George Bush pide tiempo a Gorbachov para poder fijar su futura estrategia

Mijail Gorbachov ha conquistado Nueva York en 48 horas -el letrero luminoso de Times Square parpadea con la hoz y el martillo- y ha puesto al pr¨®ximo presidente norteamericano, George Bush, a la defensiva con su anuncio de reducci¨®n unilateral de tropas sovi¨¦ticas en Europa. Con su decisi¨®n, el l¨ªder sovi¨¦tico toma la iniciativa en plena transici¨®n presidencial norteamericana. Bush, repuesto de la primer sorpresa, pidi¨® ayer tiempo para establecer su equipo, estrategia y prioridades. "Se lo he dicho a Gorbachov y creo que lo ha entendido. No me siento presionado".

El interlocutor de Bush tiene prisa. Aunque pasen meses de 1989 antes de que se celebre la primera cumbre con el nuevo presidente de EE UU, Gorbachov se adelanta a cualquier propuesta negociadora de Washington y los aliados, y fuerza a Bush a responder, despu¨¦s de su toma de posesi¨®n, el 20 de enero, y a un debate en los t¨¦rminos elegidos por Mosc¨².Analistas estadounidenses se?alaban ayer que la decisi¨®n de Gorbachov puede abrir el camino al inicio de una retirada de tropas norteamericanas de Europa, ya pedida por muchos sectores en este pa¨ªs, y ofrece nuevas razones a quienes piden una reducci¨®n sustancial del presupuesto de defensa. George Bush tendr¨¢ m¨¢s dificultades para mantener sus promesas de una defensa fuerte y para convencer a los aliados de la OTAN de que gasten m¨¢s en sus Ej¨¦rcitos.

La sensaci¨®n de que algo muy importante ocurri¨® en la ONU el mi¨¦rcoles la reflej¨® Ronald Reagan horas despu¨¦s del anuncio de Gorbachov, cuando en un discurso, a su regreso a Washington, afirm¨®: "Si la reducci¨®n se lleva a cabo por completo y r¨¢pidamente, la historia dir¨¢ que es importante, significativo". Euf¨®rico y nost¨¢lgico a la vez por haber cerrado, con sus cinco cumbres con Gorbachov, la era de la guerra fr¨ªa, Reagan advirti¨®, sin embargo, a su audiencia del American Enterprise Institute, una entidad acad¨¦mica muy conservadora, que est¨¢ "orgulloso de decir que a¨²n es un anticomunista".

Principios enterrados

El ¨²nico problema es que horas antes, en Nueva York, el sucesor de Lenin hab¨ªa enterrado, uno a uno, todos los principios de la revoluci¨®n comunista. El presidente recalc¨®: "Aunque estamos satisfechos de lo conseguido en los ¨²ltimos a?os en las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, tanto el secretario general como yo tambi¨¦n reconocemos que existen fundamentales diferencias entre nuestros pa¨ªses en muchas ¨¢reas. Y ser¨¢n necesarios decididos esfuerzos por ambos lados en los meses y a?os venideros para superarlas".

Reagan celebr¨® anoche (madrugada del viernes en Espa?a) su ¨²ltima conferencia de prensa, proyectada para contrarrestar el hurac¨¢n Gorbachov y responder a la ofensiva diplom¨¢tica de la URSS.

La cautela de la primera reacci¨®n oficial norteamericana "es un paso en la direcci¨®n adecuada", aunque, en dos a?os, la ventaja del Pacto de Varsovia sobre la OTAN en fuerzas convencionales ser¨¢ a¨²n significativa.

Especialmente importante ha sido considerada, m¨¢s a¨²n que la reducci¨®n num¨¦rica, el anuncio de que las fuerzas restantes adoptar¨¢n una estrategia defensiva. Ronald Reagan y George Bush le preguntaron a Mijail Gorbachov en Nueva York si su decisi¨®n encontrar¨ªa resistencias en los mandos militares, y el secretario general repiti¨® cuatro veces nyet (no).

Existe la sensaci¨®n en Washington, en el equipe saliente y en el c¨ªrculo pr¨®ximo a Bush, de que las relaciones internacionales van a entrar en una nueva era que va a forzar, tambi¨¦n a EE UU, a replantearse su estrategia su doctrina. "No hay la meno duda de que est¨¢ cambiaado la naturaleza del sistema sovi¨¦tico", reconoci¨® tras la minicumbre George Shultz.

Los norteamericanos est¨¢n satisfechos porque no se dejaron arrastrar el mi¨¦rcoles a ninguna negociaci¨®n de detalles ni fijaron una fecha para una cumbre con Bush, como deseaban los sovi¨¦ticos.