La nostalgia de Granada y el miedo a Madrid

J. V., Antes de que estallara el conflicto provocado por la votaci¨®n en la ONU sobre el S¨¢hara, Madrid y Rabat hablaban siempre en condicional de la visita de Hassan II "SI finalmente el rey decide ir", se a?ad¨ªa siempre a todo comentario o informaci¨®n sobre la visita. Las reticencias del monarca ante un viaje laboriosamente gestado por ambas diplomacias eran un secreto a voces.

La presencia oficial de Hassan II en la Espa?a democr¨¢tica es la gran asignatura pendiente que comparten los dos pa¨ªses ribere?os del estrecho de Gibraltar. Hassan IInunca ha estado personalmente entusiasmado con la idea. Considera que Espa?a no le da el mismo trato deferente que Francia.

En cambio, Hassan II contemplaba con Ilusi¨®n su viaje tur¨ªstico a Sevilla y Granada, las dos ciudades cuyo pasado ¨¢rabe y musulm¨¢n se recuerda con nostalgia en Marruecos.

"Gran descortes¨ªa"

En Rabat se recuerda con amargura que Madrid nunca ha respondido oficialmente a la petici¨®n de crear una c¨¦lula de reflexi¨®n conjunta sobre Ceuta y Melilla, efectuada en 1987 por Hassan II al entonces ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo. Esa falta de respuesta es considerada por el soberano como "una gran descortes¨ªa". El rey de Marruecos, difunden los medios pr¨®ximos a palacio, cree tambi¨¦n que los medios de comunicaci¨®n espa?oles le son en su conjunto hostiles.

Habituado al incienso de los medios de comunicaci¨®n marroqu¨ªes y al respeto que le tienen los franceses, Hassan II soporta muy mal la forma en que le caricaturizan los peri¨®dicos y semanarios espa?oles, la imagen un tanto xen¨®foba del moro con babuchas y chilaba. El rey de Marruecos se precia tanto de mantener las tradiciones de su pa¨ªs como de su amplia formaci¨®n cultural europea.

Pero en particular, Hassan II sabe que Espa?a es el pa¨ªs occidental donde el Frente Polisario cuenta con m¨¢s apoyo popular. En su decisi¨®n de aplazar el viaje ha influido tanto el voto espa?ol sobre el S¨¢hara como la activa campana de propaganda desarrollada en las ¨²ltimas semanas por los amigos espa?oles del Polisario.

La reciente creaci¨®n en Espa?a de un grupo de 52 parlamentarios, entre ellos socialistas, para pedir la retirada de la administraci¨®n y el ej¨¦rcito marroqu¨ª del S¨¢hara, ha pesado notablemente en la decisi¨®n final del monarca, afirman fuentes marroqu¨ªes. El rey de Marruecos imagin¨® un panorama de comunicados, protestas en el Parlamento, manifestaciones en la calle y chistes en los peri¨®dicos, que no le hac¨ªa ninguna ilusi¨®n contemplar.