La oposici¨®n se dispone a boicotear el debate de los Presupuestos si no se discuten sus enmiendas

La amenaza de boicoteo se cierne sobre el debate parlamentario de los Presupuestos del Estado para 1989. Si el Gobierno no admite a tr¨¢mite la mayor¨ªa de las casi 1.200 enmiendas de la oposici¨®n, todos los grupos est¨¢n dispuestos a presentar una proposici¨®n de ley conjunta para modilificar el reglamento del Congreso. En caso de que los socialistas mantengan criterios restrictivos, la reacci¨®n podria llegar a abandonar el pleno de la C¨¢mara, seg¨²n Manuel Renedo, de Alianza Popular.

Los primeros escarceos se han registrado este fin de semana al reunirse la mesa y la ponencia de la Comisi¨®n de Presupuestos. El Grupo Socialista ha expresado su voluntad de enviar al Gobierno, para que decida si se tramitan, todas las enmiendas que aumentan los gastos o disminuyen los ingresos presupuestados por el Ejecutivo. El proyecto gubernamental eleva el gasto de las administraciones centrales un 14%, hasta m¨¢s de 16 billones de pesetas, y cuenta con el respaldo de la mayor¨ªa socialista para no reducir ni incrementar sus cifras.La oposici¨®n ha interpretado que se trata otra vez de devaluar o cercenar el debate presupuestario, pese a que deber¨ªa ser el m¨¢s importante de cada a?o. En sus contactos iniciales, los principales grupos (AP, CDS, Minor¨ªa Catalana, Democracia Cristiana y Partido Liberal) han estado de acuerdo en rechazar los argumentos de los socialistas. Por si se confirman sus sospechas, han hablado de presentar una proposici¨®n de ley conjunta para modificar el reglamento de la C¨¢mara. Ser¨ªa la primera vez que esto ocurriera desde 1977. Pero el muy probable rechazo de la iniciativa ha llevado al Grupo Popular a "no excluir ninguna otra respuesta".

La mayor¨ªa socialista se escuda en que la Constituci¨®n (art¨ªculo 134-6) dice que "toda proposici¨®n o enmienda que suponga aumento de los cr¨¦ditos o disminuci¨®n de los ingresos presupuestarios requerir¨¢ la conformidad del Gobierno para su tramitaci¨®n". Los reglamentos del Congreso y del Senado reproducen m¨¢s o menos al pie de la letra esta disposici¨®n. Un informe de los servicios jur¨ªdicos del Congreso parece abrir v¨ªas intermedias. Pero la oposici¨®n coincide en que las pr¨¢cticas restrictivas del Grupo Socialista imposibilitan el debate, al margen de que luego se rechacen las enmiendas admitida a discusi¨®n.

Primeras protestas

El a?o pasado la oposici¨®n abandon¨® la comisi¨®n de Presupuestos para protestar porque la mayor¨ªa socialista no aprobaba ninguna enmienda y para abrirse as¨ª paso al debate en pleno. Pero la negativa previa a tramitar las enmiendas nunca hab¨ªa tenido tanta respuesta, que se concretar¨¢ cuando el Gobierno conteste a la pregunta de qu¨¦ propuestas admite a debate, contestaci¨®n esperada antes del mi¨¦rcoles.En total, han sido presentadas 1.300 enmiendas, aunque s¨®lo el centenar que procede del Grupo Socialista tiene garantizada la aprobaci¨®n. Estas modificar¨¢n los gastos en unos 17.000 millones de pesetas, elevar¨¢n en unos 7.000 millones las aportaciones de la banca al Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos que ha financiado la crisis bancaria con anticipos del Banco de Espa?a, suprimir¨¢n la afiliaci¨®n obligatoria a las c¨¢maras de la propiedad urbana y prorrogar¨¢n la permanencia en los fondos de promoci¨®n de empleo para algunos trabajadores con un gasto de 1.000 millones. El Grupo Popular, en sus 518 enmiendas, trata de reducir impuestos, garantizar el poder adquisitivo a funcionarios y pensionistas y suprimir varios ministerios (Justicia, Cultura, Relaciones con las Cortes, Asuntos Sociales y Portavoz del Gobierno). Una l¨ªnea similar persigue el centenar de propuestas del Partido Liberal, que aspira a reducir el gasto en 50.000 millones. La Minor¨ªa Catalana ha presentado 286, el CDS 173 y la Democracia Cristiana 82.