El Gobierno en contra de cambios en la divisi¨®n provincial de Espa?a

El Gobierno no est¨¢ de acuerdo con la constituci¨®n de Catalu?a como una sola provincia, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n central. El Ministerio para las Administraciones P¨²blicas "va a estudiar" ese proyecto, pero observa "excesivos inconvenientes" en una iniciativa que pretende cambiar la divisi¨®n provincial de Espa?a, lo cual afecta al sistema electoral, a la estructura de gobiernos civiles y a la Administraci¨®n de justicia.

Los efectos inmediatos de la iniciativa de Jordi Pujol se refieren a la disoluci¨®n de las actuales diputaciones provinciales. No afecta, en teor¨ªa, a la estructura de la Administraci¨®n perif¨¦rica del Estado. Podr¨ªa darse el caso de que Catalu?a fuera una sola provincia, a efectos de la Administraci¨®n auton¨®mica, y mantuviera su organizaci¨®n actual en cuatro demarcaciones -con los correspondientes gobernadores al frente- para la Administraci¨®n estatal.No obstante, la Constituci¨®n establece una sola estructura provincial y un mecanismo para alterarla (ley org¨¢nica). Por ello, la coexistencia de estructuras diferentes, v¨¢lidas seg¨²n la Administraci¨®n que sea, parece un retorcimiento excesivo, seg¨²n expertos consultados por este peri¨®dico.

La iniciativa de la Generalitat supone tambi¨¦n una presi¨®n a favor de eliminar los gobiernos civiles, lo cual se suma a las recomendaciones aprobadas por los Parlamentos auton¨®micos de la Comunidad Valenciana y de Euskadi, en ese mismo sentido. Todas esas intenciones chocan con la del equipo de Felipe Gonz¨¢lez, que no tiene voluntad de plantearse un cambio en el sistema de gobiernos civiles, al menos durante esta legislatura.

La alteraci¨®n de las provincias fuerza tambi¨¦n una reforma electoral, puesto que la provincia es la circunscripci¨®n donde se elige a los diputados y senadores de las Cortes Generales, y en la cual se efect¨²a la elecci¨®n de diputados al Parlament de Catalu?a. La supresi¨®n de las cuatro provincias actuales y su transformaci¨®n en una sola afecta a la distribuci¨®n de esca?os y puede incrementar el peso de las zonas de mayor implantaci¨®n nacionalista respecto a Barcelona, que es el ¨¢rea donde tradicionalmente domina la izquierda.

La batalla parlamentaria puede ser larga, primero en Catalu?a y luego en Madrid, sin que en el recorrido falten posibilidades de recurso al Tribunal Constitucional, ya insinuadas por el ministro Joaqu¨ªn Almunia. El Gobierno central no se niega a considerar la postura del Consell Executiu de la Generalitat, pero va a dar pocas facilidades para que se convierta en ley.