 a 1969 y gran cruz de honor del M¨¦rito en Hait¨ª, fue tambi¨¦n agraciado por Franco con otras dos grandes cruces, una de ellas menos grande por ser de tercera clase con distintivo blanco. Marqu¨¦s de un t¨ªtulo concedido en 1732 -hay otros del siglo XVI-, fue su antepasado, con fortuna de origen indiano, tesorero del rey. ?L¨¢stima que no haya el firmante de la carta desempe?ado puesto diplom¨¢tico en Tailandia, porque ser¨ªa entonces beneficiario de la gran cruz de la Orden Sagrada del Elefante Rosa!.
O el susodicho ha le¨ªdo poco a Saint-Simon o nos oculta parte de sus lecturas. Es cierto que aquel maravilloso graf¨®mano, hijo a su vez de un caballerizo distingjido de Luis XIII, escribe que el apellido Fitz-James Stuart es vergonzoso. Se llam¨® asiel primer duque de Berwick, fijo bastardo, legitimado desde el trono de Jacobo 11 de Inglaterra. Rechina Saint-Simon contra todos los bastardos reales y legitimados, especialmente contra el duque de Maine, uno de los muchos v¨¢stagos de Luis XIV. Pero no es menos cierto que el colosal memorialista cita m¨¢s de 125 veces al primer Benvick, mariscal de Francia, muy elogiosamente, ya que se manten¨ªa ¨¦ste, con firme cautela, aparte de los vaivenes de facciones en VersaHes. (Saint-Simon perteneci¨®, sin remedio, a la del duque de Orleans, futuro regente de Luis XV y hombre tan inteligente como disoluto.)
Nuestro marqu¨¦s de Balbueno se escandaliza porque el ducado de Berwick haya sido catalogado como espa?ol grotescamente. Berwick hab¨ªa venido a nuestra pen¨ªnsula, al mando de las tropas francesas, para apoyar a Felipe V, primer Borb¨®n en el trono de Espa?a, en contra del pretendiente austriaco. Gan¨® las batallas de Almansa y Barcelona, y Felipe V le otorg¨® el Tois¨®n de Oro y la espa?olizaci¨®n de su ducado. ?Que ¨¦ste se rige, en cuanto a sucesiones, fuera de la ley s¨¢lica y puede ser heredado por una mujer, por ejemplo, la m¨ªa? Pues igualito que la Corona, que distingwo con el marquesado el dinero del antepasado del firmante. Si no paran algunos periodistas y otros arist¨®cratas, de cu?o m¨¢s nuevo que ¨¢lgunos y m¨¢s antiguo que bastantes, de oficiar de viejas se?oritas de compa?¨ªa: "mi se?ora es la m¨¢s guapa y la que m¨¢s tiene", adher¨ªr¨¦ a la base de Gide, aunque sin su rabia hugonote: "?Familias, os detesto!"-
De la Real Academia Espa?ola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.