Redondo: "Le pido a Felipe Gonz¨¢lez que no haga nada imperdonable"
El l¨ªder sindical ironiza que con tanto ministro de derechas parece que hay un Gobierno de coalici¨®n
Nicol¨¢s Redondo teme que la concertaci¨®n fracase de nuevo, pero UGT seguir¨¢ planteando lo mismo el a?o que viene y el siguiente. Est¨¢ convencido de que tiene que darse el giro social, entendido como algo m¨¢s que el incremento de unas partidas presupuestarias. El secretario general de UGT quiere ser cauto, y a lo largo de la entrevista mide las palabras "porque no me quiero arrepentir luego", aunque no tiene reparo en comentar con iron¨ªa que, con tantos ministros de derechas, parece que hay un Gobierno de coalici¨®n, o en afirmar que "la CEOE est¨¢ en pleno orgasmo, porque con el plan de empleo del PSOE har¨¢ el agosto durante todo el a?o". Le duele que "se inventen falsas antinomias" y pide a Felipe Gonz¨¢lez "que no haga cosas imperdonables".
Pregunta. La Uni¨®n General de Trabajadores sali¨® muy satisfecha tras la entrevista de la Moncloa del 9 de junio; sin embargo, tres meses despu¨¦s la concertaci¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente muerta.Respuesta. Yo tuve especial cuidado en decir que sal¨ªamos cautos aunque satisfechos porque se abr¨ªan siete mesas de negociaci¨®n. Hemos pasado al pesimismo en funci¨®n del desarrollo de las negociaciones, que nos hace pensar que la concertaci¨®n, lamentablemente, va a fracasar.
P. ?Sigue creyendo que el di¨¢logo en varias mesas es m¨¢s eficaz que la concertaci¨®n global?
R. El pretender fijar la idea de que es posible el consenso no responde a la realidad. Si fuera posible, no hubieran aumentado un 45%. los beneficios de la banca ni se hubieran producido los grandes excedentes empresariales, o la situaci¨®n de desigualdad, que se est¨¢ agudizando. Quien recomendaba el acuerdo global sab¨ªa que era imposible. Si lo que planteamos ahora no prospera, vamos a seguir intent¨¢ndolo el a?o que viene y el siguiente.
La verdad, imperativo moral
P. Entonces, el m¨¦todo no falla, fallan los contenidos.R. Efectivamente, fallan los contenidos. Por eso, decir la verdad es un imperativo moral y pol¨ªtico, porque es la ¨²nica manera de buscar soluciones a los problemas. Cuando decimos la verdad hay una reacci¨®n apasionada por parte del Gobierno, que no quiere o¨ªrla. Y no lo hacemos con agresividad. Hemos hecho gala de una gran flexibilidad, y lo vamos a seguir haciendo. De tirarnos al monte, ?ni hablar! Lo que creo, y lo digo con gran sentimiento porque tambi¨¦n soy miembro del partido socialista, es que el Gobierno toma determinaciones previas y las lleva a la mesa con el fin de que las centrales sindicales, y sobre todo UGT, las legitime.
P. Parece que no coincide lo que se habl¨¦ en la Moncloa y lo que se est¨¢ ofreciendo en las mesas.
R. En la Moncloa se dijo: en tal tema hay aproximaci¨®n de posturas; en ese otro, no tanto. El 9 de junio lo afirme, y sigo repiti¨¦ndolo ahora, y no como una piedra arrojadiza, que faltan dos mesas importantes que se comprometieron: una, la de fondos de inversiones, para ver qu¨¦ pasa con los beneficios de los empresarios, y otra, la empresa p¨²blica. Incluso hubo un compromiso importante del Gobierno que veo dif¨ªcil que se cumpla: consultar las inversiones p¨²blicas. Todo el mundo lo recuerda, incluso me da pudor decirlo, pero ?mire usted, eso no se ha cumplido! ?Qui¨¦n no dice la verdad? ?Qui¨¦n miente?
Luego hubo temas como las 170 medidas. Incluso ustedes le preguntaron al ministro de Trabajo: no habla del plan del PSOE, ?es que se ha desechado? ?l dijo que no hab¨ªa apriorismos. Y hay una cosa que me preocupa, la mesa de cobertura. El propio presidente del Gobierno lo firm¨® en el AES, y supongo que se hab¨ªa analizado en profundidad. No quiero pensar que lo firm¨® con la intenci¨®n de no cumplirlo. Luego no se puede decir que estamos pidiendo una cosa ilusoria.
