La oposici¨®n acusa al Gobierno de la reacci¨®n de los sindicatos

Los partidos pol¨ªticos que componen la oposici¨®n parlamentaria coinciden en sus cr¨ªticas al Gobierno ante las movilizaciones convocadas por las dos centrales sindicales, as¨ª como por su actitud de rechazo del di¨¢logo y la negociaci¨®n, tanto con los sindicatos como con los partidos pol¨ªticos.

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Juan Ram¨®n Calero, manifestaba ayer a este peri¨®dico que una huelga general siempre es mala para el pa¨ªs y el funcionamiento del sistema econ¨®mico. Se trata de una situaci¨®n traum¨¢tica no deseable, "pero hay que destacar que la culpa no la tienen los sindicatos, sino el empecinamiento del Gobierno. Hay cuestiones reivindicativas de los sindicatos que no se pueden conceder, pero otras, sin embargo, s¨ª, como los 78.000 millones de pesetas solicitados por todos para compensar a funcionarios y pensionistas por su p¨¦rdida de poder adquisitivo y que el Gobierno no ha concedido por pura cabezoner¨ªa. Que el representante de Alianza Popular tenga que decirle al Gobierno que le haga caso a Nicol¨¢s Redondo, es una situaci¨®n esperp¨¦ntica".Por su parte, el dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, se muestra perplejo y preocupado de que el Gobierno socialista, "y hay que recordar las siglas que forman su anagrama", realice un tipo de pol¨ªtica de tal naturaleza que "obliga a los obreros, a trav¨¦s de los sindicatos m¨¢s importantes, a elegir el camino de la confrontaci¨®n con decisiones de tal gravedad social como el paro general anunciado. Se trata de una advertencia severa al Gobierno y al Partido Socialista desde sus propias bases para que aplique pol¨ªticas de empleo y rentas que favorezcan el reparto m¨¢s equitativo de la famosa tarta antes de que la devoren los grandes beneficios empresariales".

El CDS entiende la postura de los sindicatos y los extremos a los que les est¨¢ conduciendo "la insensibilidad del Gobierno socialista hacia la clase trabajadora, con una pol¨ªtica econ¨®mica socialmente regresiva".

El Ejecutivo socialista "es el ¨²nico responsable de haber cerrado las puertas de la negociaci¨®n no s¨®lo a los sindicatos, sino tambi¨¦n a los partidos que se han hecho eco de sus quejas en el reciente debate presupuestario".

Por su parte, el partido comunista considera que la convocatoria del paro general "constituye el final l¨®gico de un per¨ªodo en el que el Gobierno ha hecho imposible la negociaci¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica con los sindicatos. Es asimismo coherente con la evidente necesidad de un giro social en la pol¨ªtica del Gobierno que permita responder a las reivindicaciones de los sindicatos".

Por otro lado, el Gobierno de la Generalitat (formado por Converg¨¨ncia Democr¨¤tica y Uni¨® Democr¨¤tica) expres¨®, a trav¨¦s del conseller de Trabajo, Ignasi Ferreras, su rechazo a la huelga general por considerar que era una medida extrema y radical. Ferreras declar¨® que el paro general es un instrumento m¨¢s pol¨ªtico que sindical y que la medida "no es consecuencia del Plan de Empleo Juvenil, sino de la falta de concertaci¨®n social".