Mozas a la carga
Siete mujeres suben y bajan maletas en las terminales del aeropuerto de Barajas
Aeropuerto de Barajas, 14.30. Siete mozas salen de los vestuarios a la carga. Objetivo: las maletas. Lo ¨²nico que las diferencia de sus otros 170 compa?eros es la ropa interior: hasta los guantes, la gorra, los callos y moratones son id¨¦nticos; bueno, ahora no tanto, que una ha tenido que dar algunas puntadas al uniforme. Son las ¨²nicas mujeres en la terminal de carga delaeropuerto de Barajas. "Algunos se pasan un buen rato mirando c¨®mo lo hacemos, incluso se dan una vuelta como si no pudieran creer que podamos cargar con maletas de m¨¢s de 50 kilos", dicen.
Es natural, es la primera vez que un grupo de mujeres trabaja descargando y cargando maletas, y lo hacen desde hace un mes durante cuatro horas diarias, de 14.30 a 18.30.- Por 55.000 pesetas al mes.Al principio no sab¨ªan d¨®nde colocarlas. Hace un a?o una mujer consigui¨® aprobar una oposici¨®n para el terminal de carga y termin¨® haciendo labores m¨¢s dulces, sin tanto peso. Pero en esta ocasi¨®n resultaba dificil camuflar a siete de golpe, de modo que al principio trabajaban en grupo por los muelles con las maletas m¨¢s ligeras como las de vuelos nacionales que van menos cargadas. A los pocos d¨ªas los jefes se dieron cuenta que lo que da m¨¢s fuerza es la uni¨®n de siete mujeres en mono de trabajo, las ganas de trabajar (s¨®lo una tuvo un contrato antes de ahora), el amor propio y la ma?a. Al lado de eso no hay m¨²sculos que valgan.
"Sobre todo la ma?a", asegura Mar¨ª Carmen Aznar, de 30 a?os, la senior del grupo; "al principio llegaba a casa con dolor de espalda y grandes moratones en las piernas porque en vez de calibrar el peso del equipaje intentaba levantarlo de un tir¨®n. Claro, o terminaban los paquetes encima de una pierna o la que terminaba era yo con un tir¨®n muscular".
Alguna de ellas realiz¨® un par de meses de entrenamiento en un gimnasio de cara a las pruebas de fuerza, "por si acaso", aunque la mayor¨ªa se limit¨® a rellenar la pertinente solicitud en el Inem con la resuelta decisi¨®n de abandonar el paro.
Al final no result¨® tan dificil el asunto: los psic¨®logos les preguntaron, una por una, si no se iban a sentir coartadas; en el cursillo de formaci¨®n fueron uno m¨¢s; los m¨¦dicos les midieron las fuerzas y su capacidad pulmonar..., y de las ocho que se presentaron, siete consiguieron que Iberia les hiciera un contrato por incremento de actividad.
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