El m¨¢s cabal novelista ¨¢rabe
Naguib Mahfuz, maestro reconocido de la novela ¨¢rabe, inici¨® su carrera (1939) con tres novelas sobre el Egipto fara¨®nico. La segunda (El Cairo, 1943) trata la vida del fara¨®n Merenra, de biograf¨ªa poco sabida, lo que propicia la alusi¨®n al Egipto contempor¨¢neo y su cr¨ªtica. La tercera (La batalla de Tebas, 1944) ciment¨® su fama.Tres novelistas egipcios inauguran en los cuarenta un decidido realismo de contenido y de presentaci¨®n: Naguib Mahfuz, Adil Karnil y Abd al-Hamid al-Sahhar Los tres nacen del faraonismo. Los dos primeros concurrieron al Premio de la Academia de la Lengua (1944), respectivamente, con sus novelas: El espejismo y con Mallim el grande. En ambas novelas hay cr¨ªtica social, en Kamil entusi¨¢stica, mensaje machac¨®n; Mahfuz logra un raro objetivismo, sin interferencias narradoras. El primero no volvi¨® a escribir. El segundo se lanza a una entregada carrera.
Varias circunstancias hacen de Naguib Mahfuz el m¨¢s cabal novelista ¨¢rabe moderno: su continuidad progresiva, su calidad de acecho, la gran masa narrativa acumulada, elegida, cubre casi todo su ¨¢mbito, historia y vida cotidiana. Es una obra indispensable. Empez¨® con novela hist¨®rica y ten¨ªa pensadas 40 de este tono, cuando el deseo de novelar as¨ª "se muri¨® en m¨ª y, de improviso, me hall¨¦ escribiendo realismo en El Cairo nuevo, que continu¨¦ hasta acabar la Trilog¨ªa, en abril de 1952. Esbozadas ten¨ªa siete novelas en esta l¨ªnea de realismo cr¨ªtico cuando estall¨® la revoluci¨®n de 1952 y el motivo de escribir as¨ª se desvaneci¨®. Al caer la sociedad caduca, mi cr¨ªtica cay¨® tambi¨¦n y pens¨¦ que mi carrera literaria hab¨ªa terminado. Nada ten¨ªa ya que escribir ni que decir. Fui sincero al declararlo, no hac¨ªa propaganda, como algunos creen. De este modo segu¨ª, entre 1952 y 1957, sin escribir una l¨ªnea ni tener ganas de hacerlo. Daba el asunto por finito, cuando me encontr¨¦ escribiendo Hijos de nuestro barrio, que publiqu¨¦ en 1959".
En los a?os de esta periodizaci¨®n presenta Mahfuz dos maneras: realismo cr¨ªtico (cinco novelas, desde El Cairo nuevo, 1945, a Principio y fin, 1949, m¨¢s la Trilog¨ªa -titulada con nombres de calles cairotas- que, terminada en 1952, no se publicar¨¢ hasta 1956); realismo ideol¨®gico, no literal (Hijos de nuestro barrio, escrita en 1957, fue seriada en Al-Ahram, 1959).
Mundo de miserias
En el primer modo Mahfuz describ¨ªa el mundo de penas, pobrezas, miserias y alegr¨ªas de las clases media y baja. Mahfuz es m¨¢s objetivo que los otros, pero m¨¢s implicado en la comprensi¨®n. Sus novelas son un arsenal de personajes, de tipos, por lo que procura siempre buscar un ensamblaje de unidad: o son una familia, o un grupo de amigos, o un vecindario.La Trilog¨ªa, "la m¨¢s importante de la literatura ¨¢rabe", analiza la vida egipcia entre la I y la II Guerra Mundial, la evoluci¨®n de uno de sus n¨²cleos en un cuarto de siglo: los barrios de la Abbasiyya, Gamaliyya/, donde el autor hab¨ªa nacido. La primera novela se extiende entre 1917 y 1919, presenta los personajes b¨¢sicos: padre (45 a?os), madre (40) y tres hijos: Yasin, Fahmi, Kamal (estudiante a¨²n de primaria), m¨¢s dos hijas. En la segunda novela nos encontramos entre 1924-1927. La mayor parte est¨¢ dedicada a Kamal, su desarrollo intelectual, un fracaso sentimental, la crisis espiritual que desencaden¨® su contacto con ciertos aspectos del pensamiento europeo, alteraci¨®n irremplazable de lo tradicional.