P. ?Se siente enga?ado de nuevo por Felipe Gonz¨¢lez?
R. Quiero ser moderado en las expresiones, pero me parece que el Gobierno reacciona mal cuando le decimos las verdades. En las elecciones se prometi¨® a la base social una pol¨ªtica progresista y se est¨¢ haciendo una pol¨ªtica econ¨®mica muy distinta, en la cual se deja todo a los beneficios de los empresarios, que ganen lo m¨¢s posible, que habr¨¢ inversiones y consecuentemente empleo. Luego yo no quiero hablar de enga?os, ni quiero decir que Felipe a m¨ª personalmente me est¨¢ enga?ando. Lo que si digo es que en UGT, y percibo que en gran parte de la base social en, la cual se sustentan los partidos de izquierda y, por tanto, el PSOE, hay una profunda frustraci¨®n.
P. Va a complacer a quienes quieren un nuevo secretario general de UGT.
R. Faltan dos a?os para el congreso y no he tomado ninguna determinaci¨®n. Es un tema que no me preocupa.
P. Pero siente esas amenazas.
R. Hay una cosa evidente, y lo voy a decir porque se lo dije ya al presidente del Gobierno: hemos tenido problemas importados del partido. Incluso en el ¨²ltimo comit¨¦ confederal hubo presiones desde el partido. No me preocupa que haya cinco votos en contra, como si hay 10, siempre que sea por cuestiones estrictamente sindicales. Nosotros hemos tenido, en relaci¨®n al partido, un comportamiento exquisito en todo su proceso congresual, y hubo alguno que dijo: por qu¨¦ no nos metemos. Y contest¨¦ que no. Es un error. No se pueden hacer cosas imperdonables. Yo voy a intentar no hacerlas, y le pido a Felipe Gonz¨¢lez, como secretario general del partido, que no haga cosas imperdonables.
Es justo, es leg¨ªtimo que algunas personas se marchen del sindicato porque crean que van a hacer labor en la Administaci¨®n o donde fuera; lo que duele es que mucha gente se marcha diciendo que el sindicato se ha quedado arcaico y se van ganando tres y cuatro veces m¨¢s. Yo no s¨¦ si eso es lo progresista. Es l¨®gico que la gente se vaya, pero que sea coherente. Muchos de nuestros principales oponentes han salido de UGT. Creo que m¨¢s claro no puedo decirlo.
P. ?C¨®mo se explica que el ministro Almunia haya firmado un acuerdo con los independientes y que las pensiones se pacten con la UDF?
R. Hay una parte de la izquierda que ha hecho de la debilitaci¨®n de los sindicatos una de sus prioridades. As¨ª se explica que tengamos tan pocos amigos en los centros de poder. Hay una situaci¨®n enfermiza en determinados ¨¢mbitos del Gobierno sobre UGT. Est¨¢n absolutamente obsesionados con el tema de UGT, y eso es malo. En relaci¨®n con la CSIF, con una subida del 4% m¨¢s un fondo del 1,59% se sigue perdiendo poder adquisitivo. Tendr¨¢ que explic¨¢rselo a los funcionarios despu¨¦s de haber afirmado que en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªa perdido capacidad de compra. La firma demuestra que hay m¨¢s afinidad en este caso concreto entre la CSIF y el Gobierno, cosa que tampoco es de extra?ar. En cuanto a la UDP, legalmente no deber¨ªa estar negociando porque no es ning¨²n sindicato. Es forzar una situaci¨®n para fragilizar el movimiento sindical. Yo digo en broma que todo el que marcha mal de UGT le abren un despacho espl¨¦ndido en Ferraz.
P. Lo que me extra?a es que haya dicho antes "una parte de la izquierda" al referirse a una par te del Gobierno. ?Usted considera que al Gobierno todav¨ªa se le puede considerar de izquierdas?
