Alberto Closas: "Creo que por el dinero arruin¨¦ mi carrera, hubiera sido un gran actor cl¨¢sico"

Educado desde peque?o en Francia y el Reino Unido, exiliado tras la guerra civil, pol¨ªglota a la perfecci¨®n en varios idiomas, a los 21 a?os, una vez iniciados sus estudios de arte dram¨¢tico, se incorpora, sin afici¨®n alguna, a la compa?¨ªa de Margarita Xirgu en Santiago de Chile. Tras una de las m¨¢s dilatadas carreras actorales, realizadas a caballo entre Am¨¦rica y Espa?a, Alberto Closas, a sus 67 a?os, ha vuelto a los escenarios para trabajar, bajo la direcci¨®n de Miguel Narros y William Layton, en Largo viaje hacia la noche, de Eugene O'Neill, en el teatro Espa?ol. Como una excepci¨®n, se identifica con el personaje que interpreta cuando ¨¦ste dice: "Por el dinero arruin¨¦ mi carrera, hubiera sido un gran actor del teatro cl¨¢sico".

Estudiante del Petit Lic¨¦e de Talance, muy cerca de Burdeos, donde las familias acomodadas catalanas mandaban a los hijos a estudiar, en invierno hac¨ªa el bachillerato franc¨¦s y en verano estudiaba el mismo curso de bachiller espa?ol. M¨¢s tarde se convierte en exiliado en este pa¨ªs, tras la guerra civil, donde su padre, ministro de la Generalitat en la II Rep¨²blica, y al que recuerda con profunda admiraci¨®n, se refugia con toda la familia.A los 21 entra a formar parte de la compa?¨ªa de Margarita Xirgu en Santiago de Chile y despu¨¦s de ser un prestigiado actor durante a?os en diferentes pa¨ªses de Latinoam¨¦rica en 1954 viene a Espa?a para protagonizar Muerte de un cicilista bajo la direcci¨®n de Juan Antonio Bardem, lo que supone consolidarse como actor de cine. Desde entonces inicia una vida a caballo entre Buenos Aires y Madrid que nunca abandonar¨¢, y unos a?os en los que el teatro, el cine y la televisi¨®n le proporcionan uno de los curr¨ªculos m¨¢s extensos de la profesi¨®n. Hoy es empresario del teatro El Globo de Buenos Aires y director de una escuela de formaci¨®n actoral que tiene "para dejar algo de herencia", ya que afirma que el teatro, al que califica de aut¨¦ntica terapia, es el arte m¨¢s ef¨ªmero. Una terapia que finaliza cuando baja el tel¨®n: "Voy al teatro como quien va a una f¨¢brica".

Tyrone, el personaje de la obra Largo viaje hacia la noche de Eugene O'Neill que le ha hecho volver a los escenarios en el teatro Espa?ol bajo la direcci¨®n de Miguel Narros y William Layton, es un aparentemente feliz padre de familia que afirma en un momento: "Por el dinero arruin¨¦ mi carrera, hubiera sido un gran actor del teatro cl¨¢sico". Closas, que atraviesa un momento de especial sensibilidad e introspecci¨®n en su vida, no descarta que no es impermeable al papel que estos d¨ªas representa, a pesar de que su metodolog¨ªa profesional pasa por no dejarse impregnar o contaminar por el personaje que aborde. "A veces pienso hacia atr¨¢s y creo que yo tambi¨¦n me dej¨¦ tentar por eso. De hecho, mi carrera profesional empez¨® con los grandes del teatro mundial y circunstancias diversas hicieron que me dedicara mucho a la comedia", comenta.

No s¨¦ lo que quiero

No obstante, afirma con rotundidad que es el g¨¦nero de la comedia el m¨¢s dif¨ªcil: "Pero tal vez me hubiera gustado no tener que asumir que ya nunca m¨¢s har¨¦ Macbeth". Cuando se le comenta que le queda, por su edad y condici¨®n, un Rey Lear para hacer, responde: "Si, pero ya no tengo la memoria ni la energ¨ªa que hay que tener para hacerlo". El actor contin¨²a en estos t¨¦rminos su reflexi¨®n: "Tengo 67 a?os, cinco hijos cojonudos, unas nietas que son una maravilla, un p¨²blico por el que me siento querido, una vida privada perfecta, hago lo que quiero. ?Qu¨¦ quiero? ?Pues no lo s¨¦! Y eso que tengo la misma ilusi¨®n en comprarme unos zapatos que un autom¨®vil, la misma que a los siete a?os".

"Siento que se va a producir un acontecimiento especial dentro de m¨ª, no s¨¦ qu¨¦ es, pero algo es. Y lo voy a parir". Guarda silencio y a?ade: "Yo lo que tengo que hacer es un libro que se va a llamar A un paso de las estrellas". Ser¨ªan sus memorias, unas memorias que nada tendr¨ªan que ver con las que ha podido hacer para alguna que otra revista del coraz¨®n donde lo contado es calificado por ¨¦l mismo de "an¨¦cdota". Una memorias en las que hablar¨ªa de encuentros con hombres como Neruda, Le¨®n Felipe, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, S¨¢nchez Albornoz, Alberti..., en las que contar¨ªa c¨®mo se sumerge en una nube cuando sale a un escenario, c¨®mo, desde la sensualidad, entra en relaciones de seducci¨®n con el p¨²blico.

La incorporaci¨®n de Alberto Closas al montaje realizado por Narros y Layton se ha visto como una vuelta del actor a los escenarios tras retirada. Closas matiza con claridad al respecto: "En realidad no hay vuelta, la retirada est¨¢. Yo me he retirado del teatro comercial".

Closas no ignoraba las diferencias, a la hora de trabajar, entre ¨¦l y sus directores: "Han existido nuestros pros y contras. Ellos tienen el m¨¦todo y yo soy antim¨¦todo, o al menos tengo otro". Y a?ade: "No tengo pelos en la lengua para decir que he aprendido muchas cosas y las pondr¨¦ en pr¨¢ctica, si no conmigo, con mis alumnos, pero no dejo de pensar que otras cosas no valen".