"Kamal", ha dicho Mahfuz, refleja mi crisis intelectual, que tengo por crisis de toda una generaci¨®n"... "quiz¨¢ sea Kamal un no-comprometido, pero lo es de un tipo especial, por cuanto tiende al compromiso de an¨¢lisis y humano".
La novela tercera comienza en 1935, el tiempo "h¨¦roe de la Trilog¨ªa", clave de todas las trasmutaciones a las que asistimos, escalona o condensa las principales corrientes intelectuales, pol¨ªticas... que Mahfuz caracteriza: Kamal (como su hermano Yasin) no cree en nada individualista; otros miembros de la familia son hermanos musulmanes, wafd¨ªes, comunistas...
La novela ¨¢rabe, a partir de 1958, pasa a ocupar m¨¢s planos de la actividad cultural ¨¢rabe, se extiende y aglutina del documento al reportaje, del ensayo a la filosofia.
El clarinazo que en Egipto abre esos s¨ªntomas nuevos es la publicaci¨®n de Hijos de nuestro barrio, de Naguib Mahfuz (seriada en Al-Ahram, del 21 de septiembre al 25 de diciembre de 1959): historia de una fundaci¨®n piadosa cuyo administrador se retira al desierto... interpretada en seguida como obra de clave sobre la historia religiosa de la humanidad, los ambientes tradicionales isl¨¢micos (como ya hab¨ªa sucedido en otras ocasiones, tal con la obra de al-Sarqawi sobre Mahoma) se opusieron a su definitiva publicaci¨®n (aunque sali¨® en Beirut, 1967).
Mahfuz -tras un par¨®n real de siete a?os- empieza a actuar incesantemente, con una serie de par¨¢bolas que, cuando menos, sorprenden. As¨ª, sus personajes y sus situaciones alcanzan una posibilidad de trascendencia de pluralidad, que les libra (salv¨¢ndose/hundi¨¦ndose) de su concreaci¨®n. A pesar de todo, en el autor dominan a¨²n los sentimientos alas ideas, lo que inclinan m¨¢s a la moral que a la filosof¨ªa. Mahfuz, pues, se lanza a un r¨ªo de novelas, de gran cohesi¨®n interna, como una heptalog¨ªa: adem¨¢s de Hijos de nuestro barrio, El ladr¨®n y los perros (1961), La codorniz y el oto?o (1962), El camino (1963), Charla en el Nilo (1966) y Miramar (1967): espacios y tiempos simb¨®licos, microcosmos cuya relaci¨®n con un macrocosmo (?el pa¨ªs?, ?la humanidad?, ?algo?) viene en clave ("un barrio", en la 1? novela; "una barcaza", en la 6?; "un hotel", en la 7?; "un personaje superabsoluto", en las otras). La vida aparece ahora s¨®lo convocada para encarnar el pensamiento (mientras en el novelario anterior el proceso era inverso); por ello Mahfuz pierde (?se pierde?) colorido vital, humor y drama t¨¢ctiles, not¨¢ndose una depresi¨®n, aunque la malaise ha sido diagnosticada en otras novelas del momento y la metafisica.
En Egipto Mahfuz emprende, a partir de 1967, una nueva f¨®rmula vertiginosa, "la dialogada", que consiste en piezas narrativas teatralizadas, y un contenido desconcertante, hacia afuera incoherente. Escribe cuentos y una novela (seriada en peri¨®dico, mayo, 1971, y publicada en 1972): Espejos (galer¨ªa de 54 retratos de tipos por ¨¦l vividos, desde su infancia en la exhuberante Abbasiyya), donde el lector llega a sentir verg¨¹enza de la deformaci¨®n humana. Contiene frecuentes referencias a la derrota b¨¦lica de junio de 1967.
Ha seguido Mahfuz al pie de su ca?¨®n con: Amor bajo la lluvia (1973), sobre el bienestar tranquilo en las ciudades y la sangr¨ªa de la vanguardia, por ejemplo, en el Canal. Kamac (1974) pinta la incapacidad para la acci¨®n deseada por los clientes de este Caf¨¦ Karnak, que conservan su rutina doliente.
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