Frontera sin tierra
La linde hispano-lusa entre Olivenza y Elvas sigue sin ser delimitada desde 1801
Tal vez son muy pocos los espa?oles que saben que Espa?a y Portugal carecen de frontera oficial -delimitada estrictamente- a lo largo de los kil¨®metros que separan a la comarca-municipio de Olivenza (Badajoz) de la vecina localidad portuguesa de Elvas. Pero as¨ª es. No por anecd¨®tico y curioso es ocioso comprobar que tanto los mapas oficiales de carreteras (del MOPU espa?ol y en el equivalente portugu¨¦s), la frontera, en el t¨¦rmino de Olivenza, est¨¢ por demarcar (en el mapa luso) y no ofrece soluci¨®n de continuidad en el mapa espa?ol.
La carencia de una delimitaci¨®n oficial sobre d¨®nde comienza Portugal y termina Espa?a, o viceversa, se debe a que desde que Godoy arrebat¨® en el a?o 1801 la comarca alentejana de Olivenza a la Corona portuguesa -en una breve campa?a militar que pas¨® a la historia como la guerra de las naranja-, los l¨ªmites de ambas naciones quedaron en este espacio concreto de la geograf¨ªa peninsular sin fijar, tanto porque Portugal se neg¨® siempre a reconocer la validez y legitimidad de esa anexi¨®n militar como por el hecho de que Espa?a -en diversos tratados internacionales- se comprometiera a reintegrar la comarca oliventina a Portugal, contencioso que se fue difuminando con el paso del tiempo.Ram¨®n Rocha, alcalde socialista de Olivenza, es tan claro al respecto que muestra una carta que envi¨® al ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez -el d¨ªa 1 del pasado mes de septiembre-, en la que, entre otras cuestiones, se refiere al hecho de que "la frontera hispano-portuguesa, desde el Mi?o hasta Ayamonte, est¨¦ demarcada en su totalidad, salvo en la zona que corresponde al t¨¦rmino de Olivenza, donde el Guadiana sirve de l¨ªnea divisoria con valor fiscal, pero sin consideraci¨®n de frontera de iure".
Todo es absolutamente portugu¨¦s en Olivenza, fundada en 1212 por los templarios lusitanos: el castillo, las murallas, sus iglesias, el depurado arte manuelino de sus puertas -como la del propio Ayuntamiento-, la firmada azulejer¨ªa de sus edificios, los apellidos de la mayor parte de sus habitantes y hasta el habla de los oliventinos viejos, de pura dicci¨®n dialectal alentejana. Idioma que se conserva pese a la feroz represi¨®n ejercida durante la dictadura franquista, que da lugar a graciosas an¨¦cdotas, como la tenida por un viejo oliventino ante Televisi¨®n Espa?ola hace cuatro a?os. Inquirido por el periodista sobre su espa?olidad, el anciano -acaso nervioso por encontrarse ante las c¨¢maras- contest¨®: "Eu s¨® espanhol, n?o s¨¦ portugu¨¦s". Y as¨ª continu¨®, hablando en puro portugu¨¦s, diciendo que si fuera preciso empu?ar¨ªa las armas contra sus vecinos lusitanos.
Ascendencia lusitana
Visceralizaci¨®n que afecta a la mayor parte de los actuales ofiventinos, que no ocultan su desa grado ante los m¨¢s de 25.000 portugueses que -c¨¢mara en ristre- fotograf¨ªan las visibles huellas del pasado lusitano de la villa y que, ante la presencia de cualquier Sorastero -portugu¨¦s o no-, dejan de hablar en el idioma de Camoens para contestar en castellano a cualquiera que demande informaci¨®n.Pocos niegan su ascendencia lusitana, y no son excepci¨®n los que hoy mismo contraen matrimonio con vecinos/as portugueses de Elvas o ?vora, viviendo en una perpetua contradicci¨®n que se resume en una letra popular del cante y baile de su comarca:
el corridinho (corridi?o), que reza as¨ª:"Las muchachas de Olivenza / no son como las dem¨¢s. / ?Por qu¨¦? / Porque son hijas de Espa?a / y nietas de Portugal".
La existencia del derruido puente de Ayuda, situado a 11 kil¨®metros al oeste de Olivenza sobre el r¨ªo Guadiana -frontera oficiosa en este lugar entre ambas naciones- expresa bien gr¨¢ficamente la falta de puentes, de di¨¢logo, de comunicaciones tanto f¨ªsicas como culturales, pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales entre ambas naciones.
Hace pocos a?os, el Ayuntamiento de Olivenza puso en marcha la idea de celebrar en esta villa unos En¨¦ontros / Encuentros de Ayuda. Salvadas mil reticencias -en ambos pa¨ªses-, del 18 al 20 de octubre de 1985 se celebraron las Primeras Jornadas Ib¨¦ricasde Investigaci¨®n en Ciencias Humanas y Sociales. Pero las siguientes ediciones ya no tienen presupuesto.
"Olivenza, con menos de 10.000 habitantes y siendo un municipio pobre, no puede, sin ayuda, seguir haciendo los encuentros de Ayuda, valga el juego de palabras", dice Alfonso Limpo, coordinador de los mismos.
Espa?a no tiene el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en sacar del armario el esqueleto del problema oliventino, y Portugal se niega rotundamente a celebrar cualquier tipo de conversaci¨®n oficial en una Olivenza bajo soberan¨ªa espa?ola, pues ello -dice Alfonso Limpo, coordinador de los Encuentros, "equivale para los portugueses a reconocer de hecho y de derecho que Olivenza es espa?ola.
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