Las cr¨®nicas 'espa?olas' de Hemingway aportan nueva luz sobre su estilo literario
Los textos se publican por primera vez sin los retoques de la edici¨®n period¨ªstica
Treinta cr¨®nicas de Ernest Hemingway de la guerra civil espa?ola, por las que cobraba 500 d¨®lares la pieza -un dineral para la ¨¦poca- acaban de ser publicadas en Estados Unidos, por primera vez tal como las envi¨® el escritor, sin edici¨®n alguna. Dos de ellas nunca hab¨ªan aparecido hasta ahora. Seg¨²n los expertos norteamericanos, son uno de los mejores ejemplos de la econom¨ªa de lenguaje, precisi¨®n y ritmo narrativos que hicieron de Hemingway el creador de un g¨¦nero literario a caballo entre la novela y el reporterismo, precursor del nuevo periodismo de los a?os setenta.
Las 30 cr¨®nicas de 800 palabras cada una, dos de las cuales nunca fueron publicadas, aparecen en el ¨²ltimo n¨²mero de la Hemingway Review, una publicaci¨®n de la Sociedad Hemingway, que ha editado un especial sobre la guerra civil. Los originales de los despachos, enviados por el escritor a una agencia de noticias y reportajes llamada North American Newspaper Alliance (NANA), se encontraban en el archivo de Hemingway, situado en la Biblioteca John F. Kennedy de Boston, y en la universidad de Tejas.El profesor William Watson, del Massachuseas Institute of Techmology (MIT), el hombre que hall¨® las cr¨®nicas originales de Hemingway, declar¨® a EL PA?S que con estas cr¨®nicas "podemos ver, por primera vez, al escritor Hemingway tal como era, no como lo hicieron los editores de la agencia, que no respetaron su estilo". Los 30 despachos son pr¨¢cticamente todo lo que Hemingway escribi¨® para la Prensa convencional norteamericana sobre la guerra civil. Envi¨® art¨ªculos a un curioso peri¨®dico quincenal llamado KEN, antifascista y anticomunista a la vez, e hizo tambi¨¦n un solo art¨ªculo para el diario sovi¨¦tico Pravda.
Watson, profesor de Historia Contempor¨¢nea de Europa, especializado en la guerra civil espa?ola, explica que "estos despachos dejan una cosa clara: Hemingway no era, como muchos han dicho, un voyeur, un mero turista de la guerra espa?ola, sino un corresponsal que trabajaba duro, asum¨ªa riesgos y que intent¨® y, en gran medida logr¨®, convertirse en el reportero profesional y el testigo que la violencia y la complejidad de la guerra exig¨ªan".
Las cr¨®nicas, para economizar dinero en la transmisi¨®n, tienen un estilo cablegr¨¢fico. En los telegramas se omiten signos de puntuaci¨®n y en alg¨²n caso se unen palabras. Luego, en la central de la agencia en Nueva York, los editores traduc¨ªan los despachos para su publicaci¨®n intentando recomponer la idea original y ser fieles al lenguaje de Hemingway. Los amigos de Hemingway publican ahora, por primera vez, el material original, las notas a mano de observaciones, con un gran sentido literario, que el corresponsal tomaba en el frente, su expresi¨®n en el cable a m¨¢quina, y la historia final tal como llegaba a los lectores.
Cables de largo recorrido
Los cables, originados desde Madrid y Barcelona, eran primero interpretados por los telegrafistas espa?oles -ignorantes del ingl¨¦s- sobre la copia a m¨¢quina de Hemingway, que a menudo introduc¨ªa cambios al ¨²ltimo minuto en el despacho del censor. De Espa?a el texto pasaba a Londres y desde all¨ª a Nueva Escocia, en Canad¨¢, desde donde se enviaba al destino final: Nueva York. Y los operadores sucesivos comet¨ªan errores e introduc¨ªan cambios."Con los cables originales y las manuscritos de Hemingway, que ¨¦ste conserv¨® por prudencia para evitar conflictos de interpretaci¨®n sobre lo ocurrido en Espa?a, se puede reconstruir la intenci¨®n original del escritor", dijo Watson, que est¨¢ preparando una biograf¨ªa de Hemingway centrada en su actividad como periodista, escritor y propagandista en la guerra civil espa?ola.
La agencia de Nueva York, que se quejaba de que el escritor mandaba demasiado y estaba resultando muy caro (un periodista de agencia cobraba como mucho 10 veces menos que Hemingway por historia), no distribuy¨® dos de los 30 cables. Por las cr¨®nicas m¨¢s largas que enviaba por correo, Hemingway recib¨ªa 1.000 d¨®lares.
En uno de los despachos no publicado jam¨¢s, fechado en Barcelona, Hemingway hac¨ªa un alegato pol¨ªtico a favor de la justicia de la lucha en el bando republicano, desde el que inform¨® siempre el escritor estadounidense. "Cualquiera que piense que la guerra en Espa?a est¨¢ concluida es un tonto o un cobarde. Un pueblo de grandes luchadores que por primera vez est¨¢ dirigido por generales que son del pueblo, y que no son est¨²pidos ni traidores, no ser¨¢ derrotado tan f¨¢cilmente. Pero deben recibir aviones y armas y esto debe ocurrir inmediatamente".
En una carta al director general de la agencia, en 1938, Hemingway defendi¨® as¨ª su cobertura de la guerra civil: "Si sus directores se quejan de los gastos, expl¨ªqueles esto. Han tenido a mano, sobre el terreno, un corresponsal entrenado que no les ha costado nada. Mi material de Espa?a ha sido constantemente preciso y si hubieran apostado dinero sobre lo que dije que ocurrir¨ªa hubieran ganado una considerable cantidad. Envi¨¦ relatos completos de los desastres gubernamentales en la misma medida en que inform¨¦ de sus ¨¦xitos".
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