La URSS y EE UU muestran en Francfort las ¨²ltimas tendencias de sus literaturas
La 'transparencia' sovi¨¦tica y el 'culto a lo deforme' americano llegan a la feria
Las expectativas sobre la literatura sovi¨¦tica de la glasnost (transparencia) es enorme entre los visitantes y los editores de pa¨ªses sensibles a lo que ocurre en ese territorio, como es el caso de la Rep¨²blica Federal de Alemania. Anatoly Ribakow podr¨¢ jactarse, cuando regrese a su pa¨ªs, de haber organizado el primer atasco de esta feria. Ayer y anteayer, su presencia fue una de las m¨¢s buscadas en el recinto. Los estadounidenses, por su parte, est¨¢n empe?ados en superar cuanto antes el realismo sucio y exportar nuevas modas al mundo. Al parecer, la pr¨®xima en llegar ser¨¢ la freak-fashion, una especie de culto a lo deforme.
A pesar de que los autores sovi¨¦ticos llegan todav¨ªa con cuentagotas a las librer¨ªas occidentales, est¨¢n consiguiendo despertar la curiosidad de sus vecinos y traer de cabeza a los scouts (buscalibros) de las grandes editoriales. De repente, la n¨®mina y las posibilidades de publicar a escritores de ese vasto pa¨ªs se han multiplicado hasta l¨ªmites dif¨ªciles de imaginar en los ¨²ltimos 40 a?os.Anatoly Ribakow ha empleado dos d¨ªas agotadores en explicar ese suceso a la multitud de periodistas y curiosos que se han acercado por el pabell¨®n de la Verlag Kiepenheuer und Witsch, la casa alemana que ha publicado el pol¨¦mico El chico de Arbat, un recorrido sin concesiones por la biograf¨ªa de Stalin. Ribakow, un hombre peque?o, de tez oscura, rasgos presumiblemente ucranianos y m¨¢s de 60 a?os, ha expuesto con sencillez la necesidad de revisar la historia sovi¨¦tica y la importancia que para ese cometido tienen los escritores.
Toda la Uni¨®n Sovi¨¦tica parece dispuesta a limpiar de enigmas y falsedades la experiencia de ese pueblo a partir, sobre todo, del ¨²ltimo medio siglo. El propio Gorbachov ha decidido suprimir moment¨¢neamente la historia como materia en escuelas y universidades hasta que pueda reescribirse de nuevo. Esta ingente labor ocupar¨¢, probablemente, los dos pr¨®ximos a?os de los especialistas que se har¨¢n cargo de la empresa. Pero para Ribakow, como para Dudinsev o Pristavkin, que llegar¨¢n a continuaci¨®n, esa tarea no s¨®lo incumbe a los especialistas.
Tipos corrientes
Hay tambi¨¦n una historia con min¨²scula que es preciso contar. Ese es el caso de las novelas de Vladimir Dundisev y de I. Pristavkin. La del primero, cuyo t¨ªtulo provisional es el de Los h¨¢bitos blancos, cuenta la vida cotidiana de un bi¨®logo durante el per¨ªodo stalinista y est¨¢ llena de tipos normales y corrientes que intentan ganarse la vida. La del segundo, que se llamar¨¢ La prenda dorada, trata la vida suburbial de un grupo de adolescentes en la gran ciudad. La primera ser¨¢ publicada, casi con seguridad, por la importante Carl Hanser, y la segunda, por Suhrkamp, ambas editoriales de nacionalidad alemana. A las citadas hasta el momento deber¨¢ a?adirse Luchterhand Literaturverlag, otra de las pioneras en la b¨²squeda de talentos sovi¨¦ticos.Por el momento, la literatura que m¨¢s parece interesar es la que corresponde a la generaci¨®n sovi¨¦tica del cincuenta, que escribi¨® sus textos m¨¢s importantes durante esa d¨¦cada y principios de la siguiente. Fueron en gran parte los a?os del famoso deshielo de Jruschov, de la no menos famosa declaraci¨®n de principios sobre la libertad del artista escrita por Pomeransev y tambi¨¦n los del esc¨¢ndalo de aquella primera novela de Dudinsev que se llam¨® No s¨®lo de pan vive el hombre y que acab¨® siendo prohibida por el propio Jruschov.
Otro de los representantes m¨¢s significativos de esa generaci¨®n, muerto en 1984, es Vladimir Tendriakov, cuyas novelas est¨¢n siendo traducidas en estos momentos. A pesar del dominio que con seguridad impondr¨¢ este grupo de escritores, los poetas y las generaciones m¨¢s j¨®venes aparecer¨¢n pronto en el mercado occidental. Entre los primeros destaca, al menos por el grado de solicitaci¨®n, Gennadi Ajgi, un joven poeta de l¨ªnea metafisica, enamorado de Dylan Thomas, que tiene una audiencia muy amplia entre la juventud de su pa¨ªs.
Dominio femenino
Entre los j¨®venes novelistas hay curiosamente un cierto dominio por parte de las mujeres, entre las que cabe mencionar a Tatiana Tolstaja, a Vidija Petruschewskaja, Natalia Baranskaja o Tatiana Tokarewa, cuyos temas preferidos son la familia, las dificultades de la mujer en el mundo laboral y las situaciones absurdas de la vida cotidiana. Estilo realista en el que, al parecer, no suele faltar el humor. Dos j¨®venes escritores de cierta importancia en estos momentos son tambi¨¦n Evgeni Popow y Sergej Kaledin.Mientras los sovi¨¦ticos parecen decididos a retratar con fidelidad los asuntos de la vida, los estadounidenses van a dedicarse a deformarlos hasta lo monstruoso. Una nueva corriente aparecer¨¢ pronto en escena y su misi¨®n no ser¨¢ otra que desbancar a la del realismo sucio, por la que los editores empiezan a experimentar cansancio.
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