Ajromeiev: tras las bambalinas de un cese
La dimisi¨®n del mariscal Serguei Ajromeiev, viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor sovi¨¦tico, se produjo al menos una semana y media antes de ser filtrada a la Prensa, el 6 de diciembre por la noche, por miembros de la delegaci¨®n que acompa?aba a Mijail Gorbachov en Nueva York. As¨ª lo manifest¨® a esta corresponsal un miembro de la delegaci¨®n, quien insisti¨® en que Ajromeiev se hab¨ªa retirado por deseo propio y razones de salud."La dimisi¨®n se produjo cuando Gorbachov estaba en Mosc¨² y con su pleno conocimiento", dijo la fuente, que no precis¨® cu¨¢ndo ocurri¨® el hecho ni pudo explicar por qu¨¦ la noticia fue divulgada en v¨ªsperas de las propuestas de desarme de Gorbachov. El funcionario neg¨® que existiera vinculaci¨®n entre el paso de Ajromeiev al cuerpo de consejeros del Presidium del Soviet Supremo (posici¨®n eminentemente honor¨ªfica) y eventuales diferencias y entre la direcci¨®n pol¨ªtica y el estamento militar.
"El ministro de Defensa, Dimitri Yazov, quiere promocionar a sus propios hombres", admiti¨® el funcionario. "Se necesita gente nueva, m¨¢s joven, capaz de asumir las tareas de reorganizaci¨®n del Ej¨¦rcito que plantean los recortes e iniciativas de Mijail Gorbachov", se?al¨®. Yazov, antiguoJefe militar del distrito del Extremo Oriente, podr¨ªa nombrar como sucesor de Ajromeiev al general Iv¨¢n Morozov, su adjunto en aquella regi¨®n entre marzo de 1986 y febrero de 1987, seg¨²n una de las hip¨®tesis recogidas por The Washington Post citando fuentes sovi¨¦ticas.
Ajromeiev, veterano militar con larga experiencia en los foros de desarme, es considerado un hombre de Gorbachov y, por ello, su cese, y sobre todo las circunstancias aparentemente inoportunas de su anuncio, han desconcertado a los observadores. El mariscal sustituy¨® a Serguei Ogarkov, el hombre que en septiembre de 1983 anunci¨® el derribo del avi¨®n surcoreano cerca de la isla de Sajalin.
Ajromeiev acompa?¨® al l¨ªder durante su visita a Washington en diciembre de 1987 y es conocido por los interlocutores pol¨ªticos norteamericanos, alguno de los cuales asegura haberlo visto disfrutando de excelente salud hace unos meses, citando el mariscal hizo una gira por EE UU invitado por el Pent¨¢gono.
El antiguo secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger manifestaba el mi¨¦rcoles por la noche a una cadena de televisi¨®n que Ajromeiev consideraba posible una reducci¨®n en el n¨²mero de tanques superior a la ofrecida por Mijail Gorbachov. Las ofertas de desarme convencional unilateral de Gorbachov cuentan, seg¨²n un alto funcionario sovi¨¦tico, con el consenso del Politbur¨® y han sido apoyadas m¨¢s f¨¢cilmente que, en su d¨ªa, el tratado de reducci¨®n de fuerzas de alcance medio (INIF), firmado por Gorbachov y Reagan hace un a?o. Las fuentes atribuyeron la resistencia en aquella ocasi¨®n a Andrei Gromiko, que como ministro de Exteriores durante m¨¢s de un cuarto de siglo hab¨ªa sido el "arquitecto de la pol¨ªtica de simetr¨ªa".
Egor L¨ªgachov, ex n¨²mero dos del r¨¦gimen, que ahora dirige la comisi¨®n de Agricialtura, est¨¢ de acuerdo con los recortes en armamento convencional y las propuestas de reducci¨®n de tropas hechas por Gorbachov, afirm¨® el alto funcionario consulta do por esta corresponsal. Y lo est¨¢, seg¨²n dijo, por razones econ¨®micas
La existencia de divergencias entre la jerarqu¨ªa militar y la pol¨ªtica, sin embargo, se ha manifestado en una sene de s¨ªntomas. El jefe de la direcci¨®n pol¨ªtica del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico, general Lizichev, se pronunci¨® abiertamente en contra del desarme unilateral ante el Soviet Supremo de la URSS la pasada primavera y posteriormente en una entrevista con EL PA?S durante la XIX Conferencia del PCUS.
La revista Vida Internacional, vinculada al Ministerio de Exteriores, por su parte, public¨® recientemente un art¨ªculo donde se acusaba, sin especificar, a miembros de la jerarqu¨ªa militar sovi¨¦tica de oponerse al desar¨ªne convencional, y especialmente a la reducci¨®n del n¨²mero de carros de combate, en nombre de una concepci¨®n b¨¦lica cualitativa acu?ada durante el estalinismo. Lectores atentos de la Prensa sovi¨¦tica observan, a partir del oto?o, una proliferaci¨®n de art¨ªculos cr¨ªticos con la entidad militar que no exist¨ªan anteriormente. La reducci¨®n del Ej¨¦rcito, la necesidad de someter sus presupuestos y a la misma instituci¨®n a control social eran temas que en algunos casos estaban aparcados en las redacciones sin lograr ver la luz. La jerarqu¨ªa militar se ha puesto, sin embargo, a. la cabeza de la pol¨ªtica de transparencia informativa en el C¨¢ucaso.
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