Comedia dulzona

Mi dulce pueblecito, dirigida por el checoslovaco Jiri Menzel, graduado en la prestigiosa escuela de cinematografla de Praga conocida como la FAMU, es una comedia arquet¨ªpica de las producidas por dicha cinematograf¨ªa.El filme, el director y la citada escuela fueron protagonistas durante pasadas ediciones en el Festival de Cine de Valladolid. El director, uno de los m¨¢s destacados realizadores de comedias checas, movimiento cuya eclosi¨®n alcanz¨® el ¨¦xito en los a?os sesenta, popularidad mitigada por la invasi¨®n sovi¨¦tica de 1968, y el redecrudecimiento de la censura, empez¨® en el cine como actor -llegando a actuar en algunos de sus propios t¨ªtulos-, fue ayudante de Vera Chytilova y alcanz¨® su mayor triunfo con Trenes rigurosamente vigilados, t¨ªtulo m¨ªtico en dicha cinematograf¨ªa, premiado con el ?scar en 1967 para la mejor pel¨ªcula extranjera.

Al contrario que el reconoc¨ªdo Milos Forman, Menzel permaneci¨® en su pa¨ªs y mantuvo su peculiar humor, como demuestra el presente t¨ªtulo.

Mi dulce pueblecito, fiel a los c¨¢nones de la comedia checa, es un filme agradable, que busca en el sentimentalismo rural y en el sentimentalismo solidario el cauce para el humor y la aquiescencia del p¨²blico.

Aunque sus protagonistas son dos -los eternos sosias del gordo y el flaco-, la comedia est¨¢ revestida de un car¨¢cter coral, con tenue cr¨ªtica burocr¨¢tica-pol¨ªtica. Menzel nos presenta a sus personajes con mirada comprensiva sin recriminarles sus debilidades e insuficiencias, aunque sin renunciar a evidenciar sus estupideces.

Con ritmo desigual y momentos de dispar acierto c¨®mico, Jiri Menzel conduce el filme a un final feliz, despreciando la acidez en su leve cr¨ªtica al sistema, sin llegar a la altura de su realizaci¨®n oscarizada, dejando patente su estilo, aunque descafeinado por el paso de los a?os.