R. Me parece que hay ministros que son inequ¨ªvocamente de derechas, y es su discurso el que ¨²nicamente se oye; no se escucha, pero s¨ª se oye, y est¨¢n imponiendo sus criterios aunque sea por personas interpuestas. La derecha est¨¢ plet¨®rica de salud y ha impregnado de su cultura a una gran parte de la izquierda. Lo que no quisiera pensar es que ¨¦ste sea un Gobierno de coalici¨®n.
P. Desde el PSOE se lanza el mensaje de que UGT se ha que dado sin estrategia y sin rumbo.
R. No quiero pronunciarme porque soy miembro del partido y siento el partido, aunque alguno no lo crea. Se nos ha acusado de todo. Tenemos un rumbo y es tamos haciendo la misma pol¨ªtica que la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos. Cuando hemos presentado el estudio sobre la pol¨ªtica social de los 10 ¨²ltimos a?os ha habido una reacci¨®n truculenta y apasionada, y son datos oficiales. Fue Felipe Gonz¨¢lez quien dijo en el congreso de la FITIM que este Gobierno necesita una cr¨ªtica responsable.
P. Dentro de esa contradicci¨®n entre sindicato y Gobierno ?qu¨¦ es lo m¨¢s preocupante, e aspecto ¨¦tico-moral de un Gobierno socialista que est¨¢ manteniendo la injusticia social o el riesgo de que en las pr¨®ximas elecciones la base social trabajadora que apoyaba al PSOE Ie abandone?
R. Son ternas profundamente relacionados. Hay un contenido ¨¦tico que debe mantenerse, pero est¨¢ de moda el uso y a veces e abuso del poder. Se nota una frustraci¨®n por determinados incumplimientos, y esto puede tener una incidencia negativa en las perspectivas de voto. Por otra parte, no se detecta el entusiamo de 1982, cuando la gente conf¨ªa y vota el cambio. Y luego est¨¢ la situaci¨®n del espectro pol¨ªtico. Muchos se plantear¨¢n: merece la pena votar a esta derecha pol¨ªtica, tengo mis dudas sobre el PSOE, ?qu¨¦ hago?
Yo niego de manera rotunda que sea la derecha la que est¨¢ en crisis en este pa¨ªs. Y no me refiero a la derecha pol¨ªtica, con el pleno respeto que me puede merecer Antonio Hern¨¢ndez Mancha. La que est¨¢ gozosa, con buena salud, es la derecha ideol¨®gica, la derecha econ¨®mica, y la que est¨¢ de verdad en crisis es la izquierda. Me pregunto hasta d¨®nde puede llegar si no se da una soluci¨®n en el marco de principios irrenunciables.
P. ?Qu¨¦ pol¨ªtica econ¨®mica suscribir¨ªa UGT?
R. Tiene que haber un giro, mayor inversi¨®n y m¨¢s atenci¨®n hacia los sectores sociales desfavorecidos, dando un tratamiento social al desempleo, Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que hay grandes excedentes empresariales, y la situaci¨®n ahora permite que una parte de esos excedentes pueda ir a unos fondos de inversiones, a crear empleo, a hacer una sociedad m¨¢s estructurada y no dejar todo al simple mecanismo de la econom¨ªa de mercado. Sin un cambio radical, se puede flexibilizar, y no dar tanta importancia, que la tiene, a la inflaci¨®n. A la inflaci¨®n y a los excedentes empresariales se ha sacrificado todo.
Este a?o han perdido poder adquisitivo los parados, los pensionistas y los funcionarios que no tienen cl¨¢usula de revisi¨®n salarial. ?Qui¨¦n es el responsable? Nadie lo asume, y hay una cierta deshonestidad, por lo menos intelectual. Se inventan falsas antinomias, y uno ya est¨¢ harto. Si de manera prudente se pide aumento de salarios, se contesta: qu¨¦ reaccionarios son ustedes. Es mucho m¨¢s progresista reducir la inflaci¨®n, como si los t¨¦rminos fueran excluyentes, y se nos dice que es mejor invertir en empleo que en subsidio a los parados. Otra falsa antinomia. Y tambi¨¦n argumentan que son campeones en defender a los j¨®venes. Pues los j¨®venes se van a quedar extra?ados cuando queden excluidos de la negociaci¨®n si sale adelante el plan del PSOE. Y a ver qu¨¦ hacen los mayores de 26 a?os que no encuentran trabajo. Estamos mal, realmente mal.
