Actriz rebajada a marioneta

A Whoopi Goldberg, la emocionante hero¨ªna de El color p¨²rpura, los programadores de su carrera le est¨¢n convirtiendo en una seudohero¨ªna de mal comic y de peor telefilme. Su encasillamiento ofrece rasgos tan elementales y se le nota tan evidentemente rebuscado, que el inolvidable gesto de la actriz de Steven Spielberg se est¨¢ convirtiendo en mueca de una marioneta.Se trata de hacer pasar a una muchacha atractiva, pero f¨ªsicamente no bella, con aspecto desma?ado y torp¨®n, por todo lo contrario. Es una nueva versi¨®n del viejo truco gen¨¦rico de la fea bella, de la torpe ma?osa o de la tonta lista, que alcanz¨® en las tradiciones de la comedia norteamericana. algunos ejemplos egregios, como el de Judy Holliday.

Para que estas cosas funcionen se requiere un gui¨®n bien calculado y un director habilidoso, que sepa extraer el jugo a la diva. No es este el caso. La inhabilidad del h¨ªbrido gui¨®n de Belleza mortal es evident¨ªsima y su traductor a im¨¢genes no pasa de ser un simple servidor de los aspectos m¨¢s resultones de la actriz, sin extraer de ella ninguno de los rasgos de su probado talento.