P. Tiene su l¨®gica que el Gobierno no quiera llegar a las elecciones con tres millones de parados y pretenda crear empleo precario o como sea.
R. Como se sabe, hay 14 tipos de contratos temporales, y esto lo negoci¨® UGT en la modificaci¨®n del Estatuto de los Trabajadores como procedimiento singular, no para aprovecharlo en fragilizar el empleo. ?Quien ha hecho m¨¢s que nosotros? Parece que somos los insolidarios.
P. Tras aquella reforma, la CEOE dijo que ten¨ªamos el sistema m¨¢s flexible de contrataci¨®n.
R. Pues ahora dice que quiere m¨¢s. Me parece que la CEOE est¨¢ en pleno orgasmo, porque con ese plan de empleo har¨¢ el agosto durante todo el a?o.
Que ganen las empresas
P. Cuevas ha dicho que no quiere fondos de inversi¨®n ni con el Ej¨¦rcito.R. S¨ª, en una reuni¨®n en la cual estaban Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, Arturo Gil y Jim¨¦nez Aguilar, yo dije: "Vamos a empezar a tratar los fondos de inversi¨®n". Y Cuevas, en tono jocoso, respondi¨®: "Eso no lo consegu¨ªs ni con el Ej¨¦rcito". No est¨¢n dispuestos. Yo creo que est¨¢n satisfechos, y tienen raz¨®n para ello. Pero nosotros no hemos cogido la bandera para pedir que pierdan los empresarios o la banca. Queremos que ganen, pero no en demas¨ªa y en base a bajos salarios y precariedad en el empleo.
P. ?Suscribir¨¢ UGT el pr¨®ximo programa electoral del PSOE?
R. Para las pr¨®ximas elecciones del 90 todav¨ªa no nos hemos planteado ese problema, pero me imagino que costar¨¢ votar una lista si se ve en ella a los estandartes de algunas medidas.
"En UGT no hay nadie indispensable"
Pregunta. Se?or Redondo, ?le preocupa la salida de la direcci¨®n de UGT de Justo Fern¨¢ndez, Ant¨®n Saavedra, Antonio Puerta y Matilde Fern¨¢ndez?Respuesta. Hay motivos muy diferentes, y veremos c¨®mo terminan los procesos congresuales. El tema de Saavedra yo lo lamento, siento un profundo afecto por ¨¦l, pero nosotros tenemos unas normas. Si no, esto ser¨ªa una situaci¨®n tribal, y debemos rendir cuentas en la comisi¨®n de conflictos, totalmente aut¨®noma. Aqu¨ª no hay nadie, ni yo -mismo, absolutamente indispensable. En las distintas federaciones hay gente para sustituirlos, lo mismo que hay gente para sustituirme a m¨ª. S¨ª estoy especialmente interesado en que tanto en miner¨ªa como en metal haya congresos de integraci¨®n, colaboraci¨®n y trabajo conjunto para incidir en los problemas de la clase trabajadora.
P. ?No se eliminan con esas marchas las ¨²nicas voces ahora discrepantes?
R. Yo creo que no. Uno de los que estaban sustancialmente de acuerdo era Saavedra. Incluso los medios de comunicaci¨®n se han inventado discrepantes en las federaciones de servicios p¨²blicos, ense?anza, los jubilados... Tampoco es as¨ª. Hay' diferencias sindicales l¨®gicas, y eso incluso es bueno. Hubo antes personas que estaban en desacuerdo y no pueden decir que haya una persecuci¨®n. Tenemos una organizaci¨®n democr¨¢tica. Yo no comulgo con el principio "quien no est¨¢ conmigo, est¨¢ contra m¨ª".
P. ?Tiene miedo o expectativas de que haya maniobras del PSOE para intentar meter submarinos en UGT?
R. Tengo un cierto pudor en manifestarlo. Lo que s¨ª puedo decir, porque se sabe, es que ha habido algunas interferencias que no nos han agradado. El partido socialista supongo que tiene ya sus propios problemas y debe resolverlos sin implicarse en aquellos que corresponde solucionar a otra organizaci¨®n.
P. Pero los que usted llama se?ores de la guerra de Ferraz son muy activos.
R. S¨ª son belicosos, pero est¨¢ claro que no se mueve nadie si lo que hace no cae bien en las alturas. Que cada uno lo interprete como quiera